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Revolucion Francesa


Enviado por   •  13 de Octubre de 2012  •  5.509 Palabras (23 Páginas)  •  354 Visitas

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Introducción:

La Revolución Francesa se enmarca dentro del ciclo de transformaciones políticas y económicas, que marcaron el fin de la Edad Moderna y el comienzo de la Edad Contemporánea.

A partir de fines del siglo XVIII y hasta el siglo XIX el enfrentamiento entre el absolutismo y los nuevos planteamientos políticos derivados de la ilustración, que proponían una nueva forma de organización política, provocaron uno de los periodos más revolucionarios de la historia occidental.

Los excesos de la revolución francesa, cuyo origen intelectual se remonta a las ideas de la ilustración, generaron en un primer momento un fuerte rechazo por parte de las monarquías europeas. Sin embargo, en pocas décadas, sus ideas penetraron políticamente e impulsaron fuertes cambios en la organización de las naciones. Este proceso no estuvo exento de dificultades. En la mayor parte de los países surgieron diferentes tipos de gobiernos que establecían la separación de los poderes del estado, convirtiéndose de esta manera, el sistema republicano, en la forma política adoptada por la mayoría de los países del mundo occidental.

Causas de la Revolución:

Estas se generan desde los principios del reinado de Luis XVI. La deuda pública acrecentada por el conflicto con Gran Bretaña, apenas dejaba margen de maniobra a la monarquía francesa, mientras tanto protestas por las dificultades económicas y sociales se extendían y cobraban virulencia, además de la mala administración, las perdidas que acarreó, la guerra (1.775-1.783) entre Francia e India y también los prestamos y cooperaciones financieras que Francia había gastado en ayuda de Norte América.

Todas las causas materiales tienen que ver con el hecho de que Francia- cuna de la ilustración- no tuvo en el momento decisivo un “rey ilustrado” y a fines del siglo XVIII todavía mantenía una sociedad feudal, con tres clases sociales o estamentos: el clero, la nobleza y “Tercer Estado” o Estado Llano. La iglesia y los nobles poseían la tercera parte de las tierras, no pagaban impuestos y ocupaban los más altos cargos públicos. Los burgueses debían pagar impuestos por sus actividades económicas (pertenecían al Estado Llano). Los campesinos, artesanos, obreros y otros, poseían el último tercio de las tierras pero debían pagar impuestos al estado, nobleza y el clero.

La crisis fue general, ideológica, política y económica. Con esto el Estado Real se debilitó. Los audaces intentos del controlador general de finanzas Anne Robert Jacques Turgot (1774) habían fracasado y agravando las dificultades financieras. Teniendo que renunciar por presiones de los sectores reaccionarios de la nobleza y el clero (apoyados por la reina María Antonieta de Austria). Sus sucesores de Turgot tuvieron los mismos problemas, proponían reformas para evitar la banca rota. Calonne que contaba con la posibilidad de recaudar impuestos entre las clases privilegiadas del reino, Calonne sabía que los parlamentarios se opondrían a dichas propuestas por lo cual quiso que estas propuestas fueran aprobadas por una asamblea escogida por el Rey, pero lo rechazaron porque esto atentaba contra los privilegios de los parlamentarios.

El estado era incapaz de liquidar sus deudas e impotente ante sus problemas económicos (el campo se empobreció y las industrias quebraron).Con esta situación Luis XVI se vio obligado a convocar a los estados generales (estas eran asambleas formadas por representantes del clero, nobleza y el tercer estado), cuando su última reunión se había formado en 1614.

En septiembre de 1788 fue aceptado que se convocaran los estados generales pero cada una de las ordenes que constituían la nación francesa dispondrían del mismo número de representantes: que el tercer estado (pueblo) fuera igual al primer estado (clero) y el segundo estado (nobleza).

De los Estados Generales a la Asamblea Constituyente:

El 5 de mayo, se reunieron los estados generales de Versalles, las delegaciones que representaban a los estamentos privilegiados se enfrentaron inmediatamente a la Cámara, rechazando los nuevos métodos de votación. El objetivo de las propuestas era conseguir el voto por individuo, no por estamento. El estado reclamaba el voto individual y al no conseguirlo se retira de la Asamblea. Hasta que el 17 de junio declararon que al representar mínimo el 96% de la nación, sólo constituían la asamblea nacional. A esta se le unieron el clero y la nobleza y así la asamblea se declara el 20 de junio con el denominado ´´Juramento del Juego de la Pelota``, con el compromiso a no disolverle hasta dar una nueva constitución a Francia. Así la nueva asamblea nacional fue un desafío para el gobierno monárquico. Luis XVI al principio aceptó, pero luego trató de reprimirla.

Comienzo de la Revolución:

Entre mayo y octubre de 1789, los franceses asistieron al final e un mundo: el absolutismo monárquico cedió el paso a la soberanía nacional.

Luis XVI bajo las presiones de la reina María Antonieta y del conde Artois, cedió y llamó a los leales regimientos extranjeros que se concentrarían en París y Versalles, y el 11 de julio despidió a Necker. Dos días antes, la asamblea se había proclamado “Asamblea Nacional”.

La Toma de Bastilla:

El 14 de julio, teniendo el uso del ejército en su contra, el pueblo instaló barricadas en la ciudad. Corrió el rumor de que Luis XVI quería dispararle al pueblo desde la Bastilla. Frente a esto, una multitud se agolpó frente al viejo castillo, convertido en prisión estatal. Los intentos de conciliación fracasaron y se empezó a disparar sobre la multitud. Finalmente la Bastilla fue tomada gracias a la intervención de los guardias que se unieron a los manifestantes.

Este suceso fue llamado “Toma de la Bastilla”, que se transformó en el símbolo de la revolución y hasta nuestros tiempos es considerado el día nacional de Francia.

El 15 de julio el rey anunció a la Asamblea, la retirada de las tropas de París y el 16 del mismo mes Necker fue reincorporado. Muchos de los que a partir de entonces, los “Aristócratas” emprendieron el camino del exilio obteniendo el nombre de “ Émigrés”.

La noticia de la toma de la Bastilla provocó movimientos de entusiasmo popular en las provincias. Siguiendo el ejemplo de París, en toda la ciudad los patriotas asumieron el control de una revolución municipal que expulsó a los agentes del rey.

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