Seguridad E Higiene
Enviado por CJCJCJ • 18 de Agosto de 2014 • 10.163 Palabras (41 Páginas) • 352 Visitas
SISTEMA CIRCULATORIO
La sangre desempeña muchas funciones, entre ellas el transporte de gases respiratorios, moléculas nutritivas, desechos metabólicos y hormonas. La sangre viaja por todo el cuerpo en un sistema de vasos que va desde el corazón y regresa a este último.
Un organismo unicelular puede satisfacer su propio mantenimiento y continuidad al efectuar la amplia variedad de funciones necesarias para la vida. En contraste, el complejo cuerpo humano está compuesto de células especializadas que demuestran una división del trabajo. Las células especializadas de un organismo multicelular dependen una de otra. Dado que casi todas están firmemente implantadas en tejidos, es necesario que se les hagan llegar su oxígeno y nutrientes, y que se eliminen sus productos de desecho. Por ende, se necesita un medio muy eficaz para transportar materiales dentro del cuerpo.
La sangre desempeña esta función de transporte. Un estimado de 96 560.64 kilómetros (60 000 millas) de vasos en todo el cuerpo de un adulto aseguran que llegue alimento continuamente a cada una de los billones de células vivas. Sin embargo, la sangre también puede transportar virus, bacterias y sus toxinas, que causan enfermedad. Para protegerse contra esto, el sistema circulatorio tiene mecanismos protectores: los leucocitos y el sistema linfático. Para desempeñar sus diversas funciones, el sistema circulatorio trabaja junto con los sistemas respiratorio, urinario, digestivo, endocrino y tegumentario en el mantenimiento de la homeostasis.
Funciones del sistema circulatorio
Las funciones del sistema circulatorio pueden dividirse en tres áreas amplias: transporte, regulación y protección.
1. Transporte. El sistema circulatorio transporta todas las sustancias esenciales para el metabolismo celular; las mismas pueden clasificarse como sigue:
a) Respiratorias. Los eritrocitos, o glóbulos rojos, transportan oxígeno a las células. En los pulmones, el oxígeno proveniente del aire inhalado se fija a las moléculas de hemoglobina dentro de los eritrocitos, y se transporta hacia las células para respiración aeróbica. El dióxido de carbono que se produce por la respiración celular es transportado por la sangre hacia los pulmones para eliminación en el aire exhalado.
b) Nutritivas. El sistema digestivo se encarga de la desintegración mecánica y química de los alimentos, de modo que puedan absorberse a través de la pared intestinal hacia los vasos sanguíneos y linfáticos. A continuación, la sangre transporta estos productos de la digestión absorbidos, a través del hígado, hacia las células del cuerpo.
c) Excretoria. Los desechos metabólicos (como la urea), el agua y los iones excesivos, y otras moléculas que el cuerpo no necesita, son transportados por la sangre hacia los riñones y excretados en la orina.
2. Regulación. El sistema circulatorio contribuye a la regulación tanto hormonal como de la temperatura.
a) Hormonal. La sangre transporta hormonas desde su sitio de origen hacia tejidos blancos distantes, donde desempeñan diversas funciones reguladoras.
b) Temperatura. La regulación de la temperatura es auxiliada por la desviación de la sangre desde vasos cutáneos más profundos hacia vasos más superficiales, o viceversa. Cuando la temperatura ambiente es alta, la desviación de la sangre desde vasos profundos hacia vasos superficiales ayuda a enfriar el cuerpo, y cuando la temperatura ambiente es baja, la desviación de sangre desde vasos superficiales hacia vasos profundos ayuda a mantener la temperatura del cuerpo.
3. Protección. El sistema circulatorio protege contra pérdida de sangre por lesión y contra agentes patógenos, entre ellos microbios y toxinas extraños introducidos en el cuerpo.
a) Coagulación. El mecanismo de coagulación protege contra pérdida de sangre cuando hay daño de los vasos.
b) Función inmunitaria. La función inmunitaria de la sangre es efectuada por los leucocitos (glóbulos blancos) que protegen contra muchos agentes que causan enfermedad (patógenos).
Principales componentes del sistema circulatorio
El sistema circulatorio consta de dos subdivisiones: el sistema cardiovascular y el sistema linfático. El sistema cardiovascular consiste en el corazón y los vasos sanguíneos, y el sistema linfático, que incluye vasos linfáticos y tejidos linfoides dentro del bazo, el timo, las amígdalas y los ganglios linfáticos.
El corazón es una doble bomba de cuatro cavidades. Su acción de bombeo crea el frente de presión necesario para impulsar la sangre a través de los vasos hacia los pulmones y las células del cuerpo. En reposo, el corazón de un adulto bombea alrededor de 5 L de sangre por minuto. A este ritmo, se requiere alrededor de un minuto para que la sangre circule hacia la extremidad más distal y regrese al corazón.
Los vasos sanguíneos forman una red tubular que permite que la sangre fluya desde el corazón hacia todas las células vivas del cuerpo, y después regrese al corazón. Las arterias transportan sangre en dirección contraria al corazón, mientras que las venas devuelven la sangre al corazón. Las arterias y las venas son continuas entre sí a través de vasos sanguíneos de calibre más pequeño.
Las arterias se ramifican extensamente para formar un “árbol” de vasos de diámetro progresivamente menor. Las arterias de menor calibre se llaman arteriolas. La sangre pasa desde el sistema arterial hacia el sistema venoso en capilares microscópicos, que son los vasos sanguíneos de menor calibre y más numerosos. Todos los intercambios de líquido, nutrientes y desechos entre la sangre y los tejidos ocurren a través de las paredes de los capilares. La sangre fluye por los capilares hacia venas microscópicas llamadas vénulas, que llevan la sangre hacia venas de calibre progresivamente mayor que finalmente devuelven la sangre al corazón.
A medida que el plasma sanguíneo (la porción líquida de la sangre) pasa a través de los capilares, la presión hidrostática de la sangre fuerza parte de este líquido hacia afuera de las paredes de los capilares. El líquido derivado del plasma que sale desde las paredes de los capilares hacia los tejidos circundantes se llama líquido tisular, o líquido intersticial. Parte de este líquido regresa de manera directa a los capilares, y parte entra a los vasos linfáticos ubicados en los tejidos conjuntivos alrededor de los vasos sanguíneos. El líquido en los vasos linfáticos se llama linfa. Este líquido regresa a la sangre venosa en sitios específicos. Los ganglios linfáticos, ubicados a lo largo del camino, limpian la linfa antes de su regreso a la sangre venosa. Así, el sistema linfático se considera una parte del sistema circulatorio.
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