SALVADOR NOVO.

ARTE EN EL SIGLO XX

SALVADOR NOVO

En el siglo xx, México era gobernado por presidentes cegados de poder y llenos de ignorancia. Entre los movimientos que se habían hecho para detenerlos, las cosas volvían siempre a ser igual, llegaba otro presidente que se dejaba llevar por el poder y abusaba de él.  

Se vieron muchas cosas en la primera mitad del siglo xx, desde la revolución, la segunda guerra mundial, el hundimiento de dos petróleos mexicanos por submarinos alemanes y muchas otras cosas más que solo contribuían a la pobreza y a la ignorancia del pueblo.

En un mundo donde  el hambre era la que guiaba a las personas, donde el pueblo sufría gracias a sus presidentes, pronto todo sería un caos.

Sin embargo también en esté mundo siempre existirán las personas que están en contra de muchas cosas, que saben que algo no está bien, personas rebeldes que quieren cambiar las cosas, que les interesa abrirle los ojos a los demás para que todos podamos progresar. Esas personas que no tienen miedo de ir contra las reglas son las que poco o mucho, han ayudado a construir grandes cosas.

En la mitad del siglo xx, en la época de 1928, un grupo de jóvenes intelectuales sacaron una revista de nombre, “contemporáneos”. Los jóvenes adoptaron este nombre. Se encargaban  de difundir muchas de las innovaciones del arte y la cultura en la sociedad mexicana.

No existía un programa definido  ni tampoco una manifestación general aunque todos los que publicaron  en la revista, compartía un afán por modernizar no solo la literatura sino también los aspectos más significativos de la cultura.

Entre estos personajes intelectuales, se encontraba Jorge Cuesta, Roberto Montenegro, Bernardo Ortiz de Montellano, Gilberto Owen, Carlos Pellicer, Antonieta Rivas Merado, Manuel Rodríguez Lozano, Jaime Torres Bodet, Xavier Villaurrutia y  Salvador Novo.

En el personaje que nos basaremos será en Salvador Novo.

Nació en 1904 en la ciudad de México. Comenzó a escribir crónicas en un periódico en el que trabajaba. En sus crónicas hablaba de la cuidad de México ya que para él era una ciudad muy bonita, le gustaba y era su pasión. Él era el cronista oficial de la cuidad de México y a la gente le gustaba. Fue miembro de la academia Mexicana de la lengua.

Era una persona con un talento enorme, tenía gran facilidad de versificación y una agudeza e ironía  como nadie, con lo cual respondía varias veces, burlando con sus poemas el sentimiento modernista y reconociéndose cerca de las voces inglesas.

           Novo era una persona valiente, diferente a los demás, era solitario, culto, ingenios, incisivo, era implacable. Con su poesía satírica, destrozaba a todos con un estilete muy fino, era temido por sus enemigos. Usaba la satírica para pelear, para vengarse o solo por diversión.

Un ejemplo de esto, es su poesía satírica que uso contra Diego Rivera, llamándola la diegada, donde critica a este pintor, quien después en venganza, dibuja a Salvador Novo con orejas de burro, siendo pateado por una mujer.

Así como se burla de Diego,  lo hace con muchos otros, haciendo que se junte una mezcla de seriedad con una de humor.

Después escribió poemas muy buenos entre los que destacan; breve romance de ausencia, tema de amor, diluvio entre otros.

Le gustaba escribir textos literarios compuestos para ser representados a un espacio escénico, era dramaturgo, segundo genero más explotado para el después del género periodístico. No era tan bueno como dramaturgo, lo que más le quedaba era lo de ser cronista y desde luego sus poemas.

Salvador Novo era homosexual, lo cual en ese tiempo estaba muy mal visto, sin embargo a él no le importaba lo que dijeran, el aceptaba lo que era abiertamente. Sus poemas románticos eran escritos hacia los hombres, describe las cosas de una forma tan bonita que te transmite varias emociones, como por ejemplo en el poema de “breve romance de ausencia” donde nos describe su amor hacia una persona que ya no está con él pero que él aun ama, cada vez que cierra los ojos, trata de olvidar su dolor al recordar a esa persona. Te transmite la tristeza de extrañar a alguien, la desesperación de saber que ese alguien se ha ido para no volver.

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