SALUD MENTAL

INTRODUCCION

La salud mental es un fenómeno complejo determinado por múltiples factores de índole social, ambiental, biológica y psicológica. Los trastornos del estado de ánimo, la ansiedad, la epilepsia, la demencia, la esquizofrenia y los trastornos obsesivo-compulsivos representan las primeras causas de discapacidad a nivel mundial.

En ese sentido, en México panorama epidemiológico mantiene la misma tendencia es decir, que en México, que tiene una población un poco mayor a 100 millones de personas, padecen trastornos mentales casi 15 millones, esto es, una sexta parte de sus habitantes. Además, 18% de la población urbana de entre 18 y 64 años de edad sufre trastornos del estado de ánimo.

Los trastornos depresivos y de ansiedad son los trastornos mentales más frecuentes atendidos en la consulta de los 3 niveles de atención. Se ha documentado que 1.6% de la población adulta ha intentado suicidarse y la tasa de suicidios creció 125% entre 1970 y 1991 (Souza y Cruz, 2010).

Dentro de los factores asociados a la aparición de las enfermedades mentales destacan los determinantes sociales, los aspectos relacionados al equilibrio emocional y su repercusión en la salud física.

El panorama anterior plantea nuevos retos para la atención a estos problemas de salud tales como la integración de los contenidos relacionados con la promoción de la salud mental y la detección oportuna de los trastornos mentales por los profesionales de la salud entre los que destaca las profesionales de enfermería, el presente trabajo integra los conceptos de salud mental y las principales manifestaciones emocionales que la afectan.

1. La salud mental

Existen diversas definiciones de la salud mental, la Asociiación Psiquiátrica Americana (citado por Townsed, 2008) define la salud mental como “un estado del ser que es más relativo, que absoluto. El rendimiento exitoso de las funciones se muestran como actividades productivas, relaciones plenas con otras personas y la capacidad para adaptarse al cambio y enfrentar la adversidad.”

Por su parte, Maslow, señala algunas de las características de la persona mentalmente sana de la siguiente manera:

• Actitud positiva hacia uno mismo.

• Aceptación de la conciencia profunda.

• Objetividad sobre si mismo.

• Aspiraciones realistas que cambien con la edad.

• Sentido de : Identidad, totalidad, pertenencia, seguridad y significado.

• Crecimiento, desarrollo y actualización de uno mismo.

• Búsqueda experiencia nuevas para incrementar el autoconocimiento

Maslow (1958) y Rogers (1961) desarrollaron teorías sobre la realización del potencial humano, ambos describen a la persona como engarzada en un dilema constante, buscando siempre un crecimiento nuevo. Caracterizan a la persona como:

 Adecuada en sintonía consigo misma y capaz de utilizar sus recursos.

 Tiene acceso libre a los sentimientos personales y puede integrarlos con los pensamientos y comportamientos.

 Puede interactuar libre y abiertamente con el entorno.

 Puede compartir con otras personas y crecer desde tales experiencias.

 Balance entre lo expresado y reprimido; conflictos internos y externos.

 Regulación de las respuestas emocionales y una filosofía de vida unificada.

 Habilidad para soportar el estrés y manejarlo adecuadamente.

 Habilidad para comprobar supuestos sobre el mundo, mediante el pensamiento empírico.

 Cambiar las percepciones con base en información nueva.

 Respeto por los sentimientos y actitudes de los demás.

Por lo anteriormente expuesto, la salud mental implica entonces un equilibrio entre las demandas del medio ambiente y el individuo, por lo tanto, la enfermedad mental es vista como un desequilibrio en la forma de la persona de ver el mundo, de relacionarse con él, de comunicarse con los demás.

La APA en el 2000 define a la enfermedad mental como una conducta clínicamente significativa o síndrome psicológico o patrón que ocurre en un individuo y que está asociado con distréss presente o discapacidad o con un riesgo significativamente elevado de morir, sufrir dolor, o una pérdida importante de la libertad y no es sólo una supuesta respuesta a un evento en particular (Townsend, 2008).

2. Ansiedad

Entre las manifestaciones emocionales relacionadas a la enfermedad mental destaca la ansiedad, la depresión, el miedo y el estrés, estas pueden ser emociones que cualquier persona puede tener a lo largo de su vida, sin embargo, constituyen un problema cuando estas se mantienen por periodos de tiempo considerables que, limitan las actividades y funcionamiento de las personas. A continuación, se mencionaran estas manifestaciones.

Para Mercado en 2004, desde sus primeras conceptualizaciones, la ansiedad ha constituido una cuestión de fuerte controversia y por eso ha sido, y es en la actualidad, un tópico central de reflexión y de investigación desde distintos puntos de vista y aproximaciones psicológicas. Una cuestión importante que conviene mencionar en el inicio de este apartado es la relación existente entre tres fenómenos psicológicos: ansiedad, miedo y estrés.

De acuerdo con Mercado en 2004, estos tres fenómenos comparten muchos procesos neurales (por ejemplo, la implicación de la amígdala) y funcionales. Estos últimos se encuentran definidos por tres componentes comunes: experiencia subjetiva, que constituye el sentimiento emocional, manifestación conductual, que puede verse reflejada en la respuesta de evitación o escape como respuestas más relevantes, y por último, las reacciones fisiológicas (para una revisión véase Lang, 1968, 1984). Las diferencias entre los tres procesos no son fácilmente definibles y esta dificultad a menudo hace complicado conocer qué fenómeno experimenta una persona en un momento determinado.

Se debe diferenciar la ansiedad clínica o patológica y la no clínica, la ansiedad no clínica se puede entender de dos formas. Una primera aproximación la define como una característica disposicional y relativamente estable del individuo que nos puede indicar una propensión a la ansiedad. Este tipo de ansiedad es lo que se conoce como ansiedad rasgo. Por tanto, la ansiedad rasgo (también denominada, en ocasiones, neuroticismo) es una dimensión de personalidad bien definida por numerosos autores La segunda forma de la ansiedad no clínica es haciendo alusión a una reacción emocional puntual suscitada por un contexto amenazante o una situación estresante y que tiene una duración limitada. Esta situación transitoria constituye la ansiedad estado

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