Reflexiones críticas sobre la formación docente y la práctica curricular.

Reflexiones críticas sobre la formación docente y la práctica curricular.

La eficacia y eficiencia de cualquier institución educativa depende en gran medida de la calidad de sus docentes. El formador es un elemento fundamental en cualquier sistema educativo y por ello debe estar en continua formación como cualquier otro profesional. La sociedad actual de las tecnologías de la información y la comunicación, como todo sistema dinámico y evolutivo, obliga al formador a adaptarse a los cambios tecnológicos tan innovadores que han surgido en el ámbito educativo.

El presente trabajo pretende hacer conciencia y reflexión crítica respecto de la importancia de la formación y profesionalización del docente como factor determinante en el desarrollo de una buena práctica curricular, ya que como señala acertadamente Gimeno Sacristán (1998), el profesor realiza la función de diseñar el currículum.

Las anteriores consideraciones conllevan aseverar que el docente es el responsable principal del desarrollo de un proceso de enseñanza-aprendizaje con calidad y por lo tanto es el responsable de garantizar el dominio de los conocimientos científicos y técnicos acerca de su disciplina y asignaturas; así como las habilidades profesionales generales, y las herramientas pedagógicas, didácticas y metodológicas para ayudar a la construcción de conocimientos en conjunto con los alumnos.

Para introducirnos a la temática central, es necesario establecen algunos conceptos fundamentales tales como: formación, formación profesional, formación docente, concepto de currículum, diseño curricular, práctica curricular; así como establecer desde que perspectiva abordamos el término currículo.

Formación, (Del lat. formatĭo, -ōnis). 1. f. Acción y efecto de formar o formarse.

La formación profesional es la actividad cuyo objetivo es descubrir y desarrollar las aptitudes humanas para una vida activa, productiva y satisfactoria. La formación profesional es una actividad educativa que se orienta a proporcionar conocimientos, habilidades y destrezas necesarios para un correcto desempeño profesional y laboral. Posee componentes tanto teóricos como prácticos, pero con mayor peso de los segundos en comparación con otras formas de educación. Conlleva un carácter marcadamente laboral, no sólo dado por sus contenidos técnicos, sino también porque prepara a las personas para insertarse dentro de determinadas relaciones de trabajo.

La formación del docente es el proceso de preparación adecuada y permanente de las personas que se dedican o van a dedicarse a la enseñanza, lo que les permite desarrollar su actividad profesional como profesores.

Por formación debe entenderse el proceso permanente de adquisición, estructuración y reestructuración de conductas (conocimientos, habilidades, valores) para el desempeño de una determinada función; en este caso, la docente.

En un principio solo se dio importancia a la formación inicial la cual esta constituía por la preparación profesional para la docencia (especializada en algún nivel o área educativa) con obtención de un título de licenciatura que avala el ejercicio de la misma.

La formación inicial, sin embargo, no prevé muchos de los problemas de la práctica diaria a la que se afronta el docente, es por ello que puede considerarse la misma práctica docente realizada en las instituciones educativas mismas donde labora el docente como formadoras, puesto que modelan su pensamiento, la forma de percibir y su actuar. Por ello es también importante referirnos a la formación docente continua, la que se lleva a cabo en servicio, a lo largo de toda la carrera, de toda la práctica docente, y debe tomar a esa misma práctica como eje formativo estructurante.

Por formación continua o permanente, en sentido genérico, debe entenderse todas aquellas actividades formativas y educativas que la persona cursa con posterioridad a su educación inicial. Es menester hacerse la pregunta de conocer ¿Qué actividades pueden considerarse que constituyen la formación continua? Bárbara Greybeck Daniels considera como actividades constituyentes de la formación continua las siguientes :

1. Actualización: profundización y ampliación de la formación inicial incorporando nuevos elementos (disciplinares, metodológicos, tecnológicos, etc.) sin conducir necesariamente a la obtención de un grado académico.

2. Superación: profundización y ampliación de la formación inicial mediante programas de posgrado para profesionales de la educación (puede entenderse como una modalidad de la actualización).

3. Capacitación: formación para la docencia a profesores que ejercen sin haberla tenido, puede conducir a la obtención de un grado académico.

4. Nivelación: complementación de la formación inicial a docentes que no obtuvieron el grado de licenciatura, para que lo obtengan.

La palabra currículum es un término polisemántico, ya que su significado adquiere diferentes connotaciones. El conceptualizar a este término constituyo la principal problemática de lo que hoy conocemos como teoría curricular. Margarita Pansza (1990) establece 5 rubros, que contienen las diferentes perspectivas bajo las cuales se puede analizar el concepto currículum, mismos que a continuación citamos:

1. El currículo como los contenidos de la enseñanza. En este sentido se trata de una lista de materias, asignaturas, o temas que delimitan el contenido del proceso educativo (BRIGSS).

2. El currículo como plan o guía de la actividad escolar. Un plan para el aprendizaje, enfatiza la necesidad de un modelo ideal para la actividad escolar, cuya función es homogenizar el proceso de enseñanza-aprendizaje (TABA).

3. El currículo entendido como experiencia. Esta interpretación del currículo, pone en énfasis, no en lo que se debe hacer, si no en lo que en realidad se hace, “la suma de experiencias que los alumnos realizan dirigidos por la escuela” (JOHNSON).

4. El currículo como sistema.

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