Semiotica De Saussure Y Peirce
Enviado por colorao78 • 8 de Agosto de 2013 • 4.370 Palabras (18 Páginas) • 653 Visitas
Saussure.
Una de las primeras distinciones que hace Saussure es entre lengua y habla. Partiendo de la constatación de que el lenguaje es "una Institución humana", pero sin ninguna relación natural con su objeto (es un puro consenso social y esto lo demuestra la variedad de lenguas existentes). El habla es el lenguaje en acción es la ejecución individual de cada hablante. Otra cosa distinta es la lengua es decir la estructura, el mecanismo, los códigos referenciales que usan los individuos para hablar, sin los cuales no sería posible el habla.
El signo: El signo es una "diada", es decir, un compuesto de dos elementos íntimamente conexos entre sí: la representación sensorial de algo (el significante) y su concepto (el significado). Ambas cosas asociadas en nuestra mente: "un signo lingüístico ... une un concepto con la imagen acústica (…), es por tanto una entidad psíquica de dos caras”. El signo lingüístico toma consistencia al vincular entre sí dos aspectos de un mismo fenómeno, el elemento fónico-acústico y el concepto asociado con él. La arbitrariedad del signo y su valor: "El lazo que une el significante y el significado es arbitrario, o también, ya que por signo entendemos la totalidad resultante de la asociación de un significante a un significado, podemos decir más sencillamente que el signo lingüístico es arbitrario. " El valor de los signos está definido por su carácter discreto; es decir, se definen por oposición: uno es lo que otro no es.
Toda lengua es un bagaje cultural perteneciente a la sociedad que se transmite de generación en generación. Cada ser humano que nace, aprende a hablar y asume un idioma ya presente e institucionalizado en el grupo social. La lengua, tiene pues, un carácter' dado y fijado de antemano, en ella a cada signo se le ha dado un significado que es preciso mantener para poder entenderse en la sociedad. Además un idioma es un sistema complejo cuya variación es muy difícil de lograr, y no depende del deseo de individuos aislados. La necesidad de comunicación excluye los cambios repentinos de la lengua. Y la gente se resiste a las modificaciones bruscas de su idioma.
Una de las más importantes distinciones conceptuales introducidas por Saussure tiene que ver con la que se establece en relación con el tiempo y que él llamó el estudio diacrónico y sincrónico de la lengua. El análisis diacrónico describe la evolución histórica de un idioma a lo largo del tiempo, mientras que el estudio sincrónico se detiene en analizar el estadio particular de ese idioma en una determinada época o período temporal.
Sintagma y paradigma.
Saussure afirma que "en un estado de lengua, todo se basa en relaciones."
Al analizar una cadena de signos, se generan dos órdenes de relaciones:
a. Uno de tipo sintagmático que indica una determinada presencia de signos, un grupo especifico de signos asociados en la cadena del habla.
b. Otro de carácter paradigmático (Saussure usa el término relaciones asociativa), formado por el elemento común en una serie de signos.
En efecto, en el eje paradigmático se hallan los esquemas o modelos virtuales, es decir, lo que es meramente potencial, aquello que es establecido como sistema referencial, mientras que el valor sintagmático establece la actualización del objeto semiótico, se trata por tanto, del componente reconocible por su presencia. La dinámica de los procesos semióticos se define como el movimiento de lo virtual a su actualización, el paso de objetos potenciales a la realización de su estructura.
Si hubiere que señalar la diferencia fundamental que existe entre Saussure y Peirce, habría que decir que el semiólogo suizo pone atención en simplificar los principios de la producción del signo mientras que Peirce siempre multiplica sus categorías. La teoría del signo elaborada por Saussure no es tan sólida y completa como la de Peirce que la trabajó con mayor profundidad. Saussure dedicó poco tiempo al tema y su interés por reflexionarlo estuvo determinado por su afán de ponerlo al servicio de sus estudios del lenguaje; nunca pensó hacer un estudio sobre el signo con el objeto de construir una específica teoría del mismo. Es a partir de esta premisa que debemos entender todo lo que él dice al respecto. Pero debemos reconocer que su descripción del signo es la más conocida y divulgada, al menos hasta el presente.
El concepto saussuriano de "signo" como entidad de doble faz (significante - significado) ahondó sin duda una polémica que entre los lingüistas se había iniciado muchos años antes. Recordemos que en el ambiente científico en que se movía Saussurre, Peirce era desconocido, en consecuencia las ideas del teórico norteamericano no influyeron en la polémica lingüística europea de esa época, marcada además, por la naciente ciencia psicológica y por la sociología de Emile Durkheim (1858-1917).
Saussure tuvo que ver, entonces, con la discusión acerca de lo que, en definitiva, debía llamarse "signo". Para él no era sólo una' cuestión terminológica, sino que tocaba la naturaleza y los componentes mismos del fenómeno. Destacó el papel del significante como aquel objeto que nuestra mente percibe ocupando el lugar de “otra cosa” para significarla. Esta visión del signo resultó importante y capital para el esclarecimiento del concepto, aunque hay quienes le critican que su idea de signo está impregnada de "psicologismo", o sea, de aparecer más como una pura entidad de la mente, que un fenómeno con un sostén objetivo.
Peirce
Según Peirce, toda la realidad puede ser comprendida a partir de tres categorías. A cada una de estas le da el nombre de Primer correlato o primeridad; segundo correlato o secundidad y tercer correlato o terceridad. El primer correlato (o primeridad), es todo cuanto tiene posibilidad de ser, real o imaginario. Esta pura posibilidad, aunque indeterminada todavía, es la que permite después la concreción de todos los seres. La primeridad es lo abstracto, por ejemplo la cualidad de un color (lo rojo o lo violeta antes de estar presente en un objeto concreto). Con palabras de Peirce la primeridad es el "modo de ser de lo que es tal como es, positivamente y sin referencia a ninguna otra cosa”. Es la primera impresión o sentimiento que recibimos de las cosas. El segundo correlato (o secundidad) son los fenómenos existentes. Se trata, pues de una categoría relacional. Lo Segundo es, siempre el fin, el elemento ocurrido, lo causado. EI tercer correlato (o terceridad) está formada por las leyes que rigen el funcionamiento de los fenómenos, es una categoría general que da validez lógica y ordena lo real. Lo Tercero es el medio, la racionalidad eficiente que regula
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