Sol Naciente

Como un símbolo de salud e inmortalidad era considerado el sol en la mitología hindú. El saludo al sol son una serie de postraciones al sol que se realizan al amanecer y de cara al sol naciente ya que según los yoguis ortodoxos es el momento más favorable, aunque también se lo realiza al momento de iniciar una sesión de yoga como normalmente se lo ha realizado.

Al momento de realizar la secuencia de las doce posiciones se comienza a sentir como el cuerpo se comienza a calentar y los músculos empiezan a estirarse en cada postura y como una postura es la contra de la anterior, permitiendo intercalar los estiramientos y las contracciones.

Es fascinante como una sesión de saludo al sol diaria y realizada periódicamente traiga tantos beneficios al cuerpo como lo son la gran flexibilidad en la espina vertebral, las articulaciones y estilización de la cintura. Sin embargo el saludo al sol no es una práctica para matar el cuerpo con sobreesfuerzos o para dar todo en una sola sesión cada seis meses, al contrario, el saludo al sol es una práctica placentera en la cual solo se da hasta donde nuestro cuerpo sea capaz y de manera continua para así obtener los beneficios sin necesidad de maltratos.

Después de esta práctica se puede descansar en shavasana (la postura del cadáver) para permitirle al cuerpo recuperar la normalidad del pulso y la respiración, ya que es una práctica relajante que permite el completo descanso del cuerpo. Esta práctica es una oportunidad para sentir más allá de los sentidos, para ver dentro de nosotros mismos y para meditar con solo dedicar alrededor de 1 hora diaria ya que el saludo al sol se lo puede realizar bien al inicio de una sesión o como una práctica de yoga en si misma.

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