TRES ENSAYOS DE LA TEORÍA SEXUAL (SIGMUND FREUD)

TRES ENSAYOS DE LA TEORÍA SEXUAL (SIGMUND FREUD)

Las aberraciones sexuales

Para explicar las necesidades sexuales del hombre y del animal presume la biología la existencia de una inclinación sexual, de igual manera que presume para explicar el hambre de un instinto de nutrición. Pero el lenguaje popular carece de un término que corresponda al del hambre en lo relativo a lo sexual. La ciencia usa en este sentido la palabra libido.

La opinión popular posee una bien definida idea de la naturaleza y representaciones de este instinto sexual. Se cree firmemente que falta en absoluto la infancia; que se compone en el proceso de la maduración de la pubertad, y en relación con él, que se manifiesta en los fenómenos de irresistible atracción que un sexo ejerce sobre el otro, y que su fin está constituido por la copula sexual o a lo menos por aquellos hechos que a ella llevan.

Según Freud la aberración sexual implica la desviación al objeto sexual o al fin sexual. Por ejemplo en cuanto al objeto hallamos la inversión y la distinción por niños o animales; y en cuanto al fin hallamos las transgresiones anatómicas y los fines preliminares. Los invertidos pueden ser homosexuales, bisexuales u ocasionales. Las transgresiones anatómicas es por ejemplo el fetichismo. En tales temas, la aberración implica quedarse en dichas zonas anatómicas, sin pasar al coito genital.

Dichas indagaciones hacen llegar a la conclusión que: al inicio de la vida de toda persona, no está todavía organizada la sexualidad, y lo que único que se puede encontrar son pulsaciones parciales dirigidas hacia fines orales, anales, etc. Y hacia diversos objetos como son el padre y la madre.

Freud señala que la neurosis es el contrario de la perversión. (El perverso siente el placer, pero el neurótico le da asco pues lo reprimió).

La sexualidad infantil

La sexualidad comienza poco tiempo después del nacimiento de cada ser humano, Freud hace un análisis que sigue su camino partiendo de la amnesia infantil, manifestando que la vida sexual empieza a partir de los 7 y 8 años.

Se concluye entonces que en la infancia hay actividad sexual, y se manifiesta por ejemplo en el chupeteo del pulgar, en el autoerotismo. Lo que nos da a entender que en el cuerpo infantil existen zonas erógenas, que constituyen fuentes.

Se habla también de una masturbación infantil que se manifiesta por ejemplo con el chupeteo del pulgar. Hacia los 4 años el niño empieza a investigar su sexualidad, quiere encontrar respuestas, y empieza a sacar posibles teorías.

La metamorfosis de la pubertad

En la pubertad lo más significativo es el crecimiento de los genitales. En esta etapa empieza la excitación de las zonas erógenas. Esta excitación sexual se expresa bajo dos formas: somática (erección y lubricación), y anímica (tensión apremiante). El hecho

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