Respira.
Enviado por César Benítez • 22 de Febrero de 2016 • Ensayo • 481 Palabras (2 Páginas) • 174 Visitas
Respira.
Hay una colina, una colina muy empinada que se tiene que cruzar para llegar al departamento, una colina que con un vistazo fugaz te corta el aliento y te deja sin habla, no solo por el hecho de estar larga, ni tampoco porque está muy empinada… bueno, sí, tal vez eso sea lo peor, pero para una persona que tiene un pánico por el paisaje tan aterrador que se da al volver la cabeza hacia atrás y ver como cae la calle en picada pues sí, es difícil, y esta al ser una calle en la que suben carros pues se tiene que estar en constante alerta para no estorbar el camino, y las casa viejas y el indigete que vive en la banqueta no es algo sea agradable a la vista en ese largo tramo, mucho menos cuando se te acerca. Pero en fin, la colina, si la subes rápido no lo sientes al principio, pero cuando llegas a la explanada de arriba no puedes mantener el equilibrio de lo entumidas y adoloridas que te quedan las piernas; si la subes lento, avanzas los primeros metros y no es tan difícil hasta que llegas a la casa amarilla ,en donde se va empinando cada vez más, que al llegar a la mitad tienes que parar porque el aire esta tan frío y te lastima el respirar, tu cuerpo esta tan caliente que el seguir caminando hace que palpite tu cabeza, tus piernas choquen con tu abdomen con cada paso que das, el olor que desprenden los edredones y pedazos de tela del indigente hacen que resulte muy desagradable el tomar una bocanada de aire, que los perros que te ladran desde los techos de las casa hacen que quieras regresar y tomar un taxi solo para no tener que escuchar sus irritantes ladridos, pero… justo en ese momento, cuando empiezan los ladridos, si cierras los ojos y tienes suerte, hay ocasiones en que veras, en mitad de la oscuridad, una mancha de agua de colores pálidos y hermosos. En ese momento, si abres los ojos, la mancha empezara a dar forma y los colores se volverán brillantes, en ese momento, cuando llegas a la parte superior de la colina, con todas estas farolas que iluminan el lugar, donde ya no hay nada que subir mas que las escaleras del edificio, la tranquilidad se hace del lugar, los perros dejan de ladrar cuando sales de su vista y el lugar esta tan tranquilo, en ese momento respiras, y respiras, y respiras y te vas estabilizando poco a poco y tu garganta ya no está seca, y cuando recuperas el control de tus pulmones es cuando entras, y todo parece tan acogedor; descansas tus cuerpo y tomas agua, y el agua, que entra en cada espacio de tu cuerpo y te llena de tanto gozo y dicha, y te sientes tan puro.
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