Reseña de cartas a un obrero

Hace cuarenta años, o un poco más, un modesto obrero salvadoreño, que se preocupaba por los problemas de su clase, dirigió una cartita al entonces joven escritos Alberto Masferrer, haciéndole la inquietante pregunta:

Aparece la casa del obrero Don José Mejía junto a su familia platicando en la sala de su casa; de como estuvo el día en su trabajo.

Buenas noches amor, como has estado? Como te fue en el trabajo. (le entrega la cena y llama a sus hijas para que se sienten en la mesa)

Contesta un poco preocupado: no también por que el trabajo ha estado escaso, el día de hoy no tuve muchos clientes, pero primero Dios mañana será otro día.

Mira viejo que es lo que traes en esa bolsa?

A pues fíjate que pase por el centro y compre este libro que al verlo me llamo la atención y como no tenía muchos clientes lo comencé a leer y está bien interesante es de superación.

Hay viejo vos en lo que te pones a gastar.

No creas , si yo hubiera terminado mis estudios y si el país no estuviera como esta, otra cosa fuera de nosotros, hace poco dicen que vino de Costa Rica un señor que se apellida Masferrer, yo ya lo he oído mencionar dicen que habla bien bonito y escribe libros, y que también da clases.

Me voy a dormir. Que ya es noche. Descansa que mañana será otro día y a ver cómo nos va en el trabajo.

Dormite, yo aún no tengo sueño y aprovechare para arreglar las cosas para mañana.

Ya entrada la noche Don José Mejía prepara sus herramientas para el trabajo arduo que le espera el siguiente día rogándole a Dios que sea un día próspero y abundante, para poder así solventar los gastos de la casa y pagar la educación de sus hijos. Cuando de repente le entra la inquietante pregunta por los problemas sociales que viven en el país y la situación que él al igual que sus compañeros pasa día a día en las calles.

(en lo que el narrador habla) en ese momento don José está sentado en la sala y empieza a buscar papel y lápiz para poder escribir, al encontrarlos se sienta y medita, si otra fuera mi situación pero como podemos cambiar las cosas yo solo aprendí mi oficio, porque a mis padres no les alcanzo para pagarme la escuela. Pero si nos ayudara el gobierno otra cosa fuera. Ya sé lo que hare le escribiré una carta a este mentado Señor Masferrer para saber qué es lo que opina de nuestra situación ¿Qué debe saber un obrero para ser instruido?

Es así como termina una noche más en la casa de don José Mejía. Descansando un poco para que al salir el sol, inicie un nuevo día con las mismas ganas de siempre y dispuesto a trabajar para llevar el sustento que como todo obrero lo gana con el sudor de su frente.

Se levanta muy temprano don José, y sale de su hogar a realizar sus labores; no olvidando aquella carta que por la noche escribió con mucho afán.

Ya me voy, cuidas de las niñas regreso por la noche.

En el camino, don José se desvió para depositar aquella cartita que con tantas ansias había escrito para que llegara pronto a su destino.

Casa de don Masferrer.

Estaba recién llegado al país, Don Alberto Masferrer pues había estado en Chile y Costa Rica, en donde se desarrollaba como educador y haciendo su labor de escritor.

(Tocan la puerta de la casa de Masferrer) sale el sirviente de masferrer y abre la puerta y pregunta: ¿que deseaba?

Aquí le traigo correspondencia al señor Masferrer. ( le entrega la carta y lo hace firmar)

Gracias. (Cierra la puerta) exclama: señor Masferrer le llego una carta.

(Aparece en escena; sentado en una silla con un libro en la mano) hace la pregunta ¿Quién es el que la escribe?

Pues vea aquí dice que la escribe un tal José Mejía, a saber quién será.

Dame acá esa carta.

Al tener la carta entre sus manos, inicia a darle lectura y cual su asombro al ver la inquietante pregunta que le hace Don José Mejía, por lo que queda en silencio.

Que pasa señor, es algo malo.

No pasa nada, solo que esta persona que escribe me hace esta pregunta ¿Qué debe saber un obrero para ser instruido? Muy interesante. Y pregunta que revela la preocupación de los problemas sociales que viven los obreros día con día.

No debería de prestarle importancia a esas cartas, usted tiene cosas más importantes que hacer. En fin ese señor ni se sabe quién es…

Se apagan las luces y solo se enfoca a Masferrer sentado en la silla. (con una mirada pensante)

Para otro escritor que no fuera Don Alberto, la preocupación del obrero don José Mejía, que es a quien nos venimos refiriendo.-talvez no habría cobrado la importancia que aquel quiso darle con su respuesta y cuando mucho hubiera dado lugar a una simple carta de complacencia; pero para don Alberto, hombre de temperamento emotivo y que se daba no solo en el artículo del periódico y en el aula, si no que solía ser de su plática cotidiana una catedra, aquella pregunta merecía una atención especial.

Y ¿Qué debemos saber? O cartas a un obrero. Constituye la parte medular del pensamiento sociológico de nuestro ilustre escritor. Y suponemos que asi nacieron estar cartas a un obrero, que revelan en el joven escritor la preocupación por los problemas sociales de su pueblo, a los cuales dedico las mejores y más grandes actividades de su vida intelectual. Así que veamos cómo se desarrollan estas cartas a un obrero en las que nuestro ilustre escritor le da respuesta a que es lo que debe saber un obrero para ser instruido.

Se abre el telón y aparece Masferrer con unas hojas dándole respuesta a la interrogante y hablando en vos alta.

Hay señor don jose mejia me pregunta usted que debe saber un obrero para ser instruido?

Para responder esta inquietante pregunta definire ante todo algunas palabras, para que ambos estemos colocados en un mismopunto vista.

Obrero: es la persona que gana su vida ejerciendo un oficio manual, por ejemplo un carpintero, costurera, un sastre o un zapatero.

Saber: es poseer un conocimiento pleno de una cosa; de tal manera que puede ponerse en práctica en todo lo que

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