Ser O Soy
Enviado por kittykyasid • 19 de Junio de 2013 • 495 Palabras (2 Páginas) • 222 Visitas
El sol murmulla desde el horizonte. Sus primeras impresiones de calor son abrigadas por el frió nocturno de la habitación, dándome la bienvenida en la insufrible mañana de un Noviembre muy raro. Miro el techo, busco dentro de cada una de las gritas algo simple, algo que me invite a salir de la cama. Diciembre. El brazo se extiende, la muñeca gira. A mis dedos se pega el delgado cilindro atiborrado de nicotina. Una sensación recorre la yema de mis dedos pasando por la palma, el antebrazo, súbitamente juega en un costado del pecho, inicia una diminuta e incesante escalada con rumbo de una garganta llena de improperios. Tomo con imprudencia el encendedor. Inicio una suave vuelta de fuego sin parar hasta que mi boca se inunda de una fuerte bocanada de humo, exhalo. No pasa aún de medio día y la cabeza me da vueltas. Intento recordar mi nombre ¿cómo empieza? ¿A qué suena?
Él sobre la banqueta lleva los audífonos en ambas orejas casi ocultos por la manía de traer el cabello largo con delgadas líneas en color blanco. Su mirada se anuncia perdida e indagadora, con ojos pequeños, penetrantes y cafés. La soltura al caminar surge de no temer en su andar, refleja confianza. A veces sus labios esbozan una sonrisa sutil con intención de esconderla al sentirse descubierto, se hacen minúsculos, tienden a ocultarse entre el bigotillo y barba pronunciada. Mientras camina mira el celular, mueve su pulgar y se revela asimismo: Christian.
Situado en la Roma, en calles arquitectónicas de la Belle Époque y del art nouveau dirijo mis pasos hacia un expendio colorido por publicidad de productos: lácteos, bebidas refrescantes, galletas, y un sinfín de cosas para gastar. En ese espacio mis manos intercambian algunas monedas por un empaque forrado de celofán y lleno de cigarrillos. Lentamente emprendí una caminata si rumbo. Ya en marcha recordaba la niñez, esa niñez alegre en familia y soledad de pocos amigos; me define, ahora creo saber porque soy así. La canción cambia, escucho: Felling good interpretado por Muse, me hace sentir eufórico, eleva mis adrenalina provocando encender un pitillo, saboreo el primer toque y hago mueca de sabor. Tarareo la canción, me pone de buenas y detallo mi alrededor. Me siento confiado de toques narcisistas con mariposas en el estomago (tú me entiendes).
Pasa por debajo de un puente con las manos en los bolsillos de los jeans, el ruido aturdidor de tráfico no invade sus pensamientos, pero la temperatura sofocante le hace enojar, una cualidad muy suya, pues siendo de carácter explosivo pierde su gran capacidad para analizar, aunque fácilmente se tranquiliza y su forma comprensiva de tomar las cosas le relaja.
Sin cavilarlo la noche me a tomado por sorpresa. La Luna me observa con recelo. La ciudad es inundada por un torrente de coches. En un segundo me veo acompañado y me da gusto, me satisface comprometerme con mi futuro un tanto incierto pero que probablemente me haga
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