Reglas básicas Para Conseguir Una Buena Traducción técnica
Enviado por monserrattm16 • 19 de Abril de 2013 • 1.071 Palabras (5 Páginas) • 653 Visitas
A la hora de realizar una traducción en los campos de la Química, la Farmacia, la Medicina y otros afines, debe considerarse que la traducción consiste en conseguir el equivalente más exacto posible de un texto original a un texto de destino.
En la traducción técnica, entender bien este mensaje es fundamental porque se divulgan conocimientos, tecnología, se adquieren derechos y expectativas. Hay que hacerlo bien porque la traducción técnica nunca te perdonará un error.
A continuación, aprovechamos este espacio para presentarles unas reglas básicas para obtener una traducción técnica fiel, rigurosa y precisa.
1) Respetar el contexto.
Un traductor sin contexto no es nadie. Es imposible obtener una buena traducción sin considerar en qué escenario nos movemos, a quién va dirigida, para qué fin, etc.
No es lo mismo traducir una patente o un manual, una página web, un artículo científico o un consentimiento informado. Cada documento tiene unas necesidades específicas que un traductor debe conocer y dominar. Primero hay que entender para definir una estrategia de traducción. Sólo si estamos seguros de entender podremos traducir.
2) Obtener información previa.
Hay que recabar información sobre el tema en cuestión. Es clave estar al día sobre los conocimientos incluidos en nuestra traducción, recurriendo a material ya publicado o similar traducido con anterioridad u otros documentos de referencia. Así será útil consultar la información relacionada con el texto a traducir, que puede encontrarse en libros de texto, tesis doctorales, manuales, patentes ya concedidas del mismo campo e incluso en foros especializados.
3) Trabajar la terminología y localización del texto.
Antes de empezar una traducción, debemos localizar diccionarios y glosarios (impresos, on line en Internet) sobre el/los tema(s) implicados en la misma.
Realizar un glosario previo con los términos más importantes será de gran ayuda.
Y cuidado con los problemas de localización. Debe utilizarse siempre, en nuestro caso, un español neutro que evite malas interpretaciones en los países de destino. Elaborar tablas con equivalencias según regiones será de gran ayuda y evitará más de un malentendido.
4) Vigilar la gramática y la ortografía.
Una buena traducción debe reproducir con exactitud y precisión lo expresado en el idioma de partida, incluyendo ambigüedades, dobles sentidos y giros que haya podido incluir el autor. Deben respetarse siempre las reglas de ortografía y gramática del idioma de destino.
Por ejemplo, no es inusual encontrarnos con anglicismos en la adjetivación, es decir, se traslada al español el sistema inglés de formar adjetivos añadiendo –al al sustantivo, inventando así adjetivos que no existen en español. Un ejemplo sería traducir fungal como fungal en vez de fúngico, o chromosomal como cromosomal en vez de cromosómico.
Especial cuidado merece el abuso de los adverbios terminados en –mente. Por ejemplo, remarkably. Es fácil caer en la tentación de optar por notablemente cuando sería más correcto hablar de es notable; o términos aceptados en inglés como industrially cuya traducción directa al español como industrialmente resulta muy forzada, siendo preferible en este caso traducirlo como a nivel industrial o incluso desde el punto de vista industrial.
Cuidado también con las frases demasiado largas. Nuestro idioma añade palabras en la traducción y ello puede contribuir a la pérdida de precisión en la traducción. Una traducción técnica debe ser clara, precisa, directa,
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