SINDICATOS Concepto y funciones

Sindicatos

Concepto y funciones

En primer sitio, la etimología de la palabra sindicato tiene sus antecedentes en Grecia y Roma, así pues, deriva del griego sundiké lo que significa “justicia comunitaria”, o bien, “idea de administración y atención de una comunidad”.

Ahora bien, en nuestra legislación los sindicatos se encuentran previstos en la fracción XVI del apartado A, del artículo 123 constitucional, en la cual se asienta que “Tanto los obreros como los empresarios tendrán derecho para coaligarse en defensa de sus respectivos intereses, formando sindicatos, asociaciones profesionales, etc.” (Congreso Constituyente, 1917).

De lo anterior nos remitimos al concepto que la Ley Federal del Trabajo, específicamente a su dispositivo 356, nos brinda respecto a lo que es un sindicato, siendo la siguiente: “Sindicato es la asociación de trabajadores o patrones, constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses.”(H. Congreso de la Unión, 1931).

Pero no existe un concepto universal de sindicato, sino que existen diversas definiciones de éste, debido a que cada autor lo define conforme a su propia noción, interés o postura. Por tal razón, a continuación proporcionaré, inter alia, las siguientes definiciones:

Toda unión libre de personas que ejerzan la misma profesión u oficio, o profesiones u oficios conexos, que se constituya con carácter permanente con el objeto de defender los intereses profesionales de sus integrantes, o para mejorar sus condiciones económicas y sociales. (Cabanellas, 1946, citado en de Buen L. 2003, p. 730).

Así también, Juan D. Pozzo (1961) refiere que los sindicatos son:

Agrupaciones de trabajadores o de empleadores que tienen una organización interna permanente y obran como personas de derecho para asumir la representación del grupo, asumiendo la defensa de los intereses profesionales y la mejoría de las condiciones de vida y especialmente del trabajo de sus miembros (citado en de Buen L. 2003, p. 730).

Para Manuel Alonso García (1975) el sindicato es “toda asociación de empresarios o de trabajadores de carácter profesional y permanente, constituida con fines de representación y defensa de los intereses de la profesión, y singularmente para la regulación colectiva de las condiciones de trabajo (citado en de Buen L. 2003, p. 730).

De las aludidas definiciones cabe destacar las siguientes características:

 Reúne a personas vinculadas entre sí por lazos profesionales.

 Es permanente.

 Defiende los intereses profesionales de sus integrantes y la mejoría de las condiciones de trabajo.

 De unión libre.

Además, en relación con esta última característica, también la ya citada Ley Federal del Trabajo en su numeral 358 indica que “A nadie se puede obligar a formar parte de un sindicato o a no formar parte de él...”.

Asimismo, del análisis de diferentes definiciones legales extranjeras encontramos que su concepto de sindicato tiene comprendidas las características antes mencionadas, si bien es cierto con distinta redacción, algunas más amplias y otras más concretas, pero todas contienen las palabras clave referidas con antelación.

Para concluir este apartado, las funciones propias del sindicato se desprenden del precepto 356, aduciendo que el sindicato se constituye para el estudio, mejoramiento y defensa de los respectivos intereses de los trabajadores o patrones.

El sindicalismo como fenómeno social

“El movimiento sindical surge en la realidad social contemporánea a consecuencia de la llamada revolución industrial. Este fenómeno técnico-económico aparece coetáneamente con otro acontecimiento histórico de indudable trascendencia político-social como fue la Revolución Francesa, ya que ambos sucesos se manifiestan, casi simultáneamente, a fines del siglo XVIII y podemos decir que su conjunción trae en sí implícitos los gérmenes de una nueva organización del trabajo.” (Pérez, 1983, p. 303).

Por lo que ve a la revolución industrial, el proletariado surgió como categoría social, proveniente de una nueva organización económica. Tomando en consideración que el mercado de trabajo se ve influenciado por el proceso del maquinismo que se incrementa rápidamente a consecuencia del hallazgo del vapor aplicado como fuerza motriz, aunado al progreso técnico aplicado a las actividades industriales, por consiguiente, provocó el desplazamiento de una gran cantidad de mano de obra, y con ello aumentando el fenómeno de desocupación en los centro fabriles.

Por otro lado, siguiendo la ideología liberal individualista de la revolución francesa, el poder político apoyaba el abstencionismo por parte del Estado en las relaciones entre el capital y el trabajo, dejando a los trabajadores plena libertad política, librados a sus propias fuerzas en la lucha con las grandes empresas, con el propósito de defender y establecer condiciones humanas y equitativas de trabajo.

Otra de las manifestaciones de la revolución industrial consistió en la concentración de grandes masas de población alrededor de los centros fabriles, lo cual determinó la creación y evolución del proletariado industrial moderno, del cual surge el sindicalismo como uno de los fenómenos sociales más relevantes de nuestra época.

Así pues, el fenómeno sindical tiene sus causas principales en el maquinismo y la expansión de la gran empresa, toda vez que concentraba la producción y homologó las formas de vida y de trabajo de grandes masas de población, trayendo como consecuencia asimilaciones colectivas de los que viven agrupados alrededor de los centros fabriles, con tendencias asociadoras, las que impulsadas por diversas ideologías, terminan por conformar el sindicalismo de nuestra época. Siendo así como emerge el sindicalismo, tanto como hecho histórico y como realidad sociológica.

En palabras del jurista Gallart Folch (1957), el fenómeno sindical “es el movimiento desarrollado en los últimos cien años, en el ámbito de la producción industrial, caracterizado por la tendencia de los trabajadores a agruparse en asociaciones estables, distribuidas profesionalmente y dirigidas a defender los intereses profesionales de categoría.” (citado en Pérez, 1983, p. 305).

La libertad sindical

En primer término, la libertad de asociación tiene dos vertientes, la colectiva e individual. La colectiva se refiera a la libertad que tienen los hombres para integrarse en sindicatos de trabajadores o patrones, según

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