Resumen La Lluvia de Arturo Uslar

Todo empezó en el rancho de Jesuso y Usebia, Usebia despierta a Jesuso, quien duerme en su chinchorro, y le dice que está lloviendo, el sale a verificar y no siente gota alguna, sino el viento ardiente y seco que subía por la ladera el conuco. Se describe el maizal seco y la aridez del paisaje debido a que no ha llovido. Cuando sale el sol, Jesuso sale al conuco y se encuentra a un niño orinando, le pregunta unas cosas, como su nombre o de donde viene, el niño da respuestas que confunden de una forma algo grosera, el viejo le dice que vaya con el, llegan al rancho, donde Usebia estaba encendiendo el fuego para cocinar, Jesuso le presenta al niño, quien no le responde cuando pregunto quien era, así que tras un rato le viene el recuerdo de un perro llamado Cacique y decide que así llamarán al niño. Usebia empieza a hablarle y expresa el alivio que le da que haya aparecido, pues siente que Jesuso es muy seco y callado, menciona también el problema de la lluvia que no empieza nunca. El niño había cambiado el ambiente del rancho, pensaban con ternura en objetos que antes nunca habían tenido importancia. Después de comer Jesuso se fue a caminar por las siembras y las laderas, pero volvió poco después, lo que extrañó a Usebia, y se echo en el chinchorro, empezaron a hablar sobre lo que harían cuando lloviera, como hacer otra siembra y ganar dinero a partir de la misma, y comprar cosas para ellos y para Cacique, quién, se dieron cuenta, había desaparecido de su vista, así que Usebio lo fue a buscar, y al salir, el cielo estaba cubierto por las nubes negras y se sentía una brisa fría. Jesuso comenzó a andar por la vereda mas ancha del conuco mientras buscaba a Cacique y lo llamaba, lo buscó por todas las veredas y entre los tallos de maíz, caminaba mecánicamente, cambiando de velocidad, deteniéndose y hallándose de pronto parado en otro sitio. Veía como todo a su alrededor iba desdibujándose y haciéndose gris, como de sustancia de agua, de pronto escuchó la voz de Cacique, trató de seguirla mientras lo llamaba, pero termino solo entre la lluvia, empapándose y sintiéndose completamente calado en ella, ya no sabía si iba a regresar, miraba como entre lagrimas a través de los claros flecos del agua a la imagen oscura de Usebia, quieta entre la luz del umbral.

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