Rio Viviente

Capítulo 1

Una pizca de océano

Cualquier criatura unicelular tan pequeña que se necesita un microscopio para verla, dispone billones de veces más agua que nosotros. Esto puede parecer imposible hasta que nos damos cuenta, de que todo el océano es en cierta forma la sangre de ese ser unicelular. Este capítulo nos habla de la creación y adaptación de la vida en la tierra. De las diferencias que tiene una planta que es inerte, que necesita pocos requisitos para poder vivir a la gran diferencia de la complejidad que tienen los animales capaces de moverse, desarrollar músculos y construir armas ofensivas. También se habla de la adaptación de los animales para crear un organismo más complejo como para cambiar su hábitat del océano a la tierra. Dé que en realidad el agua de mar se convirtió en realidad en un rio viviente de sangre. Los tubos que lo conducen son los vasos sanguíneos. Y la bomba que lo impulsa es el corazón. Que cualquier vida sea planta o animal no puede sobrevivir sin este rio viviente de sangre. Que desde un punto de vista bíblico nos dice que la vida es un don de Dios y que él es el único que puede privar de la vida a cualquier criatura. Y de que la vida del individuo es en realidad la sangre del mismo. Dándonos a entender que frecuentemente hablamos de la sangre como si pudiera determinar la naturaleza del hombre. Sin embargo las propiedades de la sangre son mucho más sorprendentes que eso.

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