¿Si yo fuera ministra?

¿Si yo fuera ministra?

¿Si yo fuera ministra de educación?, nunca antes se me hubiese ocurrido plantearme esta pregunta no porque no lo lograría desempeñar si no por el motivo de que la actualidad se dice que la educación debe cambiar y que es la base del futuro, pero las continuas reformas solo modifican la superficie del Sistema educativo y pocos se atreven a abordar el tema desde la raíz.

Cuando pensamos en las maneras de obtener el éxito sea para lograr metas o seas realmente excelentes en aquello que decidamos emprender en la vida o sencillamente, realizar una labor de forma que nos satisfaga a nosotros pero la realidad dicta que nuestros estudiantes salen con perfiles acorde a lo que el estado necesita sin importar si son plenamente desenvueltos en el campo, porque no se nos permite explotar nuestras creatividades.

En tiempos actuales no es suficiente con tener buenas intenciones de hacer el cambio se necesita hacer un trabajo arduo que recopilen todas las necesidades y variantes de cada rincón de nuestro país a que se enfrenta nuestra población en su vida diaria día a día para así poder adaptar un sistema educativo no a un interés global más bien a uno que genere resultados óptimos para nuestras generaciones.

Si yo fuera ministra de educación la prioridad de mi gestión seria centrarme en que nuestros docentes inculquen el respeto, la honestidad, la responsabilidad y otros valores tan importantes para la convivencia humana. Asimismo el deseo de aprovechar el tiempo para formarse como persona de bien nos da la ilusión de formar ciudadanos que hagan un mejor país. Un mejor país se mide en cuanto a su desarrollo humano, social, intelectual.

La idea de formar no sólo con contenidos conceptuales, sino también actitudinales está en boca de todo educador, lo cierto es que en la práctica muy poco se combinan estos. Siempre hay “contenidos” que avanzar y poco se trabaja en el meollo de la situación.

Las instituciones hacen grandes esfuerzos por cómo hacer que a los estudiantes les guste, que quieran, que necesiten aprender algo. Se crean técnicas, estrategias e instrumentos, y se utiliza tecnología, para aportar con esto al objetivo principal de “la más alta función del Estado”.

Cada institución se crea con una misión, visión y el principal objetivo que se supone se persigue durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Si retomamos la educación de antaño de tener estudiantes con ideales y creencias claras con una visión más coherente de la vida con un ideal o perfil que marca las actitudes y aptitudes de cada ser humano y permite influenciar en la comprensión de la vida de los seres humanos y del mundo, haciendo énfasis que las cosas no son valiosa por sí mismo.

Si yo fuera ministra escogería plantear cambios o mejoras en los programas de estudio, pues a lo largo del pasar del tiempo no han sabido brindar realmente una verdadera solución para que estos sean realmente significativos en el aprendizaje, ya que actualmente lo único que han hecho uno tras del otro es cambiar la portada del programa y experimentar con prueba y error.

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