Reseña de la obra ¡A vivir!

Reseña de la obra ¡A vivir!.

Estamos vivos, pero, ¿cuántas veces nos hemos preguntado si vivimos la vida que queremos o la que imaginamos?

La respuestas sólo las tiene uno mismo con base en lo que ha vivido.

Esta es una de las preguntas que uno se hace al término de la obra, la cual fue muy reflexiva y me hizo pensar mucho en como ‘vivo’ la vida que llevo ahora.

Desde la entrada se notó la emoción de los seguidores de la obra de Odin Dupeyron pareciera que ya la habían visto varias veces antes o que les habían recomendado esta obra, algo que me gustó fue que el actor tuvo el detalle de estar recibiendo a los asistentes en la entrada de el teatro.

Comenzó un poco después de la hora señalada, en la introducción invitaron a la concurrencia a que fuera un evento hermético, ya que se pidió no tomar fotos, ni video para respetar al autor lo cual se me hace lo más correcto ya que el mismo Odin Dupeyron es quien escribe y dirige dicha obra, de hecho él mismo lo pide de buena manera en los folletos que reparte la asistente.

La obra en sí, es un monólogo que hace reflexionar y pensar a las personas en diferentes facetas de la vida, tales como: el aspecto amoroso, económico y laboral; así como la interpretación y actitudes que tenemos ante situaciones que enfrentamos en nuestro día a día durante nuestra vida, en lo particular me gustó la forma en como tocó cada uno de los temas, de manera dinámica e interactuando con el público, la verdad hacía reír mucho.

La respuesta del público fue muy especial, ya que se creó un vínculo muy cercano entre el también productor y los presentes. El espectáculo duró apreximadamente 2 horas, que se fueron rapidísimo, fueron minutos llenos de aprendizaje y un sube y baja emocional, la verdad me identifiqué con varios aspectos que tocó durante la obra.

Al final, el escritor ofreció un área de debate en donde contestó preguntas, e hizo participar al público que se prestó en quedarse un poco más de tiempo. Después de el tiempo que dedicó a las dudas, bajó del escenario para firmar autógrafos de los libros que él mismo ha escrito y tomarse fotos con todos los que así lo quisieron. Y hasta hubo varios que se quedaron a platicar con él por un rato.

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