SHDA, ¿UN PROBLEMA EN EL AULA O UNA OPORTUNIDAD DE APRENDIZAJE PARA EL DOCENTE?

SHDA, ¿UN PROBLEMA EN EL AULA O UNA OPORTUNIDAD DE APRENDIZAJE PARA EL DOCENTE?

El síndrome de hiperactividad y déficit de atención se ha convertido en los últimos tiempos en un trastorno que aqueja de forma determinante la vida de muchas personas, sobre todo de niños y adolescentes que se encuentran en edad escolar afectándolos con la presencia de tres síntomas fundamentales: disminución de la atención, impulsividad e hiperactividad, las cuales merman de una manera importante su desarrollo y su relación con su entorno.

Una de las aportaciones más valiosas que se han realizado en el estudio e intervención educativa de este trastorno  ha sido la de Russsel Barkley quién ha desarrollado, desde el año 1997, un modelo psicoeducativo con el que trata de explicar el funcionamiento cognitivo de las personas con TDAH. Barkley enfoca el TDAH como un trastorno que afecta a los procesos de inhibición o autocontrol entendiendo por autocontrol o autorregulación la capacidad del individuo para frenar la primera respuesta que inició ante la aparición de un estímulo; proteger su pensamiento de distracciones externas o internas, y elaborar una nueva respuesta más adecuada que sustituya a la primera. Guerrero López, J. y Pérez Galán, R. (2011)

Según los estudios que se han realizado se sabe  que el SDHA es un trastorno de la conducta que consiste en la dificultad para prestar atención y controlar los impulsos y que está acompañada por hiperactividad. Como se había mencionado anteriormente sus tres principales síntomas se encuentran impulsividad, la hiperactividad y la disminución de la atención, no se conoce una causa específica que provoque dicha condición, sin embargo, se puede mencionar que los factores ambientales y hereditarios pueden contribuir a su existencia.

Es conocido también que es más frecuente que este trastorno se manifieste en varones, siendo diagnosticados 3 o 4 veces más que las mujeres. Su problemática se hace aún más severa y de mayor preocupación cuando incluye trastornos de conducta, ansiedad, así como de dificultades de aprendizaje.

En cuanto al tratamiento, en algunos casos por parte del médico tratante se puede prescribir el uso de ciertos estimulantes que ayudan o reducen los síntomas hasta  en un 80%, en un muchas ocasiones es un proceso largo hasta que el medicamento se ajusta a las necesidades del individuo que se está tratando, ya que en algunos casos se pueden presentar algunos efectos secundarios como pérdida de apetito, pérdida de peso, etc.

Según Gutiérrez (2015) “Para delimitar donde empieza la normalidad y donde el problema solo podemos basarnos en los criterios diagnósticos establecidos por la observación de miles de casos y su análisis estadístico, pero aun así todo el proceso diagnóstico tiene un carácter subjetivo, basado principalmente en la opinión de los padres y profesores del niño”, de aquí se puede  el papel del docente es importante en el proceso de diagnóstico de un alumno con SDHA.

Cada vez es más frecuente que este trastorno esté presente en las aulas y cuando está acompañado de hiperactividad, esto provoca un desajuste importante en estos espacios, los cuales se han ido convirtiendo de la mano del docente en lugares inclusivos en los que los niños que padecen SDHA son tratados con respeto e incluidos con los ajustes razonables pertinentes para que sean agentes activos en su propia educación, siempre con la atención medica requerida y el apoyo de los padres de familia.

Para el docente no ha sido fácil adaptar sus prácticas cuando se le presentan este tipo de situaciones en el aula, ya que generalmente se carece de recursos y sobre todo de una capacitación para responder de manera adecuada y poder ser parte y un verdadero apoyo para el alumno que padece dicho trastorno. Esta falta de capacitación y apoyo por parte de las autoridades educativas en muchas ocasiones hace que el docente se frustre al no saber qué hacer o como atender a los alumnos y terminan viéndolos como un problema.

Numerosas investigaciones señalan la influencia relevante del contexto familiar en el curso del TDAH (Miranda, García y Presentación, 2002). Los padres de niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad presentan niveles altos de estrés y generalmente una vida social muy limitada, además de que este genera una percepción negativa de los padres hacia sus hijos, todo esto aumenta en gran manera el conflicto en las relaciones familiares.  

El papel y la actitud de los padres hacia el manejo del SDAH son fundamentales, ya que una actitud positiva o negativa puede ser determinante y un factor de riesgo importante en la evolución de los síntomas. Por lo tanto es de real importancia que se dé una orientación a la familia para que esto genere un impacto beneficioso en el niño diagnosticado con SDHA. Se puede decir que la familia tiene un efecto modulador en el desarrollo de este trastorno.

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