Requisitos de las aceras, para reducir las dificultades de las personas con discapacidad
Enviado por hembra • 8 de Noviembre de 2012 • Ensayo • 419 Palabras (2 Páginas) • 797 Visitas
Parte de la calle situada a cada lado de la calzada, pavimentada y ligeramente más elevada que esta, destinada al paso de peatones.
Una acera,1 , banqueta,2 vereda3 o andén4 es un camino para peatones que se sitúa a los costados de una calle o calzada.
En cuanto elemento del espacio público, en muchos países existen leyes que fomentan la remoción de las llamadas barreras de infraestructura de las aceras para así reducir las dificultades de los discapacitados. Se requiere que las aceras tengan rampas en las esquinas para permitir el tránsito fluido de personas en silla de ruedas. Sus dimensiones dependen del tránsito que deban soportar
Hace un tiempo pusimos un simpático vídeo en el post que titulamos Madrid no es para discapacitados, refiriéndonos a todos los que, por cualquier motivo, tienen algún problema de movilidad y, muy especialmente, a ese colectivo de personas que necesitan desplazarse en una silla de ruedas. Ciertamente que Madrid capital cuenta con aceras muy buenas (aunque quizás las mejores las hemos encontrado en Oviedo), con gran amplitud y rebajes en casi todas las esquinas. Pero, como en todo, el problema no es tanto las aceras en si mismas, sino en los obstáculos que colocan sobre ellas. De nada sirve una acera con rebajes en sus extremos, si en el medio te encuentras un obstáculo que impide el paso.
En las mañanas temprano y en las tarde, es frecuente encontrarse aceras obstruidas por los bidones de basura. Pero los peores son esos conductores para quienes, el mundo, parecer ser únicamente ellos y su vehículo. Algunos no tienen el menor inconveniente en montar las ruedas sobre la acera, delante del portal de un edificio, obstaculizando la circulación de personas e impidiendo la entrada y salida de sillas de ruedas.
Otros, como el de esta otra foto, no se dan cuenta que al estacionar el auto tan atrás, con las ruedas pegadas del bordillo, proyectan el maletero sobre la acera. En casos como el ilustrado, tratándose de un tramo de acera tan estrecho, impiden por completo el paso a las sillas de ruedas. Vamos, que, en los dos casos mostrados, no queda más remedio que dar la vuelta y buscar otras calles para circular. ¿Los conductores de los vehículos así estacionados? Muy bien, en sus casas sin saber el perjuicio que han causado… a menos que tu se lo hagas saber, dejándoles una nota escrita, sujeta en el parabrisas. Quizás no sirva de nada, pero quizás si. Nosotros pensamos que es una medida saludable llevar una libretita para estos casos
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