Resumen libro el himno del ángel parado en una pata
Enviado por betti • 22 de Abril de 2012 • Resumen • 1.767 Palabras (8 Páginas) • 1.179 Visitas
Resumen libro el himno del ángel parado en una pata
Hidelbrando del carmen, es un niño de tan solo trece años, vende pan amasado, empanadas, y el diario (el mercurio), que solo vende 33 y los reparte a distintos lugares, uno de ellos es en la casa de los altos, donde vivían las prostitutas, azuquita con leche es la primera puta que había conocido. Asiste a la iglesia Pentecostal, en el patio de esta se levanta su casa, la cual esta empapelada de diarios, la mayoría historietas.
Su religión evangélica le prohíbe bastantes cosas, como por ejemplo asistir a los bailes, tocar la guitarra oír música que no sea religiosa y asistir al cine, cosas consideradas mundanales que la religión abominaba.
En su pieza, tenia una foto de Rosita quintana, una exuberante actriz mexicana, que había robado una tarde desde una de las carteleras del cine la Torre.
A Hidelbrando le gustaban las rancheras y también dibujar, lo cual hacia muy bien, en el colegio lo llamaban para que dibujara en la pizarra, ya sea en historia los personajes históricos o en biología el cuerpo humano.
Vivía en Algorta y a los 12 días de irse a vivir a Antofagasta fue profetizada la muerte de su madre, tenia dos hermanos, que poco recordaba, su hermano boxeador y su hermana la “reina de la primavera”. Aunque siempre recordaba la Ja nunca se cansaba de admirar el paisaje de Antofagasta, casas de colores, edificios, los jardines ¡las abejas!
Frente a la Iglesia vivía Mireya Sofía, su primer amor, tenía los ojos verdes y el pelo claro, le decían la rubia Mireya, Hidelbrando comenzó a acercarse a los hermanos y primos de Mireya, los cuales lo invitaban a malones, pero Mireya solo le regalaba una que otra mirada, el pensaba que para conquistar a una niña así debía saber baila, nadar y andar en bicicleta, enamorado, dejó de pintar imágenes bíblicas y comenzó a hacer un retrato de la rubia Mireya.
Fue invitado a la playa por los hermanos y primos de Mireya, Irian con María del mar (novia de Robert Tilor) y con Mireya, quien no le quito la mirada en todo el viaje, a la noche hicieron una fiesta y Mireya lo sacó a bailar, bailó con el todas las baladas y boleros, el le dijo que estaba haciendo un retrato de ella, y fueron a verlo a la casa, ella lo besó, arrancó el retrato de sus manos y corrió a su casa. Al día siguiente supo que el loco huiro (primo de Mireya) lo buscaba para pegarle.
Tenorio López, casado con Orlanda Purísima del Rosario, el cantaba rancheras y lo conquisto la gloriosa voz de Orlanda, quería que cantara con él, pero fue él quien abandonó su grupo para quedarse con ella. Tienen 7 hijos, seis hombres y una mujer, bautizó a cada uno de sus hijos con un nombre bíblico.
El mercado, siempre lleno de embusteros, a los cuales hidelbrando ayudaba de vez en cuando como palo blanco les conocía todos los trucos y movimientos, tanto así que podía distinguir entre la multitud espectadora a los cómplices, a los ingenuos y a los que sólo iban a pasar el rato.
En uno de los actos uno de los indiecitos pidió a una persona que hiciera de ayudante, alguien sin miedo a nada, a la persona más valiente del público, el Pellisca la luna empujó a hidelbrando al momento que decía: ¡Aquí hay uno!, hidelbrando cansado del abuso de pellisca la luna lo agarro y de una sancadilla lo dejo en el suelo, botando todo a su alrededor comenzó la pelea, cuando hidelbrando se encontraba bajo su oponente, no daba más y sangraba de narices tomó a Ofidiana Otilia Fidelisa, la culebra del acto y se la puso en el cuello al pellisca la luna, cuando el indiecito dio cuenta de lo que sucedía con su lugar de “trabajo” procedió a echar blasfemias a la multitud, hidelbrando se escabullo entre la gente, huyendo del lugar.
Se dirigió al mercado y pasó el rato en uno de los baños de este, mientras recordaba el baño de su casa, una pequeña letrina de madera adosada a la Capilla, el cual ocupado por tres familias y algunos hermanos de la Iglesia en la semana, ningún mal olor ni dibujo obsceno, como los que estaba presenciando, luego se dirigió a almorzar, donde siempre lo hacia, a la cocinería Rosita, la única cocinería sin manteles de hule, sino con manteles blancos hechos con sacos harineros, iguales a los que cosía su madre, con peras y manzanas bordadas, Hidelbrando recuerda su vida en la pampa y que con el esfuerzo de su padre como minero le dieron una casa en la calle Chacabuco, ahí su madre se las arreglo para conseguir un crédito con el patrón con lo que compro platos tazas y servicios para tener pensionistas en la casa, a lo que entra una pareja a la cocinería y se sientan frente a su mesa, venían con una niña pecosita de mas o menos 14 años, parecía su nieta, el imaginaba que le diría si la niña se encontrase sola, le diría que tenia unos ajos de ángel.
La niña se va y el se acuerda que su madre decía que las pecas en el rostro de las niñas eran besos de Ángeles.
Luego fue al cine y se le vino a la mente la Rubia Mireya, hace ya un año no sabia nada de ella, La última vez que la había visto fue en un incidente con un ropero. Parece que sus padres la habían enviado a Mejillones.
Cuando
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