Reporte de Lectura: La Música Tradicional Mexicana

• Título:

“La Música Tradicional Mexicana: Entre el Folclore, la Tradición y la World Music”.

• Autor:

Héctor Vega.

• Resumen:

La globalización y la producción de música masiva han dado como resultado una difuminación de entre lo tradicional y lo comercial. Lo tradicional va ligado a los usos de las expresiones musicales en un contexto social, en un ambiente grupal, étnico, religioso, ideológico, y que por tanto no tiene que ver con términos comerciales sino con un uso comunitario.

La música tradicional de México es producto de un proceso de interculturalidad que se da en un contexto de constantes migraciones, es el resultado de los procesos de mestizaje que se dieron desde la época de la colonia, es un híbrido de tres líneas de posibilidad creativa musical: la música europea, la música indígena y la música negra. La época novohispana es considerada en un punto como el origen de las expresiones musicales puramente mexicanas.

La inmigración es un proceso social que además del traslado de gente, significa el traslado de la cultura. Existe la posibilidad de que nunca se sepa sobre el origen de los grupos étnicos que aportaron también su cultura y su música en la conformación de las diferentes identidades regionales del México colonial.

La música tradicional de son jarocho es parte del ritual del fandango, es una música puramente colectiva, que se ejecuta en conjunto, es un producto social por excelencia. El jarocho tiene un mito fundamental, un sentido social, y su sociedad, la sociedad cosmopolita novohispana o caribeña, que da vida a un estereotipo cultural. El fandango es una fiesta tradicional y el son, hecho de cuerdas y madera, es el canto y el ritmo que dirige este ritual; se trata de un producto popular que a lo largo de los años se vuelve una tradición.

Con la llegada de Miguel Alemán Valdés a la presidencia nacional el son jarocho y otras expresiones culturales de Veracruz tienen un impulso muy fuerte en las cadenas de radio y televisión, y es donde se comienza a transformar el sentido tradicional de esta música, convirtiéndose en un producto cultural para los medios de comunicación y la nueva burguesía nacional. La entrada de lleno de los medios de comunicación en las zonas rurales, hace que la gente abandone poco a poco el uso del fandango como fiesta popular, como tradición, y cada vez más se incline por otras expresiones musicales foráneas y promovidas en la radio y la televisión, como el mariachi, la marimba, el rock and roll y las baladas románticas.

El interés por el rescate del son jarocho se da porque hay una toma de conciencia por parte de un grupo de músicos folcloristas que deciden que había que comenzar por rescatar todo el gran repertorio que estaba olvidado en las comunidades rurales del sur de Veracruz. Juega un papel importante la intervención del Estado en el apoyo de diversos proyectos culturales, que a lo largo de los años noventa le dieron forma a lo que hoy se conoce como el movimiento jaranero.

El mariachi es representante de un estereotipo popular y se trata de la representación de un músico profesional. Su repertorio incluye sones, jarabes, música para fandangos, y música para bailes como el vals y el chotis. Su instrumentación se compone de cuerdas, violines, guitarrones, vihuelas, jaranas, arpas, salterios y guitarras. Son gente de pueblo; el mariachi es representante de una verdadera expresión musical popular, de la gente que es el fundamento del nuevo pacto social. Tanto el mariachi como

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