Reflexión crítica acerca de Desarrollo a Escala Humana

En su libro Desarrollo a escala humana, Max-Neef comienza manifestando que decir que América Latina está en crisis es en realidad, bastante común. En mi opinión, está en lo correcto. Todos los días a todas las horas es normal escuchar que la situación tanto económica, como social, como política, entre otras, necesita mejorar y las noticias que nos muestran por la televisión o que aparecen en los periódicos sólo contribuyen a ese sentimiento de decepción que tenemos por nuestro país. También concuerdo en que es difícil salir de esta crisis pues no nos atrevemos a salir de nuestra zona de confort y buscar modelos innovativos que nos puedan ayudar, me parece que deberíamos dejar atrás esos temores y comenzar a intentar, aunque es cierto que la incertidumbre de si de verdad funciona esta nueva propuesta es realmente difícil de afrontar. Claro, en papel todo resulta fácil y sencillo, pero a la hora de ponerlo en práctica, puede que nuestro intento por mejorar no resulte como esperado y el país termine peor de lo que empezó.

Hay algo que me parece muy importante de lo que ha escrito el autor hasta el momento: Que no sabemos comprender la magnitud del problema. Es cierto que esta crisis no está enfocada tan sólo en un sólo aspecto, sino ‘una totalidad que es más que la suma de sus partes’ (que de hecho, me recuerda a Una Concepción Holística del Desarrollo Humano de Alejandro Zuluaga Mercado) y que por eso no tenemos la certeza necesaria para salir adelante. También considero increíblemente importante la descripción que realiza acerca de las distintas partes de la crisis que estamos sufriendo, explicando las múltiples dimensiones de lo que nos mantiene en sufrimiento permanente.

En mi opinión, más personas deberían leer este libro, pues propone una solución interesante al actual problema de la sociedad latinoamericana, de los países que se encuentran casi esclavizados por esta crisis de la que no pueden salir. Me gusta el término que utiliza para referirse a esta: Crisis de la utopía, pues sentimos que estamos perdiendo (si es que no la hemos perdido ya en su totalidad), la capacidad de soñar que tenemos, que nos impide ver con lucidez y claridad, enfrentarnos con vigor a nuestros problemos y en cambio, nos hemos convertido en una especie de máquinas, o lo que él describe como somnolientos administradores de una crisis a la que intuimos imposible de resolver por nuestros propios medios. Sin embargo, es necesario liberarnos de esta insomnia en la que estamos sumidos para poder salir adelante y mejorar nuestras condiciones de vida.

Con respecto a su matriz de las necesidades humanas, la encuentro bastante completa e informativa, va más allá de la generalización sobre las necesidades humanas y me gusta el hecho de que tome en cuenta cosas que muchos le restan importancia como lo es el afecto.

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