Trabajo decente: significados y alcances del concepto

Considero que el "trabajo decente" solo es una definición elegante de lo que debería ser, pero que en la práctica no se ejecuta realmente. Porque para empezar el trabajo depende de cierto sistema económico, ese sistema económico es imperado por sus tácitas normas y legislación que alientan o producen un efecto más atractivo para las y los inversionistas. Que poseen el capital suficiente como para montar un determinado emporio. Cuyo fin es solo obtener ganancias, tan vacío como suena el propósito que los moviliza. 

Dije que solo es una definición elegante, porque se han hecho reformas que inspiran y se inclinan por la flexibilización laboral. Nos podemos remitir a la ley 25.877, del régimen laboral, en su art. 6°. Y cito "La empresa que emplee hasta OCHENTA (80) trabajadores, cuya facturación anual no supere el importe que establezca la reglamentación y que produzca un incremento neto en su nómina de trabajadores, gozará de una reducción de sus contribuciones a la Seguridad Social por el termino de DOCE meses". Si bien era hasta el 31 de diciembre de 2004, es un claro ejemplo a lo que me refiero. 

La realidad socio-historica actual no condice con lo que proclamaba, en 1995, la Cumbre Mundial sobre el desarrollo social. Hoy más que nunca se está dando un escenario de debilidad en la inserción laboral e intermitencia, se está utilizando métodos como la rotación, el registro parcial. Dependiendo el rubro o actividad, tiene más o menos garantías, se utiliza la contratación de servicios tercerizadas, hasta en actividad concernientes a la salud. Se privatizan más que nunca las actividades, y se repiten las políticas que tan amargamente trajeron resultados indeseados para la población. Por lo que creo que se han institucionalizado definiciones que son moralmente correctas, pero pragmáticamente opuestas al la realidad, Me parece realmente insultante con la vaguedad que se manejan las políticas de trabajo en una economía de mercado. 

“Trabajo decente: significados y alcances del concepto. Indicadores propuestos para su medición” trataba sobre los siguientes puntos.

• Contexto y antecedentes: el ámbito en el que se formula el concepto trabajo decente está atravesado por dos ejes, los impactos de la globalización y la profecía del fin del trabajo.  Los dos conceptos mencionados anteriormente llevaron a que en al año 1995 se convocara a los países miembros de la ONU para analizar sus impactos sobre el bienestar de las personas y la estabilidad de las instituciones. Las conclusiones a las que se arribó giraban en su gran mayoría en torno a la democracia y el derecho humano que implica la participación de la sociedad civil, mediante el diálogo entre los interlocutores sociales, que debían ser  reguladas por políticas económicas para garantizar la durabilidad del crecimiento y prevenir la aparición de desigualdades excesivas.
• El trabajo decente como categoría: podemos decir que el Director de la OIT, presenta el trabajo decente como una noción que se estructura de las siguientes dimensiones: trabajo productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad, en el cual los derechos son respetados y cuento con remuneración adecuada y protección social.

• Diferencias conceptuales: trabajo digno y trabajo genuino: podemos decir que al mencionar trabajo digno le estamos dando una connotación casi religiosa, en la que se solicita la eliminación del trabajo forzado y obligatorio; Al hablar de trabajo genuino podemos decir que es un concepto jurídico o legal, al derecho a tener trabajo.  Estos dos términos nos hacen pensar en la necesidad de tener trabajo en cantidad y calidad suficiente para que los seres humanos puedan realizarse socialmente.

• Empleadores, trabajadores y Estado: visiones compartidas de trabajo decente? Al mencionar a los empleadores, trabajadores y estado podemos decir que el escenario de inequidad y marginación que vivimos en la actualidad no es beneficioso, y pone en peligro la gobernabilidad y debilita el sistema democrático.

1. Los empleadores: dicen que el trabajo decente no tiene “techo” y que es relativo a la realidad y grado de desarrollo económico de cada país.
2. Los trabajadores, a través del sindicato adhieren a lo indicado por los empleadores pero siguen bregando por solucionar problemas coyunturales como lo es la seguridad social, condiciones de trabajo, accidentes laborales, libertad sindical y aumentos salariales.
3. El Estado: el trabajo decente es aquella ocupación productiva que es justamente remunerada y  que se ejerce en condiciones de libertad, equidad, seguridad y respeto a la dignidad humana.

• Discusión conceptual de indicadores y metodologías de medición propuestas por la OIT: los conceptos dado por el IIEL fueron aportar modelos estadísticos e identificar indicadores que combinaran los derechos fundamentales del trabajo con oportunidades de empleo, ingresos y desarrollo económico. Definiéndose a los indicadores del TD como:

Empleo=> tasa de desocupación urbana, informalidad

Ingresos=> salario industrial, salario mínimo y brecha de ingresos de mujeres y hombres

Protección social=> cobertura de seguridad social y número de horas trabajadas.

• Indicadores que miden el trabajo decente desde el puesto de trabajo: esta herramienta que se encuentra en proceso de modificación permite analizar la situación del mercado laboral tanto para asalariados como no asalariados. Este estudio nos llevó a estimar que la población bajo estudio está en déficit de trabajo decente.

Conclusiones para la Argentina: la precariedad y la destrucción de puestos de trabajo son un síndrome de la última década. Si en nuestro país se quisiera revertir esta situación es necesario consolidar un modelo de crecimiento donde el empleo sea un objetivo de política económica. Las acciones que en este sentido de emprendan deberán actuar tanto sobre la demanda como sobre la oferta de trabajo.

El trabajo decente es más que un propósito, es la expresión necesaria para desactivar la inequidad y la pérdida de bienestar.

Refiriéndome al artículo en lectura puedo decir que el trabajo dignifica a la persona, que se debe tener en cuenta la parte histórica y social pero que no debemos dejar de lado el contexto económico en el que vivimos. Debo decir que en políticas de economía debiéramos rever lo que se entiende por trabajo digno y genuino y así poder ver exactamente qué valor tiene para un país, qué valor tiene para cada ciudadano el trabajo. Cuando logramos entender esto vamos a ver que la globalización y la falta de comunicación se minimizan y vamos a tener un país más equitativo, más igualitario, con menos discriminación y exclusión, asimismo estas políticas nos pueden llevar a mejorar las políticas de educación, salud, y seguridad. Y podremos tener un país, realmente justo, libre y democrático

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