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Enviado por moyel • 24 de Febrero de 2014 • 522 Palabras (3 Páginas) • 299 Visitas
4.2 Oposiciones semánticas antonímicas
Desde una postura diferente, a la que nos sumamos en este trabajo, se asume que la oposición antonímica se articula en marcas semánticas distintas, además de un contenido sémico común. Es decir, haciendo uso de la terminología inaugurada por N. S. Trubetzkoy, consideramos que se manifiesta como relación de “equipolencia”.
La aceptación de este presupuesto nos introduce en el análisis de las marcas semánticas comunes y diferenciales de los pares implicados, que nos permiten caracterizar una relación como antonímica y distinguirla de la relación de parasinonimia, en la que los rasgos comunes tienen un mayor peso que los diferenciales. Detengámonos, por ejemplo, los siguientes adjetivos, cuya definición extraemos del DRAE (ed. de 1992):
Valiente (DRAE: 1460) 1. p. a. ant. de valer. Que vale. 2. adj. Fuerte y robusto en su línea.3. Esforzado, animoso y de valor. Ú. t. c. s. 4. Eficaz y activo en su línea, física o moralmente.
Cobarde (DRAE: 348) 1. adj. Pusilánime, sin valor ni espíritu. Ú. t. c. s. 2. Hecho con cobardía.
Temerario (DRAE: 1386) 1. adj. Excesivamente imprudente arrostrando peligros. 2. Dícese de las acciones del que obra de este modo. 3. Que se dice, hace o piensa sin fundamento, razón o motivo. Juicio TEMERARIO.
Prudente (DRAE: 1194) 1. adj. Que tiene prudencia y actúa con moderación y cautela.
Mientras que las relaciones que afectan a los significados de los pares valiente / cobarde y temerario / prudente son antonímicas, la relación que une los pares léxicos valiente / temerario y cobarde / prudente se ajusta más bien, desde nuestro punto de vista, a la relación de parasinonimia. Ambas relaciones se apoyan en la equipolencia semántica y manifiestan un contenido común: modo de afrontar una situación. Sin embargo, las marcas que articulan dichas oposiciones ni son las mismas ni tienen el mismo grado de importancia. En el primer caso (valiente / cobarde y temerario /prudente), quedan de manifiesto dos marcas que indican dos grados ubicados en puntos extremos dentro de una escala graduable de valoración de una determinada actitud. La distancia entre ambos grados es tal que deja en un segundo plano el contenido sémico común. En cambio, en el caso de los parasinónimos (valiente / temerario y cobarde / prudente), las marcas que diferencian ambos elementos no indican una diferencia de grado en la escala objetiva sino que señalan distinta valoración de carácter subjetivo (positiva o negativa) de una misma actitud. Además, podemos aducir otras diferencias sémicas patentes en la combinatoria de cada uno de ellos: temerario y prudente se introducen en el campo de la valoración intelectual, frente a valiente y cobarde. Podemos representar ambas escalas de valoración, objetiva y subjetiva en distintos ejes:
Optamos, pues, por dar un paso adelante en la descripción de las
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