Sobre Dios Y La Msonería
Enviado por HZM007 • 13 de Noviembre de 2011 • 4.006 Palabras (17 Páginas) • 555 Visitas
Serie de Ensayos y recopilaciones N° 7 Sobre Dios
y la MasonerÌa
por el Q:.H:.
Ricardo Aldao Matilla : .
Nuestros Cuadernillos Polémicos, -como hemos da- do en denominar esta serie de trabajos-, tienen un contenido que aporta opiniones a los permanentes interrogantes que se advierten en las Listas Masó- nicas de Internet.
Seguramente tras las inquietudes de nuestros QQ:.HH:., manifiestas en el oleaje cibernético de preguntas y respuestas, se advierte un sinnúmero de problemas de conciencia, emergiendo sobre la libertad de expresión que Internet nos permite y que, por lo demás, debiéramos estar atentos a su conti- nuidad. Esto último, debido a las presiones que van surgiendo desde distintos ángulos de lo que deno- minamos «oscurantismo», pues soterradamente dis- tintos intereses creados tratan de «legislar para con- trolar».
Hemos decidido editar estos Cuadernillos llevando en forma clara y con poder de síntesis, la opinión de distintos QQ:.HH:. tanto de nuestro tiempo, como de aquellos que durante el siglo pasado expusieron sus ideas y sus convicciones, pues entendemos que al publicarlas podrán advertirse las similitudes en la problemática que nos ocupa.
También hemos advertido, durante nuestra mem- bresía en muchas de las Listas Masónicas en Internet, la fragilidad de conocimientos específicas de la Orden, obrantes en nuestros contertulios. Fuera de la comprensible situación de A:. y C:., no siem- pre con posibilidades de acceder a la literatura masó- nica por diversas circunstancias geográficas -por decirlo de alguna manera- también sucede que QQ:.HH:. M:.M:. confundan sus propias conviciones religiosas, con la doctrina masónica en relación a problemas de gravitación fundamental, en todo caso el tema de Dios.
Otros QQ:.HH:. adoptan posiciones teistas, deistas, panteístas o de neto corte religioso, colocando a la figura del G:.A:.D:.U:., en un conflicto fáctico con aquello que la Orden postula a lo largo de la escale- ra que culmina con el último G:. del Filosofismo.
Advertimos que en las postrimerías del siglo XX y comienzo del siglo XXI, el fenómeno producido por la Internet, ha desatado brisas y vientos que llevan a nuestros HH:. a indagar sobre los orígenes de la Institución y tratar de comprender su actual reali- dad, haciéndolo tratando de despejar los caminos de tanta ojarasca producida por las «interpretacio-
nes» que de nuestros principios, linderos, límites o landmarks se han precipitado en los últimos tiem- pos
Este trabajo del muy Q:.H:. Ricardo Aldao Mantilla, refleja con absoluta claridad la necesidad de un mayor conocimiento sobre las problemáticas de la Orden. Sabemos de la tendencia a circunscribirse a los Rituales, como una forma de debastar la piedra bruta. Es lícito, pero no basta.
Creo, fervientemente, que es necesario profundizar cotidianamente en toda la literatura masónica, su his- toria, sus leyendas, sus fundamentos. Pero no como una «alternativa» volitiva unipersonal de crecer den- tro de la Orden, sino como una condición necesaria para acceder a los grados filosóficos.
Es hora ya de terminar con las discusiones sobre si la Masonería es el Simbolismo y este su culmina- ción. Se trata de comprender y conocer el significa- do trascendente del Filosofismo y expresar con ho- nestidad a nuestros QQ:.HH:. A:.C:. e incluso M:., que cada escalón del R:.E:.A:. y A:. «es un conoci- miento más, y necesario, para la comprensión glo- bal de la estructura doctrinaria de la Masonería.»
Dando lectura a este trabajo tan meduloso, remitido a las Listas Masónicas por el Q:.H:. Ricardo Aldao Mantilla, es posible advertir varias vetas muy nece- sario de investigar. Su posición es muy objetiva e ilustra a nuestros QQ:.HH:. sobre aspectos que son polémica en muchos Talleres, debido, fundamental- mente, al desconocimiento que sobre ellos, poseen los QQ:.HH:.
En estos tiempos de mediocridad universal, en el que vemos crecer las nulidades y el inmovilismo pa- reciera campear por sobre las nociones de Progre- so que anidan en nuestras esperanzas masónicas, se levantan voces que se niegan a desconocer las Utopías. Respetables Grandes Maestres del mun- do, han expresado en diversos foros masónicos su negativa a aceptar la mentada «decadencia» que nos endilgan. Y que, lamentablemente, muchos aceptan. Por eso nos ha parecido encomiable deci- dirnos a editar el pensamiento de quienes no han caido ni cayeron en la desesperanza y la comodidad o la complacencia de lo que les es dado para consu- mir en bandeja de plata.
Ricardo E. Polo : .
Mar del Plata -Argentina- octubre de 2001
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Sobre Dios y la MasonerÌa
por el Q:.H:. Ricardo Aldao Matilla : . Resp.·. Log.·. Ara Solis Or.·. de A Coruña
Hace ya tiempo, hemos sostenido en la lis- ta(1) un interesante intercambio de aportes al res- pecto de uno de los matices, que diferencian a la masonería regular, dogmática o de tradición, frente a la masonería irregular o liberal.
Intercambiamos entonces, lo que representaba el concepto G.·. A.·. D.·. U.·. y su rela- ción con un dios, o con Dios revelado, así como analizábamos de manera minuciosa la exigencia por parte de las potencias masónicas reconocidas por la United Grand Lodge of Englad, y consecuente-
mente autodenominadas regulares.
Concluimos que mientras en la ma- sonería liberal o irregular, no era precepto ser cre- yente, y por tanto se podían sustentar posiciones agnósticas e incluso ateas (al prescindir de la invo- cación al G.·.A.·.D.·.U.·. para la apertura y cierre de los trabajos), en la masonería de lazos ingleses, era necesario, ya que sus propios reglamentos de ma- nera explicita no solo lo exigían, si no que incluso de manera implícita, conlleva el ejercicio de ser autentico creyente en Dios, pues sería una incon- gruencia ser creyente sin tener en cuenta la religión profesada, y no ejercerla como la consecuencia ló- gica. Sería como hacerse reconocer como masón, conocer los retejos de los distintos grados, exigir nuestras máximas, y sin embargo ejercerlas en nues- tra vida profana, como profanos o gentes sencillas sin compromiso alguno con nosotros mismos y con
nuestros semejantes.
Antes de continuar, sí me gustaría precisar que en mi animo no está la polémica esté- ril, ni tampoco el determinar qué legitimidad pueden sostener algunos para llamarse regulares y señalar quiénes son irregulares. Pues aunque a veces pue- da ser pasional y vehemente en determinados argu- mentos, considero, fruto de la experiencia, que es un problema irreal en la convivencia diaria de las bases masónicas, y que cada cual es libre de poder desarrollar el trabajo allá donde
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