Reforma Laboral

La reforma laboral va. Una de las últimas apuestas legislativas del presidente Felipe Calderón se dirige a ser aprobada en los próximos días por la Cámara de Diputados.

Luego de 40 años, y de más de 300 iniciativas congeladas, la reformad más agresiva en materia de trabajo ya viene. Y con ello, advierten los especialistas, sus efectos: se hará más precario el empleo; todos los trabajadores, los públicos y de los de empresas privadas, tendrán menos derechos y se anulará la estabilidad del empleo.

Quienes respaldan la iniciativa piensan lo contrario: que ayudará a incrementar la productividad, a reactivas la economía y generar más empleos.

Lo que es un hecho es que las nuevas figuras para los trabajadores entrarán en vigor: contratos a prueba, de capacitación inicial y por horas, así como la regulación del outsourcing. Con ello se facilitará, dicen sus críticos, la imposición de bajos salarios y la prolongación de jornadas de trabajo a cambio de la permanencia en el empleo.

Manuel Fuentes Muñiz, ex presidente de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, sintetiza: “El proyecto no crea empleos, simplemente los abarata”.

Tanto como a $7.70 la hora. Treinta pesos si les toca trabajar cuatro horas.

Antes de que el Tribunal Electoral del Poder judicial de la Federación (TEPJF) declara válida la elección presidencial y entregara a Enrique Peña Nieto la constancia de mayoría que lo avala como ganador de la contienda, el priista había acordado con Felipe Calderón aceptar toda “iniciativa preferente” enviada al Congreso, a cambio de su presidencia recibiría apoyo total.

De ahí que el TEPJF resolviera el 31 de agosto sobre la validez de la elección; un día después Calderón envió a San Lázaro la propuesta de reforma laboral como “iniciativa preferente”, lo que obligaría a los disputados a resolver en 30 días y al Senado en un término igual.

Políticos cercanos a Peña Nieto revelaron lo anterior y detallaron que parte de la negociación entre el priista y el panista fue que legisladores del PRI y del Partido Verde no cuestionaran el derecho del Ejecutivo a presentar la iniciativa con carácter preferente.

Dicha revelación y el posicionamiento del PRI en la Cámara de Diputados adelantan que la iniciativa de reforma laboral de Calderón “no pasará” tal cual, pero se aprobará con cambios.

La Presidencia emitió un comunicado donde informó que ambos acordaron que una vez otorgada la declaratoria de presidente electo a Peña Nieto “iniciarán un proceso ordenado de transición administrativas y política”:

Lo que el comunicado no informó fue la moneda de cambio que Calderón le impuso a Peña Nieto por su “apoyo total” para que alcanzara la Presidencia.

FRICCIONES EN LA CÁMARA

La celeridad con que fue enviada la iniciativa y el tiempo fatal de 30 días para que sea discutida en la Cámara de Diputados y 30 días más en el Senado provocó fricciones en San Lázaro, primero para constituir la Comisión de Trabajo y Previsión Social y luego por el breve tiempo de discusión del dictamen: apenas dos días.

El PRI rechazará esta propuesta, se reservará el tema de contratación colectiva y derecho de huelga, y presentará reservas sobre trabajo de menores, normas contra la discriminación; agilización de los procedimientos laborales; profesionalización de autoridades laborales; trabajo en minas; productividad, capacitación y adiestramiento; jornaleros agrícolas; salario por unidad de tiempo; modalidad de contratación y subcontratación.

La iniciativa de Calderón afectaría directamente a los sindicatos agrupados en la CTM, CROC y CROM, no así al SNTE ni al sindicato petrolero, que está en el apartado B del artículo 123 constitucional.

Las mismas fuentes aseguran que hay una fuerte resistencia de los legisladores de Acción Nacional para aprobar la iniciativa de Calderón tal como fue presentada.

Los temas a reservar por el PAN son, entre otros: contratación temporal, subcontratación, requisitos para el reconocimiento de huelga y el tema de los conciliadores que deberán tener las juntas de Conciliación para evitar que los conflictos lleguen a juicio.

FRENTE DESARTICULADO

Adolfo Orive, diputado del PT e integrante de la Comisión de Trabajo, insistió en que el Frente Legislativo Progresista se reservará “casi toda la iniciativa. Lo nuestro no son sólo reservas, es una propuesta distinta de reforma laboral”.

En entrevista, el propi Silvano Blanco sostuvo que el PRI y el PAN ya traen un proyecto de dictamen, pero que el PRD acordó no avalar nada que lesiones los intereses de los trabajadores: “Hay una posición ya condensada y ahí están el PT y el MC”.

Adelantó que si en el dictamen no se toman en cuenta redacciones alternativas, entre ellas la del PRD, se rechazará en lo general. “Pero si quitan lo que afecta a los trabajadores, el PRD valorará su voto”.

La iniciativa de reforma laboral que el presidente Felipe Caderón envió a la Cámara de Diputados con carácter de “preferente” el sábado 1- y que a más tardar el 1 de Octubre debe de ser votada en el pleno- tiene más que agitado al mundo sindical.

Lo que trae con los pelos de punta a los líderes sindicales- ya ni siquiera a los propios trabajadores- es que la iniciativa presidencial tiene un claro propósito, no económico sino político, y propone acabar con los abusos y los privilegios de quienes les han permitido eternizarse en el cargo y manejar a su capricho las cuotas de los trabajadores. En la mayoría de los sindicatos sus afiliados desconocen cuánto dinero reciben sus dirigentes y en qué se lo gastan.

Son dos grandes temas los que trae la reforma laboral, que tiene en sesión permanente a la Comisión del Trabajo de la Cámara y en febril cabildeo a los líderes sindicales.

Uno es lo que se ha dado en llamar la “flexibilización del mercado laboral”, el sus dos vertientes; facilitar el acceso a un puesto de trabajo a través de nuevas modalidades de contratación y hacer más fácil también la conclusión de una relación laboral.

El otro tema es, justamente, el de los sindicatos. La iniciativa de Calderón va dirigida al corazón de la vieja estructura del PRI y plantea que las directivas gremiales sean electas mediante el voto libre, directo y secreto, para acabar con lo que ocurre en la mayoría de los sindicatos: que los líderes son electos en asamblea y el voto es a mano alzada, lo cual impide qa los trabajadores mostrar sus preferencias.

También obliga a las directivas sindicales a hacer algo que no acostumbran, rendir cuentas a sus agremiados. Según la iniciativa calderonista, las dirigencias deberán entregar a todos los sindicalizados un resumen de los resultados de

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