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SEMÁNTICA GENERAL. La Semántica General, El Poder De La Palabra En La Propaganda Y Su Efecto En La Conducta


Enviado por   •  6 de Septiembre de 2012  •  1.867 Palabras (8 Páginas)  •  807 Visitas

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La semántica lingüística

Es un subcampo de la semántica general y de la lingüística que estudia la codificación del significado dentro de las expresiones lingüísticas. Etimológicamente el término viene del griego semantikos, que quería decir 'significado relevante', derivada de sema, lo que significaba 'signo'.

Lógica Semántica

se refiere al adecuado manejo de la ambigüedad verbal, análisis de los contenidos de la comunicación, significados mas precisos en cada palabra. Por lo tanto las personas que tengan un nivel bajo en el desarrollo de esta habilidad deberán trabajar de inmediato de otro modo, ya que tendrán dificultad para entender mensajes y captar el sentido y esencia de cualquier tipo de comunicación.

Concepto de la propaganda: Por su origen, del latín propagare, se deduce que propaganda quiere decir propagar, producir, generar. La palabra sufrió muchas modificaciones de interpretación a lo largo de varios siglos, pero ya en este siglo el término estuvo limitado para describir las formas de promoción y persuasión.

Hoy el concepto se halla reducido a denominar todos aquellos procedimientos dirigidos en ambas direcciones de promover y persuadir; pero también se le agrega el de producir cambios en las opiniones, ideas o conductas.

De modo que se puede describir el concepto de propaganda diciendo que es el uso intencionado, planeado y sistemático de palabras y otros símbolos con el propósito de promover, persuadir o modificar ideas y conductas.

La utilización de la propaganda: En la vida moderna no hay actividad que, de algún modo, con mayor o menor planificación, con mayor o menor número de medios, no recurra a la utilización de la propaganda.

Ya no existe el viejo concepto de que propaganda es sinónimo de algo malo o perjudicial. Hoy se sabe que, dada la complejidad de la sociedad, la propaganda es un modo de comunicación, y como tal es requerida por todos los sectores sociales. La utiliza tanto un grupo (religioso, político, cultural) como el Estado, como las empresas o las finanzas. Incluso fue usada y experimentada durante la última guerra mundial como medio bélico, es decir, para atacar al enemigo o hacer cambiarla opinión sobre él.

Componentes básicos de la propaganda

En toda propaganda se emplea un conjunto grande de técnicas, pero todas pueden reducirse a estos factores determinantes:

a - El propósito que guía a la propaganda. El propósito de toda propaganda se relaciona con el auditorio al cual dirigida.

b - El método empleado. El método se refiere a las técnicas que emplea, generalmente carácter psicológico, así como a los símbolos utilizados.

c - Los efectos que pretende obtener. Toda propaganda se propone obtener determinados efectos que hacer cambiar de opinión, de sentimientos, de valores o provocar determinadas acciones.

Qué significa manipular

Manipular equivale a manejar. De por sí, únicamente son susceptibles de manejo los objetos. Un bolígrafo puedo utilizarlo para mis fines, cuidarlo, canjearlo, desecharlo. Estoy en mi derecho, porque se trata de un objeto. Manipular es tratar a una persona o grupo de personas como si fueran objetos, a fin de dominarlos fácilmente. Esa forma de trato significa un rebajamiento de nivel, un envilecimiento

Quién manipula

Manipula el que quiere vencernos sin convencernos, seducirnos para que aceptemos los que nos ofrece sin darnos razones. El manipulador no habla a nuestra inteligencia, no respeta nuestra libertad; actúa astutamente sobre nuestros centros de decisión a fin de arrastrarnos a tomar las decisiones que favorecen sus propósitos.

En un anuncio televisivo se presentó un coche lujoso. En la parte opuesta de la pantalla apareció enseguida la figura de una joven bellísima. No dijo una sola palabra, no hizo el menor gesto; mostró sencillamente su imagen encantadora. De pronto, el coche comenzó a rodar por paisajes exóticos, y una voz nos susurró amablemente al oído: "¡Entrégate a todo tipo de sensaciones!". En ese anuncio no se aduce razón alguna para elegir ese coche en vez de otro. Se entrevera su figura con la de realidades atractivas para millones de personas y se las envuelve a todas en el halo de una frase llena de adherencias sentimentales. De esta forma, el coche queda aureolado de prestigio. Cuando vayas al concesionario de coches, te sentirás llevado a elegir éste. Y te lo facilitarán, pero no la señorita. En realidad, nadie te había prometido que, si comprabas el coche, te darían la posibilidad de tratar a esa joven. Eso hubiera supuesto hablar a tu inteligencia. Se limitaron a influir sobre tu voluntad de forma oblicua, artera. No te han engañado; te han manipulado, que es una forma sutil de engaño. Han halagado tu apetito de sensaciones gratificantes a fin de orientar tu voluntad hacia la compra de ese producto, no para complacerte o ayudarte a desarrollar tu personalidad. Te han reducido a mero cliente. Esa forma de reduccionismo es la quintaesencia de la manipulación.

Este tipo de manipulación comercial suele ir unida con otra mucho más peligrosa todavía: la manipulación ideológica, que impone ideas y actitudes de forma solapada, merced a la fuerza de arrastre de ciertos recursos estratégicos. Así, la propaganda comercial difunde, a menudo, la actitud consumista y la hace valer bajo pretexto de que el uso de tales o cuales artefactos es signo de alta posición social y de progreso. Un anuncio de un coche lujoso repetía hasta veinte veces la palabra "señor": "Un señor como Vd. debe utilizar un coche como éste, que es el señor de la carretera. Enseñoréese de sus mandos y siéntase señor...".

Cuando se quieren imponer actitudes e ideas referentes a cuestiones básicas de la existencia -relativas a la política, la economía, la ética, la religión...-, la manipulación ideológica adquiere suma peligrosidad. Por "ideología"

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