Tercera Edad
Enviado por Aidaandrade1992 • 6 de Junio de 2015 • 312 Palabras (2 Páginas) • 182 Visitas
Resulta difícil tener una idea exacta de lo que sería una vejez "natural" sin tener en cuenta la pertenencia del individuo a una cultura determinada.
Los seres humanos atendemos a nuestras necesidades a través de la cooperación y división social del trabajo: unos cultivan la tierra, otros fabrican vestidos y otros distintos herramientas. Durante milenios la organización colectiva ha ido evolucionando hasta llegar a un grado de perfeccionamiento tal que hasta los mismos individuos que la forman desconocen hoy su funcionamiento pormenorizado. Vemos una parte del sistema pero hay muchos rincones que se nos escapan. No hemos alcanzado un grado de cohesión total, de forma que muchas personas están desarraigadas de la comunidad, y en cierto modo el alto sentido de individuos que tenemos cada uno se consigue al precio de olvidarnos de los lazos que nos unen a todos y que nos hacen depender los unos de los otros. Hemos dejado atrás tiempos muy distintos, como aquellos en que en Atenas era una "impiedad" no interesante por los asuntos públicos de una ciudad que se dirigía por la asamblea de ciudadanos, o bien aquellas civilizaciones cerradas en los que cualquier miembro sabía como funcionaba la totalidad de la tribu.
En el pasado la suerte de los ancianos dependía de las penurias del pueblo y de las costumbre que se instauraban. Algunas tribus antiguas del Japón, los ainu, maltrataban a los viejos como también los padres a sus hijos: las bocas parásitas en una situación de frío y pobreza acuciante explicaba en parte ese comportamiento. En cambio, otras culturas igualmente precarias tendían lazos afectuosos entre padres e hijos y cuidaban de los viejos. Unas veces se ha valorado la experiencia de la edad, otras, en las que la sociedad vivía al día, se ha visto al anciano como un fardo insoportable. En todas estas situaciones, como puede observarse, "vejez" no ha significado lo mismo.
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