Reinos Romano germánicos

Reinos Romano germánicos

Tres grupos invasores se instalan en la península ibérica; los suevos en Galicia, alanos en Portugal y vándalos en el sur de España. Los burgundios, en Provenza.

Al sur del Loira, se encontraban los visigodos. El emperador les ordena sacar a los invasores de España. Esto tiene como consecuencia que se forme un reino visigodo en España. Al imperio solo le pertenecía el norte de la Galia e Italia.

Pero la situación de los emperadores del imperio era complicada, ya que eran los “títeres” de los reyes barbaros. Por eso, cuando ya no los necesitaron, uno de los barbaros, Odoacro les quito el poder y se lo quedo él. Su reinado no fue duradero ya que el emperador de Oriente quiso recuperar la península y se lo encomendó al rey de los ostrogodos, Teodorico. Este derrota a Odoacro en 493 y, en vez de recuperarla para el emperador, instala un reino independiente.

Según Romero: los primeros reinos en desaparecer fueron los suevos y alanos debido al golpe de los visigodos. Esto también provoco el movimiento de los vándalos, que se establecieron en el norte de áfrica hasta la invasión bizantina en 534.

Según apuntes: En  primer lugar desaparecen los vándalos (siglo V-VIII). Su caída es debido a que no pudieron establecer bases firmes, ni lograron una organización política ya que no aceptaban a los romanos y tampoco los elementos jurídicos que estos presentaban.

El reino de los ostrogodos fue fundado en el 493 por Teodorico. Durante su reinado (hasta su muerte en el 526), hubo una clara hegemonía sobre los demás reyes barbaros debido a su fuerza militar, habilidad política y sabia prudencia. Teodorico aspiraba a legitimar su poder, por lo tanto, mantuvo una buena relación con el emperador de Constantinopla y ajusto las normas para que no afectaran esto. Su política fue imitada por los otros RRG, por eso se considera que fue el primero en fusionar los reinos germánicos con romanos. El legado de los ostrogodos fue su sabiduría política en la asimilación de los conquistados, que consistió en asegurar sus derechos civiles.

Solamente en sus últimos años de vida tuvo una disputa con Constantinopla por una sospecha de que la corte imperial quería despojarle su reino. La represión fue dura. A pesar de todo, el problema con el imperio se solucionó.

Luego de la muerte de Teodorico, se desarrolló una guerra entre los ostrogodos por el poder, conocida como “Guerra Gótica”. Al mismo tiempo, los lombardos instalan un imperio muy fuerte en Italia.

El imperio bizantino, ya con Justiniano, emprendió una campaña contra ellos que termino en sus caídas. Después de esto, el sur de Italia queda dividido en dos condes (Benevento y Espoleto) dirigidas por nobles ostrogodos. El imperio Bizancio hizo otra intervención a cargo de los generales Belisario y Narses, pero esta vez en África.

Los reyes del reino burgundio siguieron con la política de asimilación de los conquistados de los ostrogodos. Pero, fueron demasiado débiles para resistir el avance del pueblo franco.

El reino visigodo al principio estaba ubicado en la Galia y España. Debido a la derrota frente a los francos se quedaron solo con España. Sufrieron un tiempo la intervención de Teodorico. Luego, la invasión bizantina a la cual logaron expulsar. Esto provocó una pérdida de escasos territorios y la adopción definitiva del catolicismo ortodoxo. Este reino logró sobrevivir hasta principios del S VIII donde sucumbió ante la invasión musulmana.

Los anglos, jutos y sajones eran pueblos rivales entre sí y se instalaron en Bretaña. No tenían comunicación con los pueblos romanos. Se conoce como heptarquía al periodo en el cual se organizan en numerosos estados autónomos que luego se agrupan en 3 estados definidos: Northumbria, Anglia y Mercia. El elemento que unifica a los pueblos es la cristianización, debido a la llegada de los monjes. Los tres estados se sucedieron en hegemonía hasta el S IX.

El reino franco fue fundado por Clodoveo. Él se encarga, al comienzo, de unificar los pueblos francos y establecerse como jefe. Con esto, comienza una expansión. Clodoveo se convierte al cristianismo y, gana legitimidad de la Iglesia y un apoyo de la aristocracia.  La familia reinante era la Clodoveo Merovingia. A mediados del SVI, eran el pueblo más fuerte y poderoso de Occidente (ejercían una hegemonía en la región).

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