Subsidios Ambientales Implicitos
Enviado por plenialfo • 20 de Febrero de 2012 • 2.123 Palabras (9 Páginas) • 619 Visitas
El debate que comprende la interacción entre comercio internacional, medio ambiente y desarrollo sustentable se ha intensificado debido a la combinación de dos procesos casi simultáneos: la preocupación por el medio ambiente y la liberalización del comercio internacional.
Los síntomas de degradación ambiental son alarmantes: los bosques tropicales están desapareciendo a una tasa anual de 17 millones de hectáreas, que corresponde a un área equivalente a cuatro veces el tamaño de Suiza; una superficie vegetal tan grande como Norteamérica, fue degradada por las actividades económicas entre 1945 y 1990; una veintena de países han estado consumiendo toda su agua dulce renovable anualmente, esto quiere decir que la disponibilidad del recurso hídrico para la supervivencia de las generaciones futuras esta comprometida, y otros sucesos más, han dado lugar a una preocupación sentida por parte de algunas esferas académicas y autoridades mundiales (Hauwermeiren, 1998).
Esta preocupación tiene dos horizontes importantes. Por un lado, tiene que ver con la capacidad de la función abastecedora del planeta para generar los recursos naturales suficientes requeridos por la dinámica económica acelerada de los últimos cien años. Por otro lado, con la capacidad de la función receptora de poder asimilar la carga de vertimientos generados por la actividad productiva. Esta situación ha permitido la aparición del concepto de Desarrollo Sostenible como forma de integrar las consideraciones ambientales dentro de las políticas de desarrollo económico.
Por tanto, el concepto de desarrollo sostenible es concebido como un proceso armónico donde la explotación de los recursos, la dirección de las inversiones, la orientación del cambio tecnológico y las transformaciones institucionales deben propender por la atención de las necesidades de las generaciones presentes y futuras (Madruga, 2001).
La estrategia usada por los países participantes en la economía mundial ha sido la liberalización comercial. Se argumenta que ello permitirá obtener un mayor crecimiento económico, y por ende, un mayor bienestar social y ambiental. La teoría clásica del comercio internacional (CI) ha impulsado este pensamiento, asumiendo que la apertura comercial permitiría un incremento de los ingresos en las economías, favoreciendo la demanda por calidad ambiental. En esta lógica, el comercio es un juego de suma positiva en términos económicos y ambientales, en el que las partes involucradas siempre resultaran beneficiadas.
Ante esta posición, ha surgido una visión reflexiva sobre los efectos que puede tener el comercio internacional sobre el ambiente: la economía ecológica (EE). Esta corriente de pensamiento concibe al sistema económico como un subsistema de la biosfera, abierto a la entrada de energía y materiales y a la salida de residuos, donde no son reconocidos por el sistema de precios del comercio internacional los costos ambientales y el agotamiento del patrimonio ecológico de los países exportadores de materias primas (Pérez, 2004). Por esta razón, para la EE el comercio internacional no es un juego de suma positiva en términos ambientales entre los participantes ya que el intercambio entre estos es económica y ecológicamente desigual.
En este contexto, la crítica ecológica al comercio internacional tiene dos horizontes: i) El cuestionamiento a las relaciones positivas entre crecimiento económico y protección ambiental (Falconi et al, 2006), y ii) El intercambio ecológicamente desigual entre países.
En el primer caso, la crítica se centra en la llamada Curva Ambiental de Kuznets (CAK), asociada esta con la noción de que el crecimiento económico -calculado en PIB por habitante- provoca una menor presión ambiental o uso de los recursos naturales en el tiempo. El principal problema que surge de esta concepción es que se admitiría la degradación ambiental con el fin de expandir la economía, donde los costos de reposición de procesos irreversibles como la pérdida de biodiversidad podrían ser infinitos.
En el segundo caso, los países del Sur se especializan en la exportación de materias primas a precios que no toman en cuenta las externalidades originadas en su extracción. Generalmente, el destino de estas exportaciones son los países del Norte, para la elaboración de productos manufacturados. Bajo esta realidad, se produce lo que se ha denominado la “deuda ecológica”, que es el costo social y ambiental generado en la producción y/o extracción de un bien y que no se refleja en el valor de la exportación del mismo (Dillon, 2000). Esta es una forma de ¨dumping ecológico”, pues las economías más extractivas son generalmente pobres e incapaces de reducir la tasa de explotación de sus recursos, tienen pocas opciones para diversificar sus exportaciones con bienes que generen menor impacto ambiental, y tienen dificultades de internalizar las externalidades en los precios, lo que se explica por la falta del poder político y económico de estas regiones. Ello se convierte además en una estrategia de competitividad en los mercados internacionales. Se trata entonces, de un problema que va más allá de las fallas del mercado. Las externalidades más bien son formas exitosas de transferencia de costos a terceros (Cabeza y Martínez Alier, 1997), pues la intensificación de las exportaciones extractivas del Sur empobrecen el medio ambiente del cual depende la población local para su propia reproducción y para la extracción futura de mercancías primarias de exportación (Bunker, 1985).
El resultado del no reconocimiento de los costos ambientales en el precio de las materias primas exportadas genera un pasivo ambiental por parte de los países del Norte frente a los países del Sur. Esto se debe no solo a aspectos de tipo político sino también a que no ha sido cuantificado monetariamente.
Una primera aproximación empírica al planteamiento realizado en este documento es el análisis monetario y biofísico del comercio exterior (CE) colombiano de los productos de la cadena del cuero, mostrando como el patrón de comercio ha respondido básicamente a la teoría de las ventajas comparativas, mediante la especialización en la producción y exportación de bienes intensivos en los factores productivos para los cuales el país presenta mejor dotación (mano de obra no calificada y recursos naturales); lo cual tiene importantes implicaciones ambientales.
Las exportaciones
Como se puede apreciar en el Gráfico 1, la dinámica monetaria de las exportaciones de la industria del cuero en el periodo analizado fue muy importante al pasar de US$ 23 millones en 1974 a US$ 176 millones en 2005. En este lapso de tiempo analizado se
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