SOBRE ORÍGENES DEL CARNAVAL DE ORURO
Enviado por Monica • 26 de Septiembre de 2011 • 1.671 Palabras (7 Páginas) • 912 Visitas
En devoción a la Virgen del Socavón
De los arrabales… a la "Obra Maestra"
• Carnaval de Oruro gestado por la "gente baja", que contrariamente armaba lujosos cargamentos de oro y plata se postraban a los pies de la "Mamita"
• Por Mónica V. Aramayo Quinteros - Editora General LA PATRIA
Las primeras manifestaciones de lo que hoy se conoce como el Carnaval de Oruro, surgieron tímidamente y eran protagonizadas por gente de los arrabales, pues en los ancestros de las danzas primigenias que dieron origen a lo que hoy se conoce en el mundo como "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad", la devoción a la Virgen del Socavón nació de las manifestaciones populares, quienes bailaban con limitaciones en honor de su patrona para agradecer por los favores recibidos.
Esta fiesta era considerada por la sociedad de entonces como algo casi marginal, sin mayor relevancia dentro el acontecer cotidiano de los orureños de principios del siglo XX, pues nadie imaginaba que con el transcurso de los años el mundo volcaría su mirada a ésta región del planeta.
"Como es de costumbre en esta ciudad el día de hoy a horas 3 de la tarde harán su entrada a la capilla de la Virgen del Socavón las distintas tropas de danzantes organizadas por el bajo pueblo y en especial por la clase minera", describía sólo en un párrafo de anuncio LA PATRIA del 14 de febrero de 1920.
En la misma edición se revela el término "achura" para describir "en estilo minero" a los metales más finos que para obsequiar a las empresas se extraían en los días de Carnaval en las minas. "Hemos tenido aviso de que las achuras del Socavón e Itos son de plata inmejorable", decía una nota periodística publicada en febrero de 1920.
La celebración del Carnaval era "diferenciada", por un lado las "tropas de danzarines en su mayoría gente minera" en las calles y por otro "las distinguidas familias de señores y señoritas" para quienes se organizaban fiestas en salones del hotel Edén, Palais Concert o el Club Oruro, luego de que éstos participaban de la entrada de comparsas, de los domingos de Carnaval.
Las fiestas para la "alta sociedad" eran conservadoras, amenizadas por afamados grupos y cantantes de renombre y de moda allá por los años 20, 30, 40 y 50, mientras el gentío bailaba en las calles entonando cánticos y coplas carnavaleras como "Carnaval Chayamun, mayu caballupi, ackata masckaspa a todo galope", (Llegó el Carnaval, en caballo de río, buscando chica a todo galope)
"Que chabacano y guachafoso, no parecen hombres de ciudad. Ya en mejores tiempos desfaceremos estos vicios que con el nombre de costumbres se enseñorean", escribió una persona bajo el seudónimo de "Neche" en LA PATRIA el 19 de febrero de 1928, refiriéndose a la fiesta popular.
Tras la entrada de las "tropas de danzarines" lo que si resaltaban las crónicas de prensa era la ostentación que se hacía en los lujosos cargamentos, que junto a las "tropas de danzantes" hacían su recorrido desde la calle Colombia, (ahora 6 de Octubre), hasta la Bolívar, luego por calle Gobierno (actual La Plata) y luego por la calle Alianza, (Adolfo Mier), hasta lo que por entonces se denominaba la capilla del Socavón.
Probablemente en 1930, en su edición del 2 de marzo, LA PATRIA, por primera vez reflejó en su primera plana detalles del acontecimiento devocional que año tras año se perfilaba hacia la "Obra Maestra".
En dicha redacción periodística se describía cada uno de los grupos de danzantes que en cantidad no pasaban de 30 componentes.
Los diablos: "con saltos caprichosos y ágiles al compás de una buena banda".
Los incas: "con ricas y costosas vestimentas"
Los chunchos: "Vestimenta confeccionada con acierto y armonía de colores"
Los mineros: "con martillos, como símbolo de la mina que servían para acompasar los acordes de la banda"
Los suris: "Tuvo una simpática presentación, llevando entre sus danzantes de la clase baja ardor de entusiasmo".
El sexto grupo estaba compuesto por una variedad de osos y monos, según narra la crónica de portada en el año 1930.
COMPARSAS
Según las reducidas "crónicas carnavaleras" (LA PATRIA 21-02-1920) también se desarrollaban las "Entradas de Domingo" con participación de personas luciendo disfraces, o máscaras de personajes extranjeros, creándose para cada año las "comparsas" por entonces constituidas por jóvenes y señoritas "de sociedad".
Denominativos como "Las invariables", "Las Mimadas" o "Los Veletas" figuran entre las comparsas que luego de participar de la entrada de domingo, eran recibidas por las autoridades de turno en fiestas sociales que se realizaban en salones de la Prefectura del Departamento.
También existían otras comparsas como los: "Apaches de la Luna", "Los Perversitos", "Ra, Ra Charleston", "Los Improvisados", "Los espantapájaros", "La Chacota", "La Casa de la Troya", "Rostros Asados", "Así es la Vida", "Los Ases del Toreo", "Esto es París", "Grandes y Chicos" (con niños), "Marioncitas", "Villa Sin Par", "Los Caballeros Audaces", "Champaneras", "Locura ínfima", "Abanicos de Verano", "Los Risueños".
LUNES Y MARTES
"En estos días se notó poco entusiasmo para jugar el Carnaval, pero, en cambio en los arrabales hubo grandes comparsas
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