¿Traicionó o desarrolló Stalin los ideales revolucionarios?

ENSAYO nº3                                         FRANCISCO JOSÉ RODRÍGUEZ REY-JOLY

 Introducción:

 He escogido el tema ¿Traicionó Stalin los ideales revolucionarios o los desarrolló?

 Iósif Vissariónovich Dzhugashvili o también conocido como Iosif Stalin fue secretario general del comité central del Partido Comunista soviético durante los 30 años en los que se fraguó la URSS. Mientras que algunos historiadores lo ven como un dictador tiránico, un estudio del centro de Lenova afirma que en 2016 un 54% de los rusos creen que Stalin desempeñó un papel positivo en la historia del país. Yo tan solo me ceñiré a responder la pregunta, realizando una comparación de los ideales revolucionarios con los del propio Stalin y desprendiendo la propaganda anticomunista que rodea a este histórico personaje.

 Su actividad política ya comienza ligada a la persona que posteriormente sustituirá, es en 1900 cuando colabora con un redactor de Iskra enviado por Lenin. Trabaja hasta 1917 en movimientos políticos en el Cáucaso, por lo que es arrestado y exiliado en Siberia. Aun así asistió al V Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia en Londres en 1907. Tras la revolución de octubre, asume cargos como secretario del comité central del Politburó o Comisario del pueblo de asuntos nacionales. Muchos historiadores sostienen que su ascenso en el poder comienza tras la muerte de Lenin. Lo cierto es que en los siguientes diez años intenta en tres ocasiones abandonar su cargo en el partido, pero no se lo permiten.

 Por muchos es considerado como el sucesor intelectual de Lenin, y llevó a cabo un análisis de las obras de este. Además es autor de al menos otra veintena de libros sobre comunismo y la situación del PCUS.

 En 1952, con un ya maltrecho estado de salud, el congreso por primera vez vota a en su contra para respaldar a Malenkov, que propone apoyar de manera bélica a cualquier país socialista en la guerra fría.

 Muere al año siguiente.

 Desarrollo:

 En primer lugar es imprescindible analizar y definir con exactitud que o cuáles son los ideales revolucionarios. En este caso, la revolución soviética, no hay ninguna duda, tomaremos como referencia la corriente de pensamiento marxista-leninista. Desarrollada en gran parte por K. Marx y Engels (tomando la dialéctica de Hegel y el materialismo de Feuerbach, libres de idealismo) y perfilada por Vladimir Lenin en su puesta en escena. Sus premisas básicas son la división de la sociedad en dos clases con fines antagónicos destinadas a luchar entre sí (por la posesión de los medios de producción) y la no confianza en la socialdemocracia burguesa para alcanzar la sociedad sin clases, sino en la revolución, que se define como la apropiación violenta del poder político por parte de la clase trabajadora.

 Según el marxismo-leninismo, la fase de transición entre la sociedad capitalista y la sociedad sin clases se conoce como dictadura del proletariado. El propio Stalin en su obra Cuestiones del Leninismo sintetizó ‘’1) Utilización del poder del proletariado para aplastar a los explotadores, para defender el país, para consolidar los lazos con los proletarios de los demás países, para desarrollar y hacer triunfar la revolución en todos los países. 2) Utilización del poder del proletariado para apartar definitivamente de la burguesía a las masas trabajadoras y explotadas, para consolidar la alianza entre el proletariado y estas masas en la edificación socialista, para asegurar al proletariado la dirección estatal de estas masas. 3) Utilización del poder del proletariado para organizar el socialismo, para suprimir las clases, para pasar a una sociedad sin clases, a la sociedad socialista. La dictadura proletaria es la suma de estos tres aspectos’’.  Podemos afirmar que las aspiraciones dictatoriales atribuidas a Stalin con relación a la dictadura del proletariado son propaganda anticomunista, o una falta de entendimiento del proceso dialéctico de transformación de la sociedad.

 Parte de esas críticas atacan también al sistema electoral de la URSS, pero ello es porque los procesos democráticos nada tenían que ver con los de occidente. Este estaba organizado incluyendo a los sindicatos y soviets propiciando un ambiente democrático más descentralizado y abierto al debate, regulado en los artículos 36, 134 y 135 de la Constitución de 1936. Cabe destacar que en estos últimos cien años prácticamente todos los sistemas socialistas han sido acusados sin argumentos de llevar a cabo prácticas dictatoriales. Hoy día gracias a la propaganda gran parte de la población de nuestro país afirma que Stalin fue un cruel y sangriento dictador y lo comparan con Adolf Hitler. Se le adjudican nada más y nada menos que 100 millones de muertes^[1]. Si analizamos la historia hasta el año 1953 de la URSS observaremos que las muertes provocadas son producto de la dictadura del proletariado, es decir, causa de la violencia provocada por la búsqueda de los objetivos antes enumerados por Stalin.

...