Solución innecesaria para problemas innecesarios: El divorcio
Enviado por sofia castrog • 2 de Septiembre de 2017 • Ensayo • 1.156 Palabras (5 Páginas) • 205 Visitas
Solución innecesaria para problemas innecesarios: El divorcio
Damaris Madai G.A.
Se podría comenzar diciendo que el interés al divorcio surgió de una de las tantas situaciones experimentadas alrededor de éste. Podríamos hablar, por ejemplo, de una profunda reflexión (aún imaginaria) sobre el destino de matrimonios llevados a cabo antes del mes de noviazgo. No descartamos el aludir a mostrar un rostro malo ante las películas románticas, pedagogas del “vivir feliz por siempre”, ese pensamiento macabro; cómicamente —o no—. Después de investigar sobre este tema llegamos a este dato: En la actualidad los porcentajes mundiales de divorcio van desde el 17% a un 97% en relación con los matrimonios realizados, según estudios de Business Insider. Esta referencia ayuda al desarrollo de nuestra tesis: Teniendo tantas razones para reflexionar sobre las causas del divorcio es alarmante el que sigan aumentando el número de parejas utilizando este método, (el divorcio) para solucionar problemas que pudieron haberse evitado.
Hay distintas causas por la que una pareja, o un solo cónyuge, pide el divorcio. Algunas son: dinero, comunicación, poco interés en la relación, abuso, adicciones, infidelidad, entre otras. ¿No le parece haber oído estos problemas en alguna otra situación?, ¿no son estas algunas de las causas para terminar un noviazgo?, a nosotros nos parece que sí. Dejando de lado las anteriores preguntas, los motivos por los cuales se pide el divorcio tienen que haber sucedido durante el matrimonio, factor que nos lleva a pensar “¿por qué una pareja decide casarse?”...
Según algunos sitios web, hay razones como el deseo de compartir la vida o metas con alguien, la voluntad de ambos de tener hijos, etc., que llevan a una pareja a tomar la decisión de contraer matrimonio, los anteriores argumentos parecen adecuados, y se recalcan las condiciones siguientes, cuando se toman con el compromiso y madurez necesarios y no con las manos sobre los ojos de la juventud; esto, como consecuencia, nos lleva a arrojar otro dato: la mayoría de los divorcios se da en parejas que realizaron sus matrimonio jóvenes. Y claro que sin matrimonio no hay divorcio y cuando la pareja se casa por un motivo equivocado, por ejemplo: porque viene un hijo en camino, por interés a una herencia sustancial, por no quedarse solo (a), por atracción física… no se puede esperar más que un camino directo al divorcio.
Sin embargo se pueden dar casos en el que uno de los cónyuges es drogadicto, alcohólico o simplemente hay violencia por parte de uno… ¡pero esperen!, ¿no hay centros de rehabilitación? o, ¿no se supone que una pareja se conoce antes de tomar decisiones tan importantes como lo es el matrimonio?... idealmente se consideraría que sí, pero hay situaciones que llevan a una persona a cambiar —condición que aseguramos se da en todas las personas y debería aceptarse como parte de un futuro próximo como el hecho mismo del envejecimiento— ¿entonces el matrimonio funciona para una sola etapa?, con la existencia del divorcio parecería que sí por lo cual reiteramos el actual parecido del matrimonio con el noviazgo .
Pero sí una relación no tiene su garantía en la contracción de nupcias y puede terminarse en cualquier momento, hay terceros involucrados que desarrollarán vida propia y son los llamados “hijos”, quienes comúnmente no se disuelven en agua cuando alguien decide separarse y se ven afectados con la separación de quienes por naturaleza vieron juntos y muchas veces ellos no entienden ni aceptan las razones de su separación. A ningún niño le gustaría ver a sus padres separados, creemos que en esta parte no está de más comentar que una de las redactoras de este ensayo es hija de un divorcio.
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