“SÓLO SON ESCLAVOS AQUELLOS QUE NO TIENEN LA VOLUNTAD DE SER LIBRES”.
Enviado por Angélica Molas • 3 de Octubre de 2016 • Documentos de Investigación • 2.895 Palabras (12 Páginas) • 301 Visitas
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COMUNIDAD EDUCATIVA DE YUCATÁN
COMPETENCIAS DIGITALES
ALUMNA KAREN GARZA MOLAS
VIERNES 9 DE SEPTIEMBRE DEL 2016
“ LIBERTAD: SU PAPEL EN LA ESCUELA”
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“SÓLO SON ESCLAVOS AQUELLOS QUE NO TIENEN LA VOLUNTAD DE SER LIBRES”
ANÓNIMO.
INTRODUCCIÓN
Frecuentemente en pláticas que realizo con mis padres y en “reflexiones” que hacemos en diversas reuniones en el apostolado al que pertenezco, realizamos comentarios acerca de la importancia de que exista libertad en nuestro país; nos enorgullecemos de ser un país libre y democrático, es más, lo transmitimos a nuestros sobrinos, miembros del apostolado acerca de las luchas que sostuvieron los héroes de independencia y que nos ayudaron a obtener esa libertad de la que tanto hablamos, y subrayo este término, pues hasta el momento sólo ha sido para nosotros un discurso, y no un verbo. ¿Será que estamos conscientes de su verdadero valor?, ¿Estaremos siendo congruentes con su significado y nuestras acciones?, ¿Qué tanto están los padres formando en sus hijos este aprecio por la libertad? ¿Los están haciendo hombres libres?.
Creo que si hablamos de elevar la calidad de la educación en nuestro país, los maestros necesitan empezar por fomentar en las escuelas la libertad y el amor a ella, no a través de la enseñanza memorizada de su concepto, ni únicamente a través de los diversos episodios de la historia nacional que también la valoran, sino hacer de la libertad una práctica, una actitud ante la vida y una necesidad. No basta con que los niños sepan leer y escribir, sumar y restar, para elevar la calidad de nuestro país en todos sus ámbitos, necesitamos personas que sepan vivir en libertad, ¡si¡, ¡libres y en paz¡.
En el presente ensayo pretendo únicamente expresar mis ideas muy particulares acerca de la libertad y lo que para mi representa y precisar su importancia en las escuelas. Incluyo también algunas ideas de autores que coinciden con esta necesidad; con esto, quiero aportar mi “granito de arena” en la construcción de mejores escuelas en las que se encuentre desterrado el autoritarismo, “la esclavitud” y la represión hacia esos pequeños seres, extraños y misteriosos llamados niños.
¿QUÉ PASA EN MI ESCUELA?
La libertad es un valor muy difícil de alcanzar, por eso es un ideal si no es que una utopía para algunos de nosotros. Es común ver que inclusive muchos de los profesores y alumnos carecer de ella, unas veces por voluntad propia, nos gusta ser guiados; otras, porque así fuimos formados por nuestros profesores y por la sociedad en general. Cuando al desarrollar cualquier trabajo le preguntamos a un profesor, o a cualquier persona que consideremos superior, de manera insistente: “¿Es correcto así?”, o bien,” ¿está de acuerdo con que se haga de tal o cual manera?”, realmente lo que estamos haciendo es demostrar inseguridad y dependencia hacia los demás. Muchos tenemos un verdadero terror a expresar lo que sentimos, tal vez por no vernos ridículos o tontos. Al realizar un trabajo esperamos instrucciones precisas y nos esforzamos por realizarlo apegado lo más posible a los esquemas con los que el profesor esté de acuerdo, como si todas las personas fuéramos iguales y pensáramos igual.
Emanuel Mournier señala a este aspecto que la persona es un ser espiritual, constituido como tal por una forma de subsistencia e independencia en su ser; mantiene esta subsistencia mediante su adhesión a una jerarquía de valores libremente adoptados, asimilados y vividos en un compromiso responsable y en una constante conversión; unifica así toda su actividad en la libertad y desarrolla, por añadidura, a impulso de actos creadores, la singularidad de su vocación.[1]
Y qué decir de los niños de hoy en día, desde el saludo obligatorio de entrada al salón de clases, donde se ponen de pie para demostrar “respeto” hacia los adultos, hasta su imposibilidad para decidir qué quieren hacer en las clases de acuerdo a sus inquietudes. ¿acaso piensan que así estarán mejor educados? ¿será el modelo de hombre que quieren formar?, ¿un hombre servil y reproductor de esquemas?. Creo que la educación no persigue eso, persigue fines más auténticos, más significativos, como los que conllevan a formar hombres libres y creativos, capaces de expresar sus ideas y de decidir qué hacer y qué no, de acuerdo a sus valores construidos a través de un proceso en el que precisamente se les permitió experimentar, probar, equivocarse y rectificar para conocer, para aprender y así fortalecer su espíritu, su ser en todos sus aspectos.
A continuación para clarificar algunos hechos que caracterizan el concepto de “libertad” en nuestras escuelas voy a describir en pocas palabras un día “normal” de clases con mis compañeros de sexto grado de primaria, …precisamente mi grupo.
“A las 7:00 a.m. se toca el timbre para la formación inicial, automáticamente se forman filas de niñas y niños ordenados de menor a mayor estatura y permanecen inmóviles hasta que una maestra pasa a contarnos para conocer la puntualidad con la que llegaron. Acto seguido, acuden a su salón conservando esa formación y entrando, por “costumbre” las niñas primero y los niños después; al entrar, a mi salón, algunos compañeros se ponen de pie al mismo tiempo que dan los “buenos días”, y digo algunos pues al inicio del curso el maestro nos señaló que lo podíamos saludar, si así lo deseábamos, sin ponernos de pie, sin embargo, se puede ver lo difícil que es “borrar” viejos esquemas afianzados en grados anteriores, por sencillos e inofensivos que parezcan.
Seguidamente se hace el pase de lista, en el que los alumnos diariamente somos “amenazados” con la afirmación de que si seguimos faltando o llegando tarde se nos cerrará la reja. (amenaza hecha por la parte directiva) Los profesores se quejan de la verticalidad de la educación y ellos mismos la consienten y propician, no dejan que nosotros los alumnos participemos con libertad en la construcción de nuestro conocimiento aportando ideas y experiencias que enriquezcan el aprendizaje. No permiten que decidamos, nos dan instrucciones precisas y tareas que limitan el ejercicio de nuestra libertad de expresión.
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