¿Se invierte en lo que se debe?

¿Se invierte en lo que se debe?

Por: Valentina Martínez Rojas.

Hoy en día, una de las mayores tendencias en el mundo es la llamada apertura económica, la cual tiene como objetivo que los países entren a competir en los mercados mundiales generando así ingresos, mejoras y grandes reconocimientos a nivel internacional, este proceso ha logrado ocupar un puesto muy alto en las economías mundiales, y Latinoamérica especialmente Colombia no han sido la excepción. Por tal motivo se  ha desatado una gran controversia respecto a la conveniencia de adoptar dicho modelo de desarrollo en el país, partiendo de que la economía colombiana tiene como prioridad a aquello que no debe, facilitando así que el desarrollo económico sea estable pero no satisfactorio en muchas ocasiones.

Si tomamos como ejemplo el punto dos del consenso de Washington, el cual invita a los países a invertir tanto en  educación como en salud, vemos que Colombia invierte en educación solo el 3,8% del PIB, mientras que países como Nueva Zelanda destinan el 6% de este, demostrando así que nuestro país no apunta a educación y de salud es mejor ni hablar, por ende explicaríamos la poca disponibilidad de colombianos para grandes labores y como los campesinos aún siguen trabajando de manera artesanal habiendo grandes tecnologías que ayudarían a agilizar sus tareas, por esto es permitido preguntarnos ¿de qué sirve que tengamos grandes mercados si no sabemos utilizar lo que este nos provee?.

El mercado colombiano así como ha tenido años malos también ha tenido buenos, en los cuales ha sido reconocido como uno de los países con mayor manejo en productos tradicionales, razón que ha sido de suma importancia para el país, pero que no debería ser motivo suficiente para que Colombia siga siendo un país dependiente de estos, ya que a la larga algunos no son renovables. Sin embargo y a pesar de este problema el país no invierte en las pequeñas y medianas empresas con las que cuenta, no se da a la terea de investigar si somos competidores eficientes en otras áreas del conocimiento que no sea la agricultura o la explotación de petróleo, no buscamos otros mercados en los cuales podríamos ser un país con grandes utilidades que ofrecer al mercado y quien sabe llegando a ser competidores y exportadores destacados, no dejando de lado nuestros productos tradicionales pero si yendo más allá de nuestra zona de confort.

Por otro lado uno de los factores que mayor prioridad debería tener un país como Colombia es el de la inversión extrajera directa, ya que de cierta manera permite la ampliación y el desarrollo tanto de la economía como de los mercados locales; pero aun así y aunque  estemos  abiertos a inversiones, somos un país que no cuenta con la infraestructura y la tecnología que los países interesados necesitan para la planificación y la realización de sus proyectos motivo que nos llevaría a pensar que nos cerramos las puertas nosotros mismos y que las inversiones del país están cada vez más alejadas de lo que en verdad se necesita.

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