Tema- CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA.

FACULTAD DE HUMANIDADES

MAESTRIA EN EDUCACION

SEMINARIO: TEORÍA Y DESARROLLO CURRICULAR

DOCENTE: ROBER MIRANDA

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA

El papel que se destina al docente en el proceso curricular es el de la persona que aplica en el aula lo que han diseñado los especialistas.

POR: ROJO TSETUNG JOHNSON GUERRA 

02 07 2016

Hoy en día los maestros están llamados a ser transformadores de una sociedad cada vez más globalizante y exigente, para ello, es ineludible hacer un análisis crítico y exhaustivo de la práctica docente en el aula, a la luz de la realidad de los contextos donde esta se realiza. En otras palabras, para entender el quehacer del docente es importante identificar sus significados y prácticas en el aula, lugar donde el conocimiento profesional se concretiza (Díaz-Barriga, 2010).

En este orden de ideas, es indispensable hacer una mirada retrospectiva de la formación docente, es decir, la educación del profesorado tiene el honor de ser, al mismo tiempo el peor problema y la mejor solución de la educación (Vezub, 2007) en efecto, mientras no existan unas directrices claras respecto a la formación docente no se va dar una verdadera transformación e innovación  del acto educativo.  De todo esto se desprende que, los procesos que se vienen realizando en la escuela, se encuentran rezagados con respecto de las exigencias de una sociedad cada día más globalizada, es decir, todavía prevalece la visión del docente como reproductor o aplicador de teorías, planes de estudio, materiales y programas pensados por otros, con poca posibilidad de hacer sentir su punto de vista o modificar lo propuesto (Díaz-Barriga, 2010).

Sobre la base de las consideraciones anteriores, es preocupante la situación, ya que, se ha depositado en la figura del profesor en singular la responsabilidad del éxito de las reformas educativas por medio de la concreción de las innovaciones curriculares en las aulas (Díaz-Barriga, 2010). Para cumplir semejante tarea, la sociedad exige cada día docentes que estén acordes a los cambios que esta requiere, educadores transformadores de su quehacer, en efecto, docentes investigadores de su praxis, que planifican y diseñan su evaluación, abiertos al cambio, asertivos y proactivos,  para que se produzca un cambio de paradigma en la escuela,  en cuanto al proceso de enseñanza aprendizaje. Para así, no terminar formando jóvenes que vivirán en el Siglo XXI formado con maestros del siglo XX, pero con modelos pedagógicos y currículos del siglo XIX  (De Zubiría, 2013).

Ante estas premisas queda claro, que el docente debe  abandonar la enseñanza transmisivo-receptiva y migre hacia los enfoques centrados en el alumno, la construcción del conocimiento y la colaboración (Díaz-Barriga, 2010). En este orden ideas, surge la propuesta de caracterizar las prácticas evaluativas en el proceso de enseñanza aprendizaje con el propósito de plantear acciones tendientes a identificar las características de las prácticas evaluativas, que desarrollan los docentes,  que conlleven a la concreción de una propuesta de evaluación en el aula, con la intención de mejorar  el proceso de enseñanza aprendizaje en la institución, donde la evaluación debiera ser considerada un proceso y no un suceso y, por eso mismo, debiera constituirse siempre en un medio y nunca en un fin (Ahumada, 2001).

Es aquí, en la evaluación donde más ha intervenido el Ministerio de Educación Nacional (MEN) con el propósito de mejorar los resultados en las pruebas externas a costa de creatividad del docente, inhibiendo el potencial innovador del educador. Cabe decir, que en materia evaluativa existe una deuda histórica, ya que, la forma como se viene lleva a cabo, difiere de las exigencias de la sociedad y el contexto educativo. A lo que Prieto y Contreras (2008) afirman:

La evaluación escolar se ha convertido en el último tiempo en un tema de gran preocupación, debido a la creciente evidencia que señala que se desarrolla con sentidos y prácticas que, más que apoyar al aprendizaje de los estudiantes, lo obstaculiza (p02).

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