Sobre Una Criminología Latinoamericana
Enviado por fendercito007 • 19 de Mayo de 2013 • 1.352 Palabras (6 Páginas) • 552 Visitas
Sobre una criminología latinoamericana.
La criminología latinoamericana, como otras criminologías, se ha visto envuelta en un sinfín de cuestionamientos sobre su existencia y sobre sus objetos, mas no por eso deja de pertenecer a la criminología general, es decir, de alguna forma y con el apoyo de muchos autores se ha generado conocimiento y se han formulado y adaptado nuevas teorías, un ejemplo de este conocimiento es la “criminología de las contradicciones” que consiste en un “análisis dialéctico que busque comprender cómo las contradicciones inherentes en la economía política están vinculadas con la frecuencia y la distribución de la criminalidad en períodos históricos señalados.”
También está el caso de muchos más literatos que han aportado conocimientos a la criminología latinoamericana, y que han sido reconocidos por algunos autores no solo por sus obras sino por sus aportes a la criminología, de entre los cuales podemos encontrar en primer lugar a las venezolanas Rosa del Olmo y Lola Aniyar de Castro; los argentinos Luis María Drago, Norberto Piñero Francisco Laplaza; el brasileño Clovista Bevilacqua; los mexicanos Miguel S. Macedo y Quiroz Cuarón.
Desde luego que el hecho de recopilar información y hacer una reseña histórica de la criminología en el mundo, no podría considerarse una labor generadora de conocimiento, pero si aquellos estudios y adaptaciones de teorías que fueron hechas para Latinoamérica, ya que mucha de la información que llega de Europa o que se genera en Estados Unidos debe ser adaptada de acuerdo al contexto en el que se aplica, es decir, los precursores de la criminología latinoamericana tuvieron que establecer sus propias reglas y adecuar así su política criminal de acuerdo a sus intereses, teniendo en cuenta que la región es un mosaico de condiciones totalmente heterogéneas que van a establecer concepciones totalmente diferentes acerca de lo que es la criminología.
Una vez repasada la parte histórica que confronta a las opiniones sobre la no existencia de una criminología Latinoamericana abordemos ahora la parte contemporánea o actual que demuestra una existencia apegada hacia el positivismo, con intenciones de detectar, clasificar y separar al “desviado”, además de la construcción de un estereotipo del infractor, como un molde por el que se seleccionan los presuntos delincuentes. Aunado a esto crece el discurso sobre la criminología oficial, aquella que está del lado del grupo que ejerce el poder y el cual no es precisamente el que legitima el poder, sino aquel económicamente activo y capaz de someter a los gobiernos.
Así pues, la crítica hacia la criminología desarrollada en américa latina se compone de diferentes argumentos, de entre los cuales ya cité dos, lógicamente hay más y hechos por quienes generan conocimientos a la misma criminología. Por citar una tercera critica a la criminología, y no tanto latinoamericana, sino mexicana, se evoca a HIKAL quien en un artículo publicado por un sitio argentino de derecho penal hace todo un recuento sobre el actual estado de la criminología en el país, donde pone especial acento en la falta de obras actualizadas en las bibliotecas de las universidades, la nula preparación de catedráticos quienes dan clase con los mismos libros que ellos aprendieron, los malos dirigentes de sociedades y organizaciones que están más preocupados por conservar el cargo político que por actuar en favor de la criminología.
Y ya que se aborda el tema de la enseñanza de la criminología en las aulas el presente no es del todo favorecedor, salvo excepciones, la forma de enseñar criminología es hasta cierto punto como una parte importante del derecho penal, esa unión que en todas las escuelas donde hay facultad de derecho que oferta una licenciatura en criminología, y en donde podemos ver ejemplos tan desafortunados como el de Paraguay que la enseñanza de la criminología lleva un desalentador retraso de 80 años que se ve reflejado en el pobre desarrollo de la criminología en ese país, en donde los docentes desconocen las corrientes criminológicas que figuran en los programas de estudio.
NEUMAN coincide con algunas críticas respecto al estado de la enseñanza en aulas de la criminología en Latinoamérica, señala que el estudiante de criminología está limitado al conocimiento de nuevas teorías y textos actualizados referentes a la materia, sumado a la imposibilidad de que estudie nuevos fenómenos y tipos delincuenciales de su país que son realizados en las estructuras de gobierno,
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