Sociedad Narcotizada

Hace algunas semanas tuve la oportunidad de viajar a la Ciudad de Bogotá por cuestiones laborales. Dicho viaje tuvo la finalidad de entrevistarnos con diversos funcionarios tanto de la Policía Nacional de Colombia, como del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario. Sirva la presente editorial para hacer público el enquistado sentimiento de envidia que tengo por el hermano país colombiano y por su Sociedad tan comprometida con sus responsabilidades; y todavía tenemos mexican@s que dicen que no hay nada que aprender de este país del sur; tan soberbios como equivocados.

El Coronel Irwing Alexanders Sánchez González, a quien tuvimos la oportunidad de conocer desde que fue agregado de la Policía Nacional de Colombia en la Embajada de dicho país en México, en alguna ocasión nos comento que analizando la problemática de nuestro país, corríamos el riesgo “narcotizarnos”. Si bien es cierto el narcotizar en el sentido estricto de la palabra pudiéramos entenderlo como el realizar una determinada conducta o la omisión de la misma encontrándose bajo los efectos de estupefacientes o sustancias que produzcan efectos similares, en el sentido amplio de la expresión, pudiera ser la explicación de muchas las líneas discursivas de la clase política mexicana. Me explico; en los últimos 4 años en nuestro Estado el robo de vehículos ha tenido un incremento desmesurado, al igual que los robos a casa habitación, transeúntes, comercios, etc. La explicación de muchas de las autoridades había sido que; con motivo de la aparición de grupos de delincuencia organizada estos delitos en particular habían tenido un incremento desmesurado. No se equivoque estimad@ lector@, el que un funcionari@ haya hecho estas declaraciones no significa que este narcotizado (bajo los efectos de alguna droga, (aunque en muchas ocasiones si lo están), significa que ante la incompetencia para poder controlar (que no desparecer) estos fenómenos sociales, se los “endosa” a la delincuencia organizada, contra la cual, tampoco ha podido.

Tenemos que ser muy claros y saber marcar perfectamente la diferencian entre la problemática que genera la delincuencia organizada y la domestica. Para empezar, la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada publicada el Diario Oficial de la Federación el 7 de noviembre de 1996 y reformada el 23 de enero del 2009, refiere en su artículo 2° que las únicas conductas que se pueden calificar como Delincuencia Organizada serán; Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas, Tráfico de Indocumentados, Tráfico de Órganos, Corrupción de Personas y Trata de Personas; siempre y cuando dichas conductas las realicen tres o más personas y se organicen de hecho para realizarlas, en forma permanente o reiterada, por sí o unidas a otras; esto es; palabra de ley. Por ello resulta inaceptable que las autoridades refieran que la escalada en la comisión de delitos patrimoniales que afectan de manera

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