Retrato de Martín Fierro
Enviado por CamilaLuzLopez • 7 de Septiembre de 2015 • Ensayo • 656 Palabras (3 Páginas) • 202 Visitas
RETRATO DE MARTÍN FIERRO
La mejor manera de realizar una descripción de un grande es comenzar preguntándonos quién fue verdaderamente. La historia oficial, esa que está en boca de cualquier persona que haya pisado alguna vez estos pagos y los vecinos, habla de un gaucho valiente, honrado, religioso, que lucha por defender sus ideales y aquello que le parece justo. Y ese largo cuento se remonta incluso antes de que “la leyenda” se convierta en tal; miles de historias hablan de lo buen padre y esposo que fue Fierro, de cuánto quiso a su familia pero hay una realidad innegable: los abandonó sin nada y en la absoluta miseria, sólo por defender sus ideales. Recuerdo haberlo visto cierta vez en una pulpería hablando de su familia, diciendo lo mucho que la quería… ¡Hipócrita! Si los hubieras amado tan sólo la mitad de lo que te jactabas no los habrías abandonado a su suerte, habrías luchado por permanecer a su lado. Que falsas me parecen ahora tus palabras cuando decías que perdonabas y entendías a tu mujer porque se había casado con otro, esos falsos versos que cantaste no eran más que un intento de exaltar tu propio mito.
Muchas veces en mi cruel confinamiento pensaba en vos y recordaba nuestra vida antes de que te marcharas; sí, no teníamos todo lo que queríamos pero al menos nos teníamos entre nosotros y no podemos negar que en esa casa había un verdadero hogar. ¡Pero tuviste que marcharte a la frontera y renunciar a todo! Y ese deseo tuyo de ser “un mito” nos costó a mi hermano y a mi muchas miserias, penurias y crueldades que te aseguro vos nunca viviste papá. A mi recóndita celda jamás entraba ni una gota de luz pero tu recuerdo se las ingeniaba para atravesar cualquier garrote o carcelero, es más, no sólo tu recuerdo sino también relatos de tus nuevas “hazañas”, las cuales no hacían más que acrecentar mi odio porque mientras vos crecías yo me consumía en la oscuridad. ¡Qué heroico es matar a un moreno y a otro más estando medio borracho! ¿Esos son los valores que nos inculcaste? Pero claro… todas tus culpas quedaron lavadas cuando salvaste a aquella cristiana en tierra de salvajes. ¡Qué héroe que sos Fierro!
En algún momento, cuando mirabas a esa muchacha, ¿recordaste a mi madre? Deberías, porque ella murió de manera similar a cómo los relatos cuentan encontraste a esa muchacha. Y como vos elegiste vivir en tierra de salvajes es como nos obligaste a nosotros vivir. Incluso tuviste la oportunidad de reivindicarte cuando volviste de la frontera, pero ni siquiera ahí nos buscaste. Mis compañeros de prisión compartían mi miseria pero ellos sí tenían un poco de esperanza porque mes a mes los visitaba una familia. Y mes a mes yo te esperaba papá, soñaba con que la gran leyenda se acordara de su pequeño hijo, luchara contra decenas de carceleros y lo rescatara de su cruel prisión. ¡Pero nunca apareciste!
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