Teoria General Del Estado
Enviado por monpeque • 16 de Mayo de 2013 • 11.185 Palabras (45 Páginas) • 369 Visitas
TEORÍA GENERAL DEL ESTADO
El ORIGEN DEL NOMBRE ESTADO
La mayoría de los estudiosos del estado coinciden en que es indiscutible que la palabra “Estado” se impuso por la difusión y el prestigio del Príncipe de Maquiavelo, tal y como se puede observar la obra clásica de Maquiavelo comienza de la siguiente manera “Todos los estados, todas las dominaciones que ejercieron y ejercen el imperio sobre los hombres fueron y son repúblicas o principados” (Maquiavelo: 1977: 5). Vale aclarar que, esto no quiere decir que la palabra fue introducida por Maquiavelo ya que, minuciosas y amplias investigaciones sobre el uso de la palabra “Estado”, en el lenguaje de los siglos XV y XVI, muestran que el paso del significado del significado común del término status de “situación a Estado en el sentido moderno de la palabra, ya se había dado mediante el aislamiento del primer término en la expresión clásica status reipubblicae. El mismo Maquiavelo no hubiera podido escribir la frase precisamente al comienzo de la obra si la palabra en cuestión no hubiese sido ya de uso corriente.
En efecto, con el autor de El Príncipe el término “Estado” sustituyó paulatinamente, si bien a través de un largo camino, los términos tradicionales con los que había sido designada hasta entonces la máxima organización de un grupo de individuos sobre un territorio en virtud de un poder de mando: Cívitas que traducía el griego y res pública, con lo que los escritores romanos designaban al conjunto de las instituciones políticas de Roma, precisamente de la civitas. El largo camino se demuestra por el hecho de que, todavía a finales del siglo XVI, Jean Bodin intitularía su tratado político De la république, ( 1576) dedicado a todas las formas de Estado y no sólo a las repúblicas en sentido restringido, y que en el siglo XVII Hobbes usará preponderantemente los términos civitas en las obras latinas y commonwealth en las obras inglesas en todas las acepciones en las que hoy se usa “Estado”. No porque los romanos no conociesen y usaran el término regnum para señalar un ordenamiento diferente del civitas, un ordenamiento regido por el poder de uno solo, pero a pesar de que fuese bastante clara la distinción entre el gobierno de uno solo y el gobierno de un cuerpo colectivo, jamás tuvieron una palabra que sirviese para designar el género, del que regna y república en sentido restringido fuesen las especies, de suerte que res publica fue usada a la vez como especie y como género.
Por otro lado, la única palabra de género conocida por los antiguos para señalar las diversas formas de gobierno era civitas, pero ya en Europa en tiempos de Maquiavelo, el término civitas debía haberse considerado, especialmente para quien hablaba en vulgar, como cada vez más inadecuado para presentar la realidad de los ordenamientos políticos que territorialmente se extendían mucho más allá de los muros de una ciudad, incluidas las repúblicas que tomaban el nombre de una ciudad, como la república de Venecia; la necesidad de disponer de un término de genero más acorde para representar la situación real debió ser más fuerte que el vínculo de una larga y reconocida tradición. De aquí el éxito del término “Estado” que pasó a través de cambios no del todo claros de un significado genérico de situación a un significado específico de posesión permanente y exclusiva de un territorio y de situación demando sobre sus habitantes, como aparece en el propio fragmento de Maquiavelo, en el que el término “Estado” apenas introducido, inmediatamente es acompañado del término dominio.
Ahora bien, a pesar de la novedad del fragmento en el que “Estado” es usado como el término de género y “república”, como el término de especie, para señalar una de las dos formas de gobierno, y la importancia que ha tenido para la formación del léxico que se usa hasta ahora, el significado tradicional de estos términos no es abandonado del todo por Maquiavelo, y su uso continúa siendo común, como lo muestra el siguiente fragmento de los Discursos sobre la primera década de Tito Livio, en el que Maquiavelo aborda el tema de las formas de gobierno, teniendo como guía a Polibio: Algunos de los que han escrito de las repúblicas distinguen tres clases de gobierno que llaman principado, notable y popular, y sostienen que los legisladores de una ciudad deben preferir al que juzguen más a propósito (Maquiavelo: 1977: 130).
BREVE INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL ESTADO
El Estado puede ser estudiado desde muy diversas perspectivas. Franz Oppenheimer expuso, de modo exhaustivo, los aspectos bajo los cuales ha de analizarse. Si envolvemos bajo la denominación de "Estado Histórico", todas las formas políticas conocidas a través del proceso histórico, aún quedarían fuera de esta consideración, el "Estado Prehistórico", constituido por el "estado sub-histórico" de los animales y el "prehistórico" de los grupos humanos. Además el "Estado Post-histórico" comprendería el "estado ahistórico de los utopistas", forma ideal de la organización, concebida fuera del tiempo y del espacio, y la etapa futura del Estado, prevista por las investigaciones sociológicas e históricas, que anticipan en el tiempo las formas políticas.
Estas tres grandes etapas del Estado, pueden estudiarse a través de tres maneras de concebir o de hacer juicios sobre el Estado, es decir, a través de tres modos científicos de analizar el Estado: la Historia del Estado, que comprendería su etapa prehistórica, propiamente dicha y toda la historia de los Estados; la teórica que equivale a la ciencia del Estado que puede entenderse como el estudio jurídico y ahistórico de los juristas: el estudio sociológico del Estado histórico, y el Estado Supra-histórico de los filósofos. La última forma de consideración sería la práctica entendida de dos modos diversos. El arte práctico del Estado, la "Realpolitik", reglas del obrar político, imperativos hipotéticos, que sólo pueden tenerse como obligatorios, a condición de que se estime válido cierto fin; y la filosofía práctica del Estado que se ocuparía de los principios políticos mismos, imperativos categóricos, referidos a los fines del Estado, aunque esta forma confundiría con el Estado Supra-histórico de los filósofos propiamente dicho. (Véase Oppenheimer por Francisco Ayala. FCE, 1942).
Se ha considerado ya la historia de los Estados, lo que puede calificarse de Historia Política, y las teorías políticas que contienen ideas de índole estrictamente filosófica. Sólo quedaría por estudiar al Estado desde el punto de vista jurídico y sociológico.
Sin embargo, para presentar un estudio del Estado, en su forma más amplia, han de aplicarse los métodos
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