Sobrevivir A Mi Vecino

La vista era espectacular, el precio, una ganga, el espacio…no muy grande, pero no importaba, cuando mis planes se concretaran me compraría una casa más grande que el mismo edificio en el cual estaba viviendo.

Mis maletas aún no estaban desechas y me aguardaban en la puerta de mi depto. Amaba decirlo. Le había costado mucho convencer a mis padres dejarla venir a Los Ángeles a tratar de cumplir mi sueño, la única forma había sido prometer que si en un año no lograba nada volvería a Charleston y estudiaría en la universidad.

Suspiré tratando de alejar los pensamientos negativos, claro que encontraría algo, era muy buena actriz y perseveraría en todo. Claro primero debía encontrar un trabajo para mantenerme en esa ciudad, apenas tenía para vivir un mes. Debía encontrar un agente para que le dijera sobre audiciones y todo eso. No podía esperar para comenzar a hacerlo todo, pero hoy era apenas el primer día allí, debía descansar, ordenar y tratar de dormir.

Habían pasado exactamente 3 horas y veintitrés minutos desde que había cerrado los ojos, según mi reloj despertador. El cual no me había despertado como estaba acostumbrada, sino que había sido un estruendoso sonido que venía del apartamento vecino. Las paredes eran demasiado delgadas para tantos decibeles.

Esa era la razón por la cual los que arrendaban ese hermoso departamento, pequeño, pero amueblado y con vista al océano: Un estúpido vecino que no dejaba dormir por las noches con su ensordecedor ruido.

Me levanté enojada, me puse mi bata de dormir y unas pantuflas de conejos y caminó enojada hacia el origen de la música.

Toqué fuertemente la puerta, pero nadie abría. Volví a tocar, incluso más fuerte, hasta que mis nudillos dolieron.

Al fin la puerta se abrió y dejó ver a un joven alto, castaño y de ojos increíblemente azules. Quedé algo impresionada por su belleza y al parecer él lo noto, ya que me sonrió con superioridad, pero no iba a dejarlo quitarme mis valiosas horas de sueño, solo por ser increíblemente guapo.

-¿Puedes bajar el volumen de la música? Necesito dormir

-Lo siento no te oigo- dijo sonriendo maliciosamente

-Bájale y tal vez me oigas- contesté cruzándome de brazos, me ponía de mal humor cuando me

despertaban abruptamente.

-Iré a bajarle

Cerró la puerta y a los 10 segundos la música estaba aún más fuerte, golpeé indignada nuevamente, pero esta vez nadie abrió. Bueno, si el vecino quería guerra, guerra tendría.

Volvió a mi depto., cerré de un portazo y me crucé de brazos enojadísima. Ahora no podría dormir y eran las 3 de la mañana. El sueño se me había espantado y aunque quisiera sabía que no podría dormir.

Me acerqué a mis maletas que aún tenían ropa dentro y comencé a organizar todo: Blusas en un lugar, pantalones

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