Sobre El Concepto Contemporaneo De Texto En Lotman
Enviado por oratorio • 19 de Enero de 2013 • 2.504 Palabras (11 Páginas) • 821 Visitas
Sobre el concepto contemporáneo de texto
Comentarios a una conferencia de I. M. Lotman
Alberto Velasco Esteban
Grado de Magisterio Educación Primaria - Semipresencial
Desarrollo de Habilidades Comunicativas
Curso 2012-2013
ÍNDICE
1. Introducción 4-5
2. Funcionamiento de los textos: mineral, entretejedura y semilla 6-9
3. Bibliografía 10
1. INTRODUCCIÓN
Comenzamos con un cierto temblor. El reto que nos hemos propuesto está, sin duda alguna, por encima de nuestras posibilidades. Queremos acercarnos a la figura I. M. Lotman para descubrir, desde la lectura de una de sus conferencias, las diversas funciones que puede llegar a ejercer un texto en el sistema general de la cultura.
Creemos –sinceramente– que nuestra pretensión haría temblar al más experto en la materia, ¿cómo no sentir vértigo, ante la tarea de leer a uno de los grandes en semiótica?. Nos parece lógico, máxime cuando nos percibimos como analfabetos aguerridos en esta habilidad de interpretar textos en general y, mucho más, si estos, conmemoran aquella parcela de la realidad que, desde pequeños y con gran desapego, aprendimos a llamar asignatura de lengua.
Sin embargo, el temblor con el que comenzamos, no brota de la lógica cordura sino del sentimiento que ha provocado una experiencia. Hemos sufrido una conmoción y, curiosamente para nosotros, la culpa la tiene un texto. No ha sido, como de costumbre, una persona o un acontecimiento de la vida, ni tan siquiera el descubrimiento de un concepto nuevo o una idea transmitida por un texto, ha sido el texto mismo. La emoción y la sorpresa, no la provocaron el significado de sus palabras, ya que todo sucedió antes de iniciar su lectura, lo hizo el texto en sí mismo. Es cierto, que no estamos seguros si realmente fue el texto, o, por el contrario, el contexto con el que nos acercamos al él, sea como sea, sin el texto no se hubiese provocado.
Y, la experiencia nos hizo reflexionar sobre las funciones que puede llegar a desempeñar un texto, además de trasmitir un contenido más o menos concreto ¿puede llegar a realizar otro tipo de tarea? En nuestra experiencia, hubo realidades textuales que nos hicieron tener un sentimiento, que puedo definir como estético, y, además, provocaron un cambio en nosotros: el texto en su conjunto dejó de ser, desde ese momento, un viejo y pétreo vehículo de contenidos, teledirigidos por su autor, y pasó a ser algo mucho más rico, algo que podemos llamar signo.
Es cierto que el texto fue creado por un autor y que lo escribió con intención comunicativa pero, para ello, tuvo que utilizar una serie de códigos aprendidos y transmitidos, códigos que más o menos conscientemente, dieron entidad al texto, una realidad que estaba más allá del autor. Además, una vez que salió de sus manos y se estampó en un papel, dejó de pertenecerle. Desde ese instante, el texto pasó a ser autónomo y comenzó a tener una vida distinta a la de su creador. Ahora, el texto, en un ámbito más grande que el del autor, podía ser transformado, por ejemplo, por un traductor o, como en nuestro caso, por un redactor de una revista electrónica que lo publicó en la web, es decir, lo convirtió en un texto sin papel. De este modo, con esta vida autónoma del autor, llegó hasta nosotros.
Los días previos al encuentro con el texto, vivimos una serie de contextos que posibilitaron y conformaron un modo nuevo de acercarnos a él. Haciendo un trabajo de la universidad, nos percatamos que una imagen podía ser interpretada de modos muy diversos dependiendo del contexto. Junto a esto, en clase de la asignatura: habilidades comunicativas, nos ayudaron a poner nuestra atención en la forma de escribir un texto peculiar, un texto con el formato de trabajo académico: el tipo de letra, los márgenes, como citar, etcétera. Este movimiento vital hizo que al abrir el texto en cuestión, en el ordenador, lo miráramos como si fuera una foto, de un solo vistazo, y luego nos fijásemos en sus partes más pequeñas: su tipografía, sus espacios, sus párrafos. Esto, nos llevó a la experiencia estética, que nos hizo clamar: - ¡qué hermoso es este texto!, -¡cuánto cuidado y esmero hay en él!. El texto era de Lotman, precisamente el vamos a intentar comentar en estas páginas. El motivo por el que leíamos a Lotman es otra cuestión que poco importa y además nos saca de nuestro propósito. Podemos, sin embargo, resumirlo en una sola frase: nos habían hablado en clase de Umberto Eco, la curiosidad, y la irracional creencia de que se nos iba a exigir, nos llevó del uno al otro.
Para concluir esta introducción nos gustaría justificar el contenido de este documento. Se nos había pedido que realizáramos un trabajo sobre el lenguaje o comunicación no verbal. Sin embargo, como es obvio, no va a cumplir esta demanda. Es cierto, que solicitamos permiso para no tener que cumplirla, permiso que se nos concedió. Sin embargo, esta decisión, requiere una explicación. De algún modo, consideramos que se cumple el objetivo, ¿en qué sentido?, en el de mostrar que en los sistemas de lenguajes nunca se manifiestan solos ni independientes, se expresan y comprenden en una profunda e íntima interrelación semiótica. De un modo parecido a como una persona, a la hora de comunicarse verbalmente con otra, utiliza, además del verbo, otros lenguajes: gestos, ruidos etcétera, el texto también ofrece al lector más de un lenguaje, verbal e incluso no verbal: iconográfico, emotivo etcétera.
2. FUNCIONAMIENTO DE LOS TEXTOS: MINERAL, ENTRETEJEDURA Y SEMILLA
Un día –siendo pequeños– quisimos ordenar la biblioteca de casa. Comenzamos por la estantería que estaba a nuestra altura, en ella colocamos los libros de color más bonito: el rojo, el azul y el verde. Luego, en las baldas de arriba y de abajo, los libros de color más feo. Toda la mañana colocando libros y anticipando la reacción que provocaría. Sin embargo, no sucedió tal como esperábamos; aún resuenan en nuestra memoria sus enojadas palabras –pero, ¿quién ha descolocado los libros?¬–. Lo que para nosotros había sido un trabajo de ordenación para ellos había sido una descatalogación absurda.
Esta anécdota puede iluminar lo que sucede de generación en generación con los textos que la cultura tiene a su alcance. Las diversas épocas y lugares no dejan de colocar y ordenar los textos que están a su disposición, poniendo en el centro de su interés aquellos que
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