¡Tanta destrucción en tan poco tiempo! Y ¿para qué?

¡Tanta destrucción en tan poco tiempo! Y ¿para qué?

El hombre ha sido un verdadero depredador de la naturaleza, desde que se volvió sedentario en el afán de producir sus propios alimentos adecuó miles de hectáreas  para el desarrollo de la agricultura, es propiamente en este momento donde el hombre empieza a afectar en forma leve; sin embargo a medida que pasa el tiempo con el propósito de crear ciudades empieza a necesitar muchos recursos de la naturaleza y el daño se aumenta. Cada vez el hombre realiza más descubrimientos  e inventos que ya necesitan fuentes de energía tal como sucedió en la revolución industrial y donde fue el comienzo ya de una afectación muy grave al planeta; sin embargo en ese momento el hombre no percibía las consecuencias fatales en el medio ambiente, fue mucho después a principios del S.XX cuando el hombre empieza a preocuparse de que la tierra está sufriendo cambios como resultado del uso de energías contaminantes, químicos, desechos tóxicos, desechos nucleares, etc.

Hay que tener en cuenta que en el mundo contemporáneo las multinacionales son como una máquina muy poderosa que afecta la economía, la política y la cultura de países donde explotan los recursos naturales mediante condicionamientos y en muchas veces mediante corrupción, exigencias de pago de la deuda externa, amenazas militares, tildando a los países que no están de acuerdo con sus políticas de “países terroristas”, doblegando la voluntad ante estos. Todas estas multinacionales han destruido en altos niveles y para muchos naturalistas el daño es irreversible, tal es el caso del derretimiento de las zonas glaciares y con ello también la desaparición de muchas especies si se continua así, se prevé que a cincuenta años dejará de existir el oso polar por ejemplo. No obstante en otras regiones del mundo cientos de especies ya se han extinguido.

Y toda la destrucción del planeta en nada ha beneficiado a la población mundial, quienes realmente gozan de este proceso es un pequeño grupo de personas entre ellos podemos mencionar potencias como Estados Unidos y potencias de Europa Atlántica donde su población vive con una calidad de vida muy alta y salarios a costa de la explotación que se realiza en países “tercermundistas” como los han llamado los padres del capitalismo a los países como el nuestro.

Esta ha sido tal vez una de las frases con la que el sistema capitalista empezó a expandirse por todo el mundo,  para sembrar en los individuos la idea de progreso y se convirtió para muchos en su objetivo principal a alcanzar; sin embargo si nos centramos en estudiar que implica que los más de siete mil millones de personas que habitamos el planeta tengamos un carro o cualquier medio de transporte, y que cada vehículo necesita tener su tanque lleno de combustible cada día, no nos detuvimos  a pensar que la gran parte de la economía mundial se basa de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural, y más el petróleo que influye en todos los medios de transporte y por eso los países  como el nuestro que es por su potencial en yacimientos minerales y recursos naturales son perseguidos por las multinacionales para poder mantener su poder adquisitivo, y por estas energías se llegan a tomar medidas como la manipulación de los gobiernos para obtener licencias de explotación que traen consigo la destrucción indiscriminada de bosques, perforación petrolifera costa a fuera y sistema de arena bituminosa que es la forma más destructiva de producir combustibles fósiles, por cuanto deben utilizar gran cantidad de agua y esto ocasiona que el agua empleada de ríos y arroyos sea envenenada, y todo solo por mantener los tanques de combustibles llenos; se dice que cada día el consumo de gasolina por ejemplo por la gran cantidad de vehículos se compara a un río con un cauda como el del rio Magdalena, y no nos detenemos a pensar que los recursos de la naturaleza son finitos, aun así y a pesar que ya se ha avanzado en la construcción e vehículos con energías limpias a los gobiernos poco les interesa tomar medidas y hacer una transformación a fondo con políticas que propendan la conservación y preservación de los recursos. “Las estructuras políticas y económicas del mundo están destruyendo activamente la Tierra y al mismo tiempo están impidiendo la acción eficaz para abordar los problemas que se presentan”.

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