Relato Cooperativismo
Enviado por mafe1002 • 16 de Septiembre de 2013 • 12.309 Palabras (50 Páginas) • 223 Visitas
Relato Breve
del Cooperativismo
Autor: Mikel Lezamiz
Jefe del Gabinete Sociológico
de Otalora
INDICE
1. Socialismo Utópico 5
2. Los Pioneros de Rochdale 12
3. Experiencias Cooperativas después de Rochdale 19
4. Cooperativismo en Italia 26
5. Cooperativismo en Israel 28
6. Autogestión en Yugoslavia 32
7. El sistema Danés 34
8. Cooperativismo en Suecia 35
9. Cooperativismo Español 36
10. Cooperativismo Vasco 43
BIBLIOGRAFÍA 47
RELATO BREVE DEL COOPERATIVISMO
Existe disparidad de opiniones entre los teóricos para definir lo que es el cooperativismo. Hay quienes opinan que el cooperativismo no es una doctrina política por cuanto que no prescribe normas para la función ni la organización del Estado, ni para las relaciones de éste con el individuo. Dicen éstos que es simplemente un plan económico.
Otros por el contrario opinan que sí es una doctrina económico-política que con un espíritu práctico “propugna la cooperación en el campo económico y social como medio para lograr que los productores y consumidores, integrados en asociaciones voluntarias denominadas cooperativas, controlan la producción, eliminando de ese modo de la vida económica la competencia imperfecta, el espíritu de lucha y el asalariado” (Diccionario Larousse).
De una forma o de otra, el cooperativismo es un hecho económico y social que es parte imprescindible de la vida de muchos Estados y que cada día está alcanzando mayores cotas de importancia en la vida económica de todos los países del mundo.
En el cooperativismo se sustituye el incentivo del lucro individual por el concepto del servicio colectivo y la solidaridad. Es por ello que todos los gobiernos y países del mundo permiten y apoyan, en mayor o menor medida, la adopción de sistemas cooperativistas de uno u otro tipo.
En cierto modo las instituciones cooperativas son muy antiguas. Existen analogías entre las cooperativas actuales y algunas formas de organización de los antiguos griegos y romanos y de la Edad Media. Las lecherías comunes en Armenia, las asociaciones de arrendamiento de tierras en Babilonia, las confraternidades de sepultura y las compañías de seguros artesanales entre los griegos y romanos, los pastos colectivos y las asociaciones de pescadores en
Rumania, son algunos ejemplos de organizaciones análogas a las cooperativas contemporáneas, pero que no mantienen ningún nexo de unión histórico.
Son, quizás, una muestra de las manifestaciones del instinto comunitario que existen en el hombre racional.
Aunque la idea de cooperación contemporánea no es exactamente a la que los socialistas utópicos la propugnaban, se admite que los orígenes de las ideas cooperativistas proceden de estos socialistas utópicos y básicamente de las ideas propugnadas y puestas en práctica insistentemente por inglés Robert Owen.
La palabra Utopía significa ilusión, anhelo. Es lo que se sueña y la mayoría de las veces es irrealizable.
La palabra Utopía debe su nombres al inglés Tomás Moro por su obra de 1516 “Utopía”.
Utopía es un país imaginario situado en una isla del Pacífico. Su sistema económico está organizado en torno a un conjunto de pequeñas comunidades, que dentro de un sistema comparable al de las modernas cooperativas, produce lo necesario para satisfacer las necesidades de la colectividad. No existe la propiedad privada y el egoísmo de posesión engendrado por ella se sustituye por sentimientos de solidaridad. Los medios o instrumentos de producción son de propiedad común. No hay división de clases. Se trabajan seis horas diarias, pero el trabajo es obligatorio para los jóvenes y sanos. Los ancianos y enfermos disfrutan de atención y pensiones. La educación es también obligatoria e igual para todos. Hay libertad religiosa e igualdad entre sexos. Los grupos que dirigen tienen poderes muy limitados y se eligen democráticamente por mayoría. El recreo, el descanso y las diversiones son parte importante e imprescindible de los derechos de los ciudadanos (ocio activo).
Su teoría está basada en la fe y la cordura del hombre y en la capacidad que tenemos de encontrar por nosotros mismos guiados por la razón y el altruismo, la salida a las necesidades humanas.
Pero ya en plena Revolución Industrial se comienza a hablar de Cooperación y a desarrollar a primeros del Siglo XIX la teoría filosófica del cooperativismo. Son los llamados socialistas utópicos los que generan esta doctrina económica.
En Francia en Conde Henri de SAINTSIMON (1760-1825) predica la aplicación práctica de los Principios del Socialismo cristianismo proclamando la exaltación de la fraternidad humana sobre el afán de lucro. La propiedad debe ser socializada y la diferencia en las retribuciones no debe llegar nunca a crear clases económicas ni extremos de riqueza y pobreza.
Era una reacción contra el individualismo y el liberalismo surgido a raíz de la nueva sociedad propugnada por la Revolución Francesa de 1789.
Pretendía evitar la explotación del hombre por el hombre preconizando el trabajo asociado de los productores industriales. Sin embargo, la organización debía confiarse a un comité de banqueros, científicos y capitanes de la industria (gobierno de los sabios) donde con una organización centralizada y dirigida por estos sabios se realizaría la transformación social de los hombres.
Saint-Simon fue un gran precursor y defensor del pacifismo, feminismo, europeísmo y del socialismo cristiano y muchas de sus teorías han sido adoptadas además de por Carlos Marx, por todo tipo de corrientes, como el movimiento gaullista y los socialistas del llamado Tercer Mundo en este Siglo XX.
El también francés Charles FOURIER ( 1772-1837) critica duramente
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