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Sociedad Matriarcal Siglo XXI: Los Mosuos


Enviado por   •  10 de Abril de 2014  •  5.326 Palabras (22 Páginas)  •  640 Visitas

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Sociedad Matriarcal siglo XXI: Los Mosuos

Introducción

Existe en China un lugar que parece sacado de una leyenda. Es una comunidad de unos veinticinco mil habitantes, en la que mandan las mujeres: los Mosuo, uno de los pocos matriarcados que sobreviven con fuerza en el siglo XXI

Y es que en el reino de las mujeres nada es como conocemos o entendemos en Occidente. Ni siquiera con los papeles cambiados, porque la mujer Mosuo no ejerce el poder como si fuera un hombre, sino que lo realiza de una manera diferente.

Un matriarcado no es un patriarcado al revés, sino otra cosa, porque ellas imprimen a su sociedad un signo más femenino.

En la actualidad, los Mosuos han tenido cada día más contacto con el mundo exterior, y están ansiosos por conocer la vida fuera de las montañas. Algunos jóvenes han abandonado su casa para probar otras formas de vida, pero muchos han regresado tras pasar unos años fuera.

Sin embargo, el turismo ha cambiado mucho la vida en la comunidad y muchos habitantes locales han transformado sus casas en pequeños hoteles donde las jóvenes Musuo ejercen la prostitución por poco dinero. Ellas están sumamente expuestas a todo tipo de enfermedades venéreas pues se niegan al uso de preservativos o de cualquier otro tipo de protección pues su cultura así lo establece.

Es una visión del mundo distinta a la nuestra en la cual los hombres y las mujeres disfrutan de las ventajas que ofrece una sociedad de este tipo, y puede servirnos de inspiración para vivir más armoniosamente.

En el matriarcado, el desdén por la violencia y por la acumulación tonta de dinero hace parecer la vida más amable y llevadera. ¿Pudo la humanidad, en un pasado remoto, haber vivido mayoritariamente bajo sistemas con fuerte impronta femenina? Evidentemente que sí. ¿Puede ocurrir lo mismo en el presente y en el futuro?

Definición de matriarcado

Según la filósofa Heide Göttner-Abendroth.

En un matriarcado completo cuando concurren tres requisitos principales:

1. La sucesión hereditaria se remonta en una línea matrilineal.

2. La residencia es matrilocal. Esto significa que los descendientes de ambos sexos viven una vida en los parientes de su madre.

3. Todos los artículos de primera necesidad, tales como terrenos, casas, animales y frutas están en manos de las mujeres; normalmente con el jefe del clan o de la matriarca.

2.000 años de matriarcado

Los Mosuo viven una región que estaba aislada del resto del mundo hasta la década de 1970. Este grupo de 40.000 personas viven bajo las leyes del matriarcado. El aislamiento de la región del lago Lugu (situada en las provincias de Yunnan y Sichuan, en la parte oriental de Tíbet) ha permitido que el sistema de línea materna floreciera y perdurara, incluso en tiempos del comunismo.

El lago se encuentra a 270 kilómetros de la ciudad de Lijiang, pero se necesita conducir seis horas para llegar al destino pues es necesario atravesar cinco montañas, la más alta de 4.000 metros sobre el nivel del mar.

El cielo es claro y azul, reflejado en el lago situado al abrigo del verde de las montañas como un zafiro escondido.

Canoa de "comedero de cerdo", nombre de los barcos tradicionales por su apariencia, es la principal forma de transporte en el lago.

Hay una leyenda sobre el nombre de estas embarcaciones, que dice que la zona quedó completamente inundada en la antigüedad y una madre salvó a sus hijos poniéndolos en los comederos de cerdo.

Su región fue conquistada por los ejércitos de los emperadores de China y se convirtió en parte del imperio chino. Pero los Mosuo no han adoptado los patrones patriarcales chinos y no fueron forzados a hacerlo debido al lugar remoto en el que viven (hoy día para llegar hacen falta 9 horas en jeep).

Se trata de una tradición nacida hace miles de años, cuando era normal el matriarcado en la China rural, según dicen los sociólogos. El matrimonio ambulante es, quizá, el legado de una época en la que era frecuente que los padres murieran en guerras, vivieran como nómadas o fueran monjes budistas que habían hecho voto de castidad y, por consiguiente, no iban a reconocer a su descendencia. En ausencia de los hombres, las mujeres recogían las cosechas, daban de comer a las familias e imponían las normas.

Como en otras comunidades matriarcales, no hay violencia; son comunes el buen trato y la hospitalidad. Entre los Mosuo no tiene ninguna palabra para los conceptos de "asesinato", "guerra", "violación" o "cárcel"

Ellas son las únicas propietarias. La herencia se transmite de madre a hija, lo que implica que en la región no existen hombres con casa propia. El apellido de la mujer identifica los lazos de sangre. En cada una de las familias hay una matriarca y es la figura de más alto nivel en el clan.

Los miembros del clan eligen a una mujer de un grupo de hermanas para ser la matriarca. Con la ayuda de sus hermanas, ella cuida de los asuntos económicos y sociales de la clan-casa; es la administradora de todas las posesiones del clan: la casa, los campos, los animales domésticos y el alimento, así como los caballos, que son utilizados sobre todo por los hombres del clan, de sus hermanos y de los hijos.

Los hombres carecen de responsabilidades, trabajan mucho menos que las mujeres y pasan la mayor parte del tiempo reunidos con sus amigos o realizando las tareas que le son asignadas por la matriarca.

Pero si necesitan dinero para lo que fuere, y tengan la edad que tengan, deben pedírselo a sus madres o, en su defecto, a sus hermanas.

Cuando se les pregunta cuál es la razón para que sean ellas las que manejen la economía responden con naturalidad: "Son mucho más capaces y no gastan en cualquier cosa".

No es una ginecocracia porque las mujeres no ostentan la autoridad política, sólo la familiar. A nivel político, sorprendentemente delegan tal responsabilidad en un hombre, a quienes ellas eligen anualmente para mantener el orden y actuar de portavoz de la comunidad. Es curioso ver cómo las propietarias de la autoridad familiar depositan a su vez la autoridad política en un hombre. En esta reciprocidad está el equilibrio. El hombre sirve a la comunidad porque se siente parte de ella.

Sin maridos, sólo madres

No existe el matrimonio tal como estamos acostumbrados a entenderlo. El grupo familiar está formado por una mujer, sus

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