Tasa De Desempleo En Asia
Enviado por franny2511 • 19 de Enero de 2014 • 6.473 Palabras (26 Páginas) • 508 Visitas
Introducción.
En la actualidad han ocurrido importantes acontecimientos que han alterado los patrones de crecimiento en el mundo. El avance de la crisis en Estados Unidos ha propiciado que se caiga en una grave desaceleración mundial. A diario se manifiestan señales negativas de las condiciones en la economía global, se prevé que la actual crisis económica se convierta, a partir de 2009, en una "recesión mundial”. Su núcleo es la economía norteamericana. Pero sus impactos a raíz de la creciente integración de la economía mundial a través del comercio, la inversión y las comunicaciones están conmocionando rápida y sorpresivamente a numerosos países, mercados e instituciones. Las vibraciones posteriores impactaron los balances y los resultados de numerosas instituciones financieras de los países centrales que habían aprovechado la abundante liquidez de los últimos años para realizar préstamos o inversiones riesgosas. Desafortunadamente, dejaron en el camino un sinnúmero de pérdidas y una mayor desconfianza.
A pesar de numerosas ayudas, estas sacudidas impactaron de forma imprevista a regiones que nunca pudiésemos imaginar como Japón, Corea, Singapur y demás economías del Sudeste Asiático, amenazando además a instituciones financieras de primera línea en países tan diversos como Arabia Saudita, Abu Dhabi, Brasil, la India, Islandia, Rusia, China y México. La reducción del comercio internacional afecta las economías de los países emergentes exportadores de manufacturas, entre ellos China y los países del Sudeste Asiático. La economía china se enfrentará a una enorme presión en sus exportaciones durante largo tiempo, ya que la Eurozona, Estados Unidos y Japón están atravesando por una recesión.
El derrumbe de los precios del petróleo, del cobre y de varios productos agropecuarios durante las últimas semanas anticipa que el proceso recesivo se extiende inexorablemente a los países exportadores de energía y materias primas como China, producto de estos nuevos episodios de la desaceleración mundial. Ante este panorama, la tarea primordial consiste en poner en marcha reformas estructurales que permitan mayor movilidad del potencial existente y explotar nuevos recursos de crecimiento a largo plazo. La economía de China enfrenta hoy un escenario diferente, más difícil y complejo a medida que la crisis global se profundiza, ya que la demanda de trabajo en este país disminuirá aún más en el 2009, por lo que se teme que la gran población de personas desempleadas en las ciudades, causen un desequilibrio social.
EL DESEMPLAO EN ASIA 2008-2013
El Impacto de la Recesión Global en China.
China vive un periodo de prosperidad. El hecho geopolítico de mayor significación es el calificativo que define su desarrollo económico tan impresionante en los 30 años transcurridos desde que Deng Xiaoping inició lo que después se ha llamado el periodo de reforma. En 1978, año que el país proyectó su visión hacia la modernización de la economía y la sociedad, o lo que es lo mismo, situar el centro del trabajo económico en el “desarrollo de las fuerzas productivas”, y con ello, poner a China en el camino de recuperar el lugar cimero que perdió en las postrimerías del siglo XVIII, arroja 30 años después un saldo difícil de superar.
Entre 1979-2007 la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó cerca del 10% anual; se constituyó en la cuarta economía mundial (PIB de 3 billones 300 mil millones de dólares); en 1980 ocupó el lugar 30 por los montos del comercio exterior; en el 2007 es la segunda economía en ese rubro. China es hoy la tercera economía mundial y produce el 25% de los bienes manufacturados en el orbe. Partiendo prácticamente de cero, concentra las primeras reservas de divisas mundiales (más de un billón 900 mil de dólares); recibe alrededor del 45% de los flujos inversores externos que van a los países mal llamados en “vías de desarrollo”; ciertamente, en la actualidad es la fábrica mundial; y con redoblados bríos emprende un masivo renovar científico-tecnológico que, al asimilar e introducir novedosas técnicas en las ramas punteras de la economía, involucra la salida, en solitario, al espacio cósmico .
Pero hoy la historia es distinta. Este año China se enfrenta a varios riesgos derivados en parte de la crisis económica que azotó el 2008, entre los que destacan una crisis alimentaria, volatilidad de las materias primas, depreciación del dólar, disminución de recursos naturales (energía, agua, tierra) y fisuras en la gobernación global. El descenso del crecimiento en China, por debajo del 6 por ciento, tendrá efectos en una economía mundial de por sí debilitada, además de impactar internamente en el país, con graves consecuencias para su fuerza laboral, su nivel de importaciones e incluso el medio ambiente. La economía de China se basa, en gran medida, en exportar mucho. Pero, para vender, necesita alguien dispuesto a comprar. Y en todo el mundo se está reduciendo el consumo de todo tipo de productos, incluidos los productos chinos. Por lo tanto tal vez, si no acomete las reformas necesarias, pronto sufra sus propios problemas, que serían también los nuestros.
Los recientes Juegos Olímpicos han sido una gran vitrina para el nuevo capitalismo chino en ascenso. La China actual es el resultado de un largo proceso de restauración capitalista iniciado hace tres décadas. Las reformas empezaron en 1978, ampliaron y profundizaron su alcance progresivamente debilitando los mecanismos de la economía planificada y recibieron un empuje decisivo a partir de 1992. En los años noventa tuvo lugar un proceso sin freno de privatización de las empresas estatales y de liberalización de los servicios públicos. Hoy en día, dos tercios de las y los asalariados chinos trabajan ya para capitales privados. Justo a comienzos del siglo XXI, la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio en el año 2001 culminaba su proceso de reintegración en el capitalismo mundial.
La economía china ha mantenido su habitual dinamismo, pero con evidentes indicios de recalentamiento y creciente preocupación por el aumento de la inflación. Las exportaciones son responsables de entre 2 y 3 por ciento del crecimiento de China, y son el motor de la economía junto con las inversiones. Después del crecimiento de 11,4 por ciento en 2007, las autoridades esperan sólo 9 por ciento para este año, e incluso, el Banco Mundial proyecta apenas 7,5. China quiere garantizar un "crecimiento relativamente rápido", sin embargo logró en diciembre de 2008 un avance de sólo 2.4 puntos porcentuales en el índice de gerentes de compra del sector manufacturero (PMI, por sus siglas en inglés), que se colocó en 41.2 puntos, por lo que por quinto mes consecutivo queda
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