Reporte del libro “El mejor negocio eres tú” – Reid Hoffman y Ben Casnoc.

El mejor negocio eres tu

Enviado por YesicaSNchez 05/11/2013 2390 Palabras

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Reporte del libro “El mejor negocio eres tú” – Reid Hoffman y Ben Casnoc.

Capítulo 1. Todos los seres humanos somos empresarios.

En éste capítulo el autor menciona que todos nacemos siendo empresarios, esto no significa que nacimos para fundar empresas sino mantener y hacer crecer nuestra propia empresa que es nuestra carrera.

Así mismo, menciona cómo durante años hubo un sistema en Estados Unidos que permitía a las personas crecer en su carrera ya fuera solos o acompañados de personas con más experiencia que los ayudaban y después iban bajando de nuevo por la “escalera mecánica” para permitir a personas más jóvenes o recién egresados tomar sus lugares y subir por la escalera mecánica.

Hoy en día es distinto y todos compiten por las mismas oportunidades y trabajos sin importad edad, raza, etc. “La lealtad profesional ahora circula horizontalmente desde y hacia tu red de relaciones y ya no verticalmente hacia tu jefe.”

En el libro el autor nos dice que el mejor negocio somos nosotros y que necesitamos una mente emprendedora para poder aprovechar posibilidades y oportunidades y enfrentar de manera correcta los desafíos profesionales. Él da un ejemplo de su empresa “LinkedIn”, cómo surgió y cuál era su propósito; cómo fue creciendo y la dimensión e importancia que tiene hoy en día.

Da algunos ejemplos sobre empresas que crecieron y que después se vinieron abajo como General Motors y Chrysler, que por no querer cambiar y adaptarse las nuevas

tecnologías y necesidades de la sociedad, cayeron en bancarrota.

Otro ejemplo es cómo surgió Netflix y cómo lograron adaptarse a los cambios que fueron ocurriendo poco a poco, logrando convertirse en una empresa de grandes dimensiones que no se queda dormida en sus laureles y que es ágil y movediza, siempre en fase de pruebas. El mantenerse en “beta permanente” permite a las empresas y a cada uno de nosotros como empresa, crecer y enriquecernos con desafíos y oportunidades. “Mantente ocupado viviendo, o mantente ocupado muriendo. Si no estás creciendo, es porque te estás contrayendo. Si no estás avanzando, es porque estás retrocediendo.”

Capítulo 2. Crea una ventaja competitiva.

Ser mejor que los competidores es algo básico para la supervivencia que un empresario. Todos compiten con todos y alguien tiene algo mejor que ofrecer que tú.

El intentar ser el mejor del mundo en algo te va a volver el mejor del mundo en nada porque no te estas enfocando o especializando en algo específico. En lugar de intentar ser el mejor del mundo en todo, tenemos que ubicarnos en un campo más realista y específico que permita que nos volvamos los que ofrecen lo mejor en algo en especial.

Analizar y evaluar nuestras ventajas competitivas es algo que debemos hacer siempre, porque todo cambia. Las fuerzas que constituyen la ventaja competitiva son los activos, nuestras aspiraciones/valores, y las realidades del mercado.

Los activos son lo que poseemos en este

momento, lo que ya funciona en nuestra vida.

Hay dos tipos de activos profesionales: los intangibles que son los que no pueden intercambiarse directamente por dinero como la información, el conocimiento, la confianza de nuestros clientes, nuestra reputación y estilo personal, y los tangibles que son los que se presentan en un balance general: el dinero con que contamos, acciones, posesiones materiales, etc.

La combinación de los activos que poseemos no es algo fijo y siempre podemos invertir en nosotros para reforzarla. Hay que buscar convertir nuestros puntos débiles en ventajas.

Por otro lado, las aspiraciones son los deseos más profundos, nuestras ideas, objetivos y visiones del futuro, más allá del mundo real y de nuestra lista de activos. Esto incluye nuestros valores. Si trabajamos en algo que nos importa, trabajaremos más y mejor. “Tus aspiraciones dan forma a tus actos, pero tus aspiraciones están a su vez formadas a partir de tus actos y tus experiencias. Tú te vas rehaciendo a medida que creces y que el mundo cambia. Tu identidad no puede ser encontrada, debe surgir.”

La realidad del mundo es la pieza final del rompecabezas. Un producto no se va a vender si no hay clientes que lo necesiten o que lo deseen sin importar que tan excelente sea. De la misma manera, nuestras cualidades, experiencias y otros activos intangibles, sin importar lo especiales que creamos que son, no serán una ventaja a menos que respondan a las necesidades de un mercado

activo.

El mercado no es algo abstracto, está formado por personas que toman decisiones que nos afectan y cuyas necesidades debemos satisfacer.

“Capacitarte en algo determinado, no te brinda automáticamente en una ventaja competitiva. Que seas bueno en algo (activos), o que algo te apasiones (aspiraciones), no implica necesariamente que alguien te pagará por hacerlo (realidades del mercado). Después de todo, ¿qué pasa si otra persona puede hacer lo mismo por menos dinero, o simplemente hacerlo mejor? ¿O qué sucede si no hay demanda para tus aptitudes? No es precisamente una ventaja competitiva… Igualmente, seguir tu pasión no conduce por sí solo a una carrera floreciente. ¿Y si eres apasionado pero menos competente que otros? Ser un esclavo de las realidades del mercado tampoco es conveniente: si hay pocas enfermeras en los hospitales, no significa que tú debas dedicarte a la enfermería. No importa cuál sea la demanda, tú no serás más competitivo a menos que tus pasiones y tus activos estén juntos en juego.”

Capítulo 3. El plan para adaptarse.

Muchos libros que han vendido millones de copias hablan sobre cómo lograr objetivos, planificar la vida y cómo es necesario tener una pasión y un objetivo en mente para poder lograr esos objetivos finales que uno se planteó, pero el autor comparte cómo hoy en día ese tipo de abordaje en la planificación de una carrera presenta serios problemas: primero, supone un mundo estático, y el paisaje profesional

ya no es lo que era antes. Decidir dónde quieres estar en diez años y formar un plan para llegar allí puede funcionar cuando tu entorno no cambia. La planificación convencional de una carrera puede funcionar en condiciones de relativa estabilidad, pero en tiempos de incertidumbre y de cambio constante es sumamente limitada, e incluso peligrosa. Tú cambiaras. El mundo a tu alrededor cambiará. Tus aliados y competidores cambiarán. Segundo, esa filosofía supone que es posible obtener un conocimiento de uno mismo preciso y permanente, pero cosas como

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