RÍTICA NEOMARXISTA AMERICANA
Enviado por prietufina • 14 de Febrero de 2015 • Ensayo • 1.514 Palabras (7 Páginas) • 175 Visitas
RÍTICA NEOMARXISTA AMERICANA.
*La obra de Michael Apple supone en los Estados Unidos el inicio de la crítica neomarxista a las teorías tradicionales del currículo desde una crítica política radical a la educación liberal —en esto compartiría planteamientos con las obras de Althusser o Bourdieu— pero tomando como foco de sus cuestionamientos el propio currículo y el conocimiento escolar. Sus trabajos, que se enmarcan perfectamente en la tradición anglosajona y emparentarían en cierto modo con los planteamientos de la Nueva Sociología de la Educación británica, se nutren y apoyan en tradiciones de teorías sociales más amplias como la de historiador de la cultura y ensayista Raymond Williams —su obra merece un comentario a parte; en su libro Culture and society, 1780-1950, publicado en Londres en 1958, haciéndose eco del pensamiento gramsciano, cuyo influjo es evidente tanto en el pensamiento de los historiadores marxistas británicos como en el movimiento de los nuevos sociológos liderados por M.Young, desarrolla una interpretación acerca de cómo la formación de conciencia colectiva, "estructura de la sensibilidad" o del sentir, que se construye a partir de una "gran tradición", patrimonio o herencia común, es confiscada y desnaturalizada en provecho de una clase convirtiendo la cultura en una "tradición selectiva" productora de desigualdades.
El punto de partida de Apple es la crítica marxista de la sociedad. La dinámica social capitalista gira en torno a la dominación de clase, es decir al dominio de aquellos que controlan la propiedad de los medios de producción sobre aquellos que sólo poseen la fuerza de su trabajo. Esta situación afecta a las dimensiones culturales y educativas. Existe pues una relación estructural entre economía y educación o dicho en términos de Bourdieu entre reproducción cultural y reproducción social; una conexión entre la forma en que se organiza la economía y la forma en que se organiza el currículo. Ahora bien: no se trata de una relación de determinación simple y directa (Ideología y currículum, 1979). Existe en la obra de Apple una preocupación explícita por evitar una concepción mecanicista y determinista de los vínculos entre producción y escuela, que, seguramente, ha ido creciendo en la evolución del propio autor hasta la actualidad. Esta premisa antimecanicista le lleva a recurrir al concepto de hegemonía que recupera, precisamente, de la obra de Gramsci y de Williams:
"El conepto de hegemonía le permite ver el campo social como un campo contestado, como un campo donde los grupos dominantes se ven obligados a recorrer un esfuerzo permanente de convencimiento ideológico para mantener su dominación. Es precisamente a través de este esfuerzo de convencimiento que la dominación económica se transforma en en hegemonía cultural. Este convencimiento adquiere su mayor eficacia cuando se transforma en sentido común, cuando se naturaliza. El campo cultural no es un simple reflejo de lo económico: tiene su propia dinámica. Las estructuras económicas no son suficientes para garantizar la conciencia: la conciencia precisa ser conquistada en su propio campo.(…)
Con esos elementos, enriquecidos con préstamos de autores como Bourdieu, Bernstein y M.Young, Apple va a colocar el currículo en el centro de las teorías educativas críticas.(…) El currículo está estrechamente relacionado con estructuras sociales y económicas más amplias. El currículo no es un cuerpo neutro, inocente y desinteresado de conocimientos. Contrariamente a lo que supone el modelo de Tyler, por ejemplo, el currículo no es la organización a través de un proceso de selección a partir de valores supuestamente consensuados por la sociedad. (…) es el resultado de un proceso que refleja intereses particulares de clase y de grupos dominantes.(…)
La cuestión no es saber qué conocimiento es verdadero, sino qué conocimiento es considerado verdadero o legítimo en detrimento de otros."(Da Silva, op.cit, pág. 46).
Apple considera fundamental analizar el currículo oficial y explícito —a diferencia de la línea iniciada por Bowles y Gintis, seguida en parte por Bermstein, más preocupados por aquello que es realmente transmitido y por la forma en que es transmitido—. Para ello propone observar las regularidades de la vida de la escuela, las normas explícitas, los valores implícitos y explícitos, así como los presupuestos epistemológicos de las disciplinas que constituyen el currículo oficial.
En un prinicipio, Apple, en consonancia con el paradigma marxista en que se sitúa, enfatiza las relaciones sociales de clase, pero en obras posteriores va introduciendo la importancia de las relaciones de género y etnia en el proceso reproductor del currículo. Lo que se mantiene desde el principio es una común preocupación por el poder. Esa centralidad de las relaciones de poder convierte a la obra de Apple en una crítica esencialmente política
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