Texto Argumentativo

El catalán y el español en Cataluña

En el año 2006 se sanciono en Cataluña un Estatuto de Autonomía que ampliaba los derechos y deberes en relación con el catalán y el español. El catalán, es la lengua oficial de la ciudad, mientras que el castellano es la del Estado. En aquel Estatuto, se cuestionó la importancia de la convivencia de ambas lenguas en la sociedad catalana, como también la pérdida del lenguaje catalán en los jóvenes. ¿Es esta postura correcta?

Debemos reconocer que el establecimiento del español en Cataluña no se debe únicamente al avance de la globalización. Muy por el contrario, el uso del español fue establecido por el régimen de Franco luego de que se prohibiera el uso de la lengua catalana en todo tipo de medios. Sin embargo, luego de que la dictadura tuviese fin, la Constitución reconoció, entre otras cosas, la puridad lingüística, como así también que las lenguas diferentes al castellano pueden ser oficiales. Por consiguiente, actualmente, el conocimiento del catalán ha aumentado y cerca del 80% de la población sabe hablar ambos idiomas. Dentro de aquel porcentaje, el porcentaje de jóvenes que consideran al catalán su primera lengua es igual a la de aquellos que consideran al español en su lugar. Otro porcentaje de jóvenes, el menor, se declara plenamente bilingüe. Este hecho demuestra que, a pesar de que se diga lo contrario, en Cataluña existe una intersección constante entre ambos idiomas. Por ende, hablar de la pérdida del catalán, a pesar de que su uso social no sea significativo, o hablar del español como una amenaza es absurdo.

Por otro lado, la presencia del español es fundamental tanto para el desarrollo socioeconómico como también para el sociocultural. Privar su uso significaría un deterioro total del pueblo catalán, es decir que se llevaría a la sociedad a un aislamiento total con rompimiento de lazos. En este sentido, Cataluña pasaría a ser como Albania en varios aspectos sociales. Los políticos, en vez de crear problemas, deberían facilitar mediante las medidas necesarias para que se puedan cumplir los derechos y deberes de los ciudadanos, los cuales establecen que cualquier persona puede utilizar las dos lenguas oficiales. Es un derecho de los ciudadanos el defender la prohibición a la discriminación por el uso de una u otra lengua.

Como conclusión, la convivencia de ambas lenguas no significa el deterioro de una u otra, sino que significa la unión de dos comunidades lingüísticas que, bajo su convivencia, establecen en Cataluña una sociedad culta y múltiple. Existe, entonces, una lengua común, una riqueza cultural que no está siendo valorada y que, por lo tanto, se debe defender a través de todos los medios políticos posibles en busca de un bienestar social.

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