Tradiciones En México
Enviado por Arax • 29 de Septiembre de 2012 • 1.414 Palabras (6 Páginas) • 521 Visitas
Conociendo Michoacán
Más de cien municipios que integran el estado de Michoacán, ofrecen al visitante una gama espléndida en el arte culinario. Quizá el renombre de sus carnitas de puerco, pozole, atole o dulces, sea conocido en toda la república, pero las diferentes bebidas, platos fuertes o postres, no pueden ser ignorados.
Con una variedad de ingredientes, entre los que sobresale el maíz, los michoacanos consumen todo lo que sus aguas y bosques les proporcionan: chile, frijol, amaranto, tomate, jitomate, quelite, calabaza, chayote, maguey y nopal, y en cuestión de carne, se prepara venado, conejo, ardilla, guajolote, patos y varios peces, como el pescado blanco. Incluyendo la iguana.
Aunque la influencia europea, después de la Conquista Española, enriqueció y aportó elementos importantes, los nombres de varios platillos y bebidas típicos de Michoacán conservan su raíz indígena: churipo, uchepos, atole, corundas, toqueros, etc.
La elección de un amplio menú para una deliciosa comida podría ser: una crema de aguacate o una sopa tarasca como entrada, que sin llevar carne (la base de la sopa es frijol, tortilla, queso y chile) deleita el paladar y prepara para el plato fuerte, que puede ser pollo en mole rojo o una rica Aporreada de Huetamo (guisado de cecina en salsa roja), y de postre, los famosos chongos zamoranos, acompañado de un agua fresca, pulque, o algún tipo de atole, englobando un deleite para cualquier paladar.
Platos típicos
Aunque en general varios poblados comparten platillos típicos, aun así la variedad se hace presente. Comidas como el pozole, menudo, tamales o mole se pueden encontrar en Uruapan, Quiroga, Zitácuaro, Angangeo, Tuxpan, Nuevo Urecho y Jungapeo. En poblaciones como Santa Clara del Cobre, Tacámbaro, Nuevo Urecho, Jungapeo y Tuxpan, con algunas variantes y excepciones, se preparan alimentos a partir de borrego, res, puerco o chivo. Así mismo, por la costa o los lagos, en Lázaro Cárdenas o Tzintzuntzan, se preparan manjares con mariscos, como camarones al natural y gratinados, pescado en churito, a la talla, a la diabla o dorado. En la región lacustre el charal se cocina de diversas maneras.
La tortilla es parte del folclor de todo México y no podía prescindirse de ella en este majestuoso estado. La tortilla más usual es la tortilla blanca de maíz, pero también se consume la tortilla azul, y en ocasiones especiales, bicolores. Además, en regiones del Lago de Cuitzeo, la tortilla es engalanada con figuras florales antes de la cocción, brindándole un original toque artesanal. Del maíz también se hacen distintos tamales y sus variantes, como las corundas y los uchepos. Hacia el noroeste de la entidad se produce queso cotija, y de otros tipos, en una región lechera con siglos de tradición. En Ario de Rosales y otras poblaciones hacia el sur, se puede disfrutar de tajadas de queso asadero (o adobero) calentados al comal, sin que nada le supere como la mejor compañía: unos frijoles refritos.
La morisqueta y el aporreadillo, de Apatzingán, son preparados con arroz y cecina, respectivamente. La olla podrida de Ario de Rosales, es un guiso de carnes sazonadas con pulque, cerveza, chile jalapeño y tuna agria. De Ciudad Hidalgo están los tacos de cabeza con salsa de ciruela fresca y chile verde, la cabeza de res se cocina y adorna con pencas de maguey al horno. El pescado a la talla se hace en cualquier parte de la costa de Michoacán, por lo regular es pecado blanco, trucha, hueva de pescado o camarón, asado sobre leña de manglar. En Huetamo se prepara un mole verde a base de semilla de calabaza llamado chimpa, y las toqueras, que son tortillas de maíz tierno, así como las iguanas que son preparadas para su consumo de diferentes formas. Los cueritos de cerdo, tostadas de lomo o las famosas manitas de puerco doradas acompañadas de fruta en vinagre al chipotle, son las delicias que ofrece La Piedad. En Morelia se consume por sus calles el taco o pollo placero, comúnmente se sirven entre gorditas, enchiladas, papas y verduras. En toda la meseta tarasca se cocina la atapacua, que es una variante del pozole tradicional, y el churito, una variante del mole de olla. En Aguililla se cocina la cecina de venado y en Contepec barbacoa de nopal y envinagrado de nopal.
En Patzcuaro se prepara
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